Ordenan cambiar a policías con 4 o más años de servicio en Santa Cruz
Una resolución ministerial, sorpresiva, inesperada, pero de cumplimiento obligatorio, cambiará la vida de un gran porcentaje de los más de 6.000 policías que trabajan en Santa Cruz. Ayer, mientras Gonzalo Medina y Fernando Moreira estaban siendo cautelados en el Palacio de Justicia (horas después fueron enviados a la cárcel), se hizo conocer la determinación de que se iniciará la reestructuración de la institución en el departamento, disponiendo la elaboración de una nueva orden de destinos para todos los agentes (jefes, oficiales, suboficiales, sargentos, cabos y policías) que trabajan cuatro o más años en las diferentes unidades que son parte de la institución en suelo cruceño.
La determinación que hizo pública el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se dio once días después de que salió a la luz una conversación entre el excomandante general de la Policía, Rómulo Delgado, y el jefe nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, donde el ex jefe nacional de la institución verde olivo le hacía conocer al jefe antinarcóticos que su relevo en el cargo, tenía que ver con la orden que él dio para investigar los nexos de Medina y Moreira con el narcotráfico.
Luego, Romero explicó las pesquisas que se estaban haciendo tanto en la vía penal y en la administrativa interna policial contra los dos jefes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz. Sin embargo, una fotografía que EL DEBER publicó donde se ve a Moreira y al hijo de Medina junto a Pedro Montenegro Paz, un hombre buscado y pedido en extradición por la justicia brasileña por ser el proveedor de droga para un clan de narcos, provocó nuevas acciones.
Tras esa imagen, el Gobierno confirmó el viaje de Moreira con Montenegro a Cartagena, Colombia, y reveló que el narco fue invitado en dos oportunidades a los aniversarios de la Felcc en 2017 y 2018, donde además fue reconocido por su ayuda a la Policía. Después, varias imágenes del acto confirmaron la acción y ayer al final del día la resolución del Ministerio de Gobierno cayó como un ‘baldazo’ de agua fría para todos los uniformados, documento en el que también se ordena la baja definitiva de Medina y de Moreira que dejaron de ser oficiales de la institución policial.
“No puede ser que esto sea verdad, ¿qué voy a hacer ahora?, no puede ser cierto lo que me dice del ministro”, señaló, sorprendido, un agente policial con el que habló EL DEBER y que al saber sobre la forma de reestructuración que Romero aplicará en la Policía, lo dejó pensando en cómo encarará ahora su situación.
Pero el sentimiento de este policía de bajo rango, es igual al de un capitán de la institución, que al enterarse de la decisión ministerial indicó, luego de pedir no ser identificado, que si lo quieren obligar a irse a otro distrito luego de más de seis años sirviendo en Santa Cruz, dejará el uniforme verde olivo porque para él es más importante la estabilidad de su familia y de sus hijos.
El secretario de Gobierno de la Gobernación cruceña, Vladimir Peña, calificó como “desesperada” la decisión de Romero.
Pidió a la autoridad de Gobierno aclarar por qué se cambió al comandante Delgado e insistió en afirmar que el ministro intenta remediar esta situación con medidas apuradas.
“Por qué no hicieron la transformación de la Policía en los 13 años de Gobierno. Lo único que quiere es lavar su imagen, pero ya es demasiado tarde para eso”, apuntó Peña, que insistió en que se toman medidas desesperadas.
“Estos son cambios que no conducen a nada. Hacen creer que la Policía actuó de manera independiente, ya que por investigar a Medina, el general Delgado fue destituido”, apuntó el diputado de oposición Tomás Monasterio y emplazó a que el ministro Romero se someta a una investigación.
Los cambios anunciados por el Ministerio de Gobierno aún no han sido notificados a los agentes que resultarán afectados y como indican los jefes que están en funciones, ellos seguirán en su trabajo hasta cuando les lleguen los memorandos de cambio.
Johnny Aguilera, director de la Felcc, dijo que las decisiones de relevo del personal de su unidad aún no le fueron comunicadas y señaló que cualquier oficial que llegue para sumarse a su equipo, lo hará con la misma fuerza de trabajo que los actuales investigadores.
Los dos a celdas de la Felcc
“Nunca me he metido en nada ilícito”, dijo escuetamente el ex director de la Felcc, Gonzalo Medina al llegar, vistiendo un chaleco antibalas, a su audiencia de medidas cautelares a las 15:00 de ayer junto al capitán Fernando Moreira. Siete horas después, la jueza Ana Gloria Rojas, en una audiencia que se llevó a cabo a puertas cerradas, determinó la detención preventiva de ambos.
Medina y Moreira, que fueron imputados por los delitos de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación, guardarán detención, temporalmente, en celdas de la Felcc, la unidad policial de la cual hace un par de semanas, Medina era el mandamás y en la que en enero fue ratificado por tercera vez.
Con la determinación ya tomada por la jueza, la defensa de los imputados solicitó que la detención no sea en Palmasola considerando el riesgo de vida que correrían al ser enviados a ese penal. Anoche, el viceministro de Seguridad, José Luis Quiroga, dijo a la Red Uno que uno de los motivos por el que los imputados no son enviados a Palmasola es que por lo menos la mitad de la población penal ha sido enviada al reclusorio cruceño mientras Medina estuvo al frente de la Felcc, desde septiembre de 2016.
Durante la audiencia, Medina hizo uso de la palabra parado frente a la juez Rojas exponiendo sus argumentos sobre su viaje a Bahamas y sobre la presencia en actos oficiales de la Felcc de Pedro Montenegro Paz, un prófugo solicitado por la justicia brasileña por narcotráfico desde 2015.
De igual forma, Moreira también hizo uso de su derecho a la defensa material ante la jueza.
Sin embargo, las argumentaciones de los fiscales Luis Enrique Rodríguez y Marcos Arce, tuvieron más peso para la determinación de la jueza Rojas.