Tribunal Superior de Brasil acuerda por unanimidad reducir la primera condena de Lula da Silva
El Tribunal Superior de Justicia de Brasil ha acordado este martes por unanimidad reducir la primera condena contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. En una sesión celebrada esta tarde, los cuatro jueces convocados han votado a favor de que la pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero sea sustituida por otra de ocho años y 10 meses. Eso significa que el líder del Partido de los Trabajadores, preso desde hace más de un año, podrá pedir la progresión a un régimen semiabierto o incluso a prisión domiciliaria en septiembre de este año, cuando habrá cumplido aproximadamente una sexta parte de la pena. No obstante, si la segunda condena impuesta al presidente es ratificada, su eventual salida se vería frustrada.
Lula está preso en dependencias de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba (sureste) desde abril del año pasado. Es una de las pocas victorias obtenidas por la defensa del petista desde el inicio de los procesos contra el expresidente en el marco de la Operación Lava Jato contra la corrupción. Sin embargo, otros pedidos de los abogados de Lula en el recurso analizado este martes por la quinta sala del Tribunal fueron denegados, como por ejemplo la nulidad del proceso, la remisión del caso a la Justicia Electoral, entre otros. La condena que ahora va a ser reducida fue impuesta en primera instancia por el juez Sérgio Moro, ahora ministro de Justicia en el Gobierno de Jair Bolsonaro. En su etapa de magistrado, Moro sentenció a Lula a nueve años y seis meses por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, pena que fue posteriormente ampliada a 12 años y un mes por un Tribunal Regional Federal. Moro ha declarado este martes que ser nombrado para una de las plazas del Tribunal Supremo sería como que le “tocara la lotería”.
La pena que ahora se reduce es por el llamado caso del tríplex en el que los jueces concluyeron que Lula recibió un apartamento de tres pisos en una playa del litoral de São Paulo como un soborno de la constructora OAS, beneficiaria de contratos de la petrolera pública Petrobras. Este es el único de los que casos judiciales en los que está inmerso en el que ha sido condenado en segunda instancia. El petista está condenado en primera instancia por el denominado caso Atibaia por beneficiarse de las obras de reforma que varias constructoras hicieron en una finca de ese nombre, en el interior de São Paulo. Si esa pena es confirmada, la salida de Lula a un régimen de reclusión menos duro podría frustrarse.
El primero en votar este martes fue el ponente Felix Fischer, que ya había negado la solicitud de habeas corpus de la defensa anteriormente. En su opinión, el aumento de la pena hecho por el tribunal regional no tiene cabida en el Código Penal. Le secundaron los otros tres jueces que participaban en la vista.