La importación de diésel sube 19% en volumen y 40% en valor

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Las importaciones bolivianas de diésel en 2018 se dispararon en 19 por ciento, en volumen, y en 40 por ciento en valor, con relación al año anterior, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), dado a conocer ayer.

Según los datos, el año pasado Bolivia compró 1,2 millones de toneladas de diésel a un costo de 897 millones de dólares, cuando en la gestión 2017, la importación alcanzó a 1.016 millones de toneladas por 637 millones de dólares. En 2016, año en que se registra el mayor descenso en los últimos seis años, la compra fue de 967 toneladas a un costo de 504 millones de dólares.

Los expertos en hidrocarburos Álvaro Ríos y Bernardo Prado coinciden en que los datos develan que Bolivia no es un país petrolero, y por tanto es cada vez mayor la necesidad de importación del diésel, sobre todo de Argentina, que provee casi la mitad del total.

“Bolivia no está produciendo petróleo en los volúmenes necesarios como para reducir las importaciones de diésel, sólo producimos gas y seguimos siendo dependientes del diésel importado”, explica Prado a tiempo de alertar que en este rumbo Bolivia cada vez tiene que pagar más al mercado internacional, con la consecuente fuga de divisas, además de tener que asumir las subvenciones para este carburante.

Ríos identifica tres razones para el incremento de la importación de diésel: la baja en la producción de su materia prima base: el crudo pesado (actualmente, 3.500 barriles por día en Bolivia; la baja producción de condensado debido al descenso de envíos de gas a Brasil y Argentina, y el crecimiento natural de la demanda del mercado boliviano.

Sobre el punto, Prado sugiere como un tema de investigación ver si la producción de bioetanol tuvo algo que ver en esto, considerando que para los cultivos de caña se necesita maquinaria que demanda diésel.

Al respecto, Ríos responde que una de las preocupaciones del Gobierno es justamente la producción de biodiésel, y es allí adónde habría que apuntar. De todos modos, observa Ríos, restaurar la producción petrolera en Bolivia va a tomar unos o 15 años en adelante, considerando, además, que hay exploración para gas, pero no para petróleo.

Otra recomendación de Ríos es implementar un sistema de ductos a fin de mejorar la logística y abaratar los costos. Según el informe de IBCE, actualmente, el 79 por ciento del diésel llega a Bolivia en camiones cisterna, a través de carreteras, y el restante por vía fluvial.

 

ARGENTINA, EL MAYOR PROVEEDOR

Argentina provee el 46 por ciento del total de diésel importado de Bolivia.

El 79 por ciento llega por carretera, y el resto por vía fluvial. Los otros proveedores son Chile, Perú, Suazilandia, Suiza, Arabia, Paraguay, Países Bajos y Singapur.

En los últimos 13 años, las importaciones de diésel sumaron 7.767 millones de dólares por la compra de 10 millones de toneladas del carburante.

 

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