ONU exige a los Gobiernos un volantazo para combatir la crisis climática
Mientras que las pruebas científicas sobre los impactos del cambio climático se agolpan, el rumbo que tienen fijado los países no permitirá que el calentamiento global se quede dentro de unos límites manejables. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido este miércoles de que la acción contra el cambio climático “está muy por debajo” de la “transformación sin precedentes” que se requiere para lograr limitar los impactos de esta crisis.
La ONU ha puesto en cifras ese rumbo de colisión. En 2030, las emisiones de gases de efecto invernadero -que están detrás del calentamiento, según la mayoría de los científicos- habrán aumentado un 10,7% respecto a las de 2016. Y lo que se necesita, según ha reclamado el secretario general de la ONU, António Guterres, es que se reduzcan un 45% para esa fecha.
Ese volantazo que reclama la ONU es lo que se necesitaría para que los países cumplieran con lo que se comprometieron en 2015 al firmar el Acuerdo de París. El principal objetivo de este pacto es que el incremento de la temperatura no supere los 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y, en la medida de lo posible, dejarlo por debajo de 1,5. Y el principal instrumento para lograrlo son las llamadas contribuciones nacionales determinadas -los planes de recorte de gases de efecto invernadero a los que se compromete cada Estado y que fijan metas para 2025 y 2030-. La ONU -a través de sus divisiones de cambio climático y desarrollo- ha difundido este miércoles un análisis de esos planes y el resultado es que, lejos de disminuir, las emisiones para 2030 habrán aumentado ese 10,7%.
Que los planes nacionales se quedaban cojos era algo que ya se sabía cuando los 196 países reunidos en París cerraron el acuerdo en 2015. Por eso incluye una cláusula para que los Estados, cada cinco años, los revisen al alza.
Según el análisis de la ONU, 112 países (que acumulan el 53% de las emisiones globales) han anunciado que revisarán sus contribuciones. El informe destaca que las naciones en desarrollo son las que están liderando este proceso y anunciando metas de recortes más ambiciosas. Un total de 37 de esos 112 países han señalado que solo actualizarán los planes, sin aclarar si aumentarán sus compromisos. La ONU resalta como positivo que solo 14 Estados (26% de las emisiones mundiales) han anunciado que no revisarán sus contribuciones. El resto (71 países que representan el 21% de las emisiones mundiales, incluidas la mayoría de las naciones desarrolladas) no han aclarado aún su postura.
El Acuerdo de París establece que esas revisiones se deben presentar durante 2020. Sin embargo, António Guterres ha convocado una cumbre climática para el lunes en Nueva York con la que quiere empujar a los países a comprometerse a actualizar al alza sus planes de recorte.
Largo plazo
Guterres, además de la meta del 45% de recorte de emisiones para 2030, ha pedido a todos los países que se comprometan a alcanzar en 2050 la neutralidad de carbono -que la cantidad de CO2 expulsada a la atmósfera sea igual a la capturada, por ejemplo, a través de los bosques-. Eso se debe reflejar en las estrategias a largo plazo que los países tienen que enviar también a la ONU. Según el análisis difundido este miércoles, 53 países (en este caso son mayoría los desarrollados) están trabajando ahora en estrategias a largo plazo -que se presentarán a finales de 2020- para eliminar sus gases de efecto invernadero en la segunda mitad de este siglo como establece el Acuerdo de París.
El informe, sin embargo, insiste en que a pesar de los compromisos y planes, la senda que sigue ahora el planeta no es la adecuada. Porque las emisiones de gases de efecto invernadero están en un nivel récord (crecieron un 48% entre 1990 y 2016) y siguen aumentando. El informe resalta que las emisiones de dióxido de carbono -el principal gas de efecto invernadero- relacionadas con la energía crecieron un 1,7% en 2018. Además, la concentración de ese gas en la atmósfera está en niveles nunca vistos por el ser humano.
La consecuencia, según destaca Naciones Unidas, es que el aumento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales está ya en un grado centígrado. “Los últimos cuatro años fueron los más cálidos registrados, incluyendo julio de 2019, que fue el mes más caluroso de todos los julios”, advierte el análisis. La ONU alerta de que el cambio climático está relacionado con la falta de disponibilidad de alimentos, la pérdida de arrecifes y el aumento (en frecuencia e intensidad) de las sequías, las inundaciones y los huracanes.
Por todo ello, la ONU insta a los países a que durante la cumbre del próximo lunes “anuncien nuevos y audaces planes para abordar el cambio climático”.
EL PAPEL DE EUROPA
El informe de la ONU destaca el papel que ha representado y que puede representar la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la UE no ha podido acudir con una postura única y cerrada respecto al objetivo de la neutralidad de carbono en 2050. Esa meta es la que defienden la Comisión Europea y 24 países; pero la posición de bloqueo mantenida por Polonia, Hungría, República Checa y Estonia en junio en el Consejo Europeo ha impedido que la UE llegue con el compromiso de emisiones cero en 2050 a la cumbre del lunes de Nueva York.
La UE fijó en 2015 en París un objetivo de recorte de sus emisiones del 40% para 2030. Pero la ONU resalta en su informe que el Parlamento Europeo y algunos Estados han anunciado su intención de que aumente hasta el 55%, algo que todavía no han cerrado los Veintiocho. La ONU, además, destaca las palabras de la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se comprometió con esa meta del 55% y con presentar una gran estrategia verde (Green Deal for Europe) en sus primeros cien días de mandato.