Evo se abre a exportación de soya sin dañar mercado interno
El presidente Juan Evo Morales Ayma, a través de un tuit, aseguró conocer la preocupación de los productores de soya a causa de la caída internacional de su precio y adelantó que el Gobierno implementará medidas que permitan la exportación del grano, eso si aclaró, sin perjudicar al mercado interno. “Hemos escuchado el pedido de nuestros hermanos productores de soya.
Lamentamos que la variación de precios del mercado internacional afecte a estos sectores productivos e industriales. Vamos a implementar medidas para exportar ese producto sin perjudicar al mercado interno”, posteó Morales en Twitter. Al respecto, Jaime Hernández, gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), sostuvo que las declaraciones del presidente corresponden a una decisión política que ya ha sido tomada para liberar la exportación del ‘grano de oro’.
“El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras ha quedado en trabajar en un instrumento que garantice el abastecimiento del mercado interno que demanda apenas el 20% de la producción total”, precisó Hernández. En la misma línea, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Cesar Cocarico, manifestó que el Gobierno no ha descartado la liberación plena en la exportación de soya, siempre que el grano no falte para la industria nacional. Asimismo, aclaró que actualmente se tiene un cupo de exportación de 600.000 toneladas, pero que solo se ha ocupado 5.000 toneladas, situación que los pequeños productores atribuyeron a la burocracia en el comercio exterior, por lo que la autoridad nacional adelantó que se buscará agilizar esta situación.
Productores con dudas
Sobre el tema, Isidoro Barrientos, presidente de la Cámara Agropecuaria del Pequeño Productor del Oriente (Cappo), consideró que la liberación total de las exportaciones de la soya es una solución a largo plazo y que podrá ser trabajada en las campañas de invierno y verano del próximo año, por lo que no lo ven como una solución, particularmente, para los pequeños productores. Barrientos sostuvo que la primera medida que tendrá un efecto positivo para el sector, es que las industrias se sienten a negociar con los productores y se acuerde el pago de un precio justo por la tonelada de soya que, a su criterio, no debe ser menor a los $us 300, valor que les permitirá hacer frente a los gastos de producción que en promedio es de $us 400 por hectárea. Un segundo punto que Barrientos ve necesario es la inyección económica de alrededor de Bs 1 millón que les permitirá hacer frente a la mora que arrastran los productores que en la banca llega al 35%, mientras que en las casas comerciales oscila entre el 60% y el 65%. El ministro Cocarico adelantó que también se articularán distintas mesas de trabajo con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) para analizar la reprogramación de los créditos y demás deudas del sector productivo.
¿Reprogramar?
Desde la Asociación Boliviana de Proveedores de Insumos, Bienes y Servicios Agrícolas y Pecuario (Aprisa) y de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), informaron de que han apoyado con tecnología y financiamiento más del 90% del requerimiento de los productores, principalmente pequeños y medianos, ascendiendo el monto a $us 400 millones en la gestión 2018. Por ello, considera que la reprogramación de deudas por la compra de insumos agropecuarios e incluso la condonación de parte del capital como requisito para el pago de los insumos que se les financió, implicaría un “colapso comercial, econó- mico, la desaparición de fuentes de trabajo” de este sector. Cabe destacar que Mario Aguirre, director ejecutivo de Aprisa, comentó que la mora del sector productivo viene desde 2016, deuda que se incrementará aún más cuando se cierren los precios entre los productores y la industria en la campaña actual. “Solicitamos la necesidad de realizar acciones inmediatas de política económica por parte del gobierno central, mediante la conformación de mesas de trabajo público-privado con todos los actores, para lograr la solución de los problemas estructurales de la cadena agro productiva y así, alcanzar soluciones integrales”, señala la postura de las instituciones proveedoras de insumos.
Transporte
Otro sector de la cadena productiva que está siendo afectado por la baja en los precios de la soya, es el transporte pesado, por ello están pidiendo al igual que los productores la liberación total de las exportaciones del grano. Por ello, la Asociación Transporte Pesado Internacional “Asociatrin Bolivia” manifestó su apoyo público para que una vez cubierta la demanda nacional, los excedentes puedan ser exportados sin restricciones de ningún tipo, incluido los trámites burocráticos. “Con la liberación de las exportaciones tendremos una mayor demanda de transporte, esta necesidad de transporte pesado tanto nacional y principalmente internacional mejorará los fletes míseros que en este momento se nos paga por el servicio”, señala un comunicado de Asociatrin.