En 4 años, utilidades de YPFB caen 96%; inversiones, 85%
Las utilidades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la gestión 2014 alcanzaron un valor de 1.300 millones de dólares, mientras que en 2018 solamente llagaron a 52 millones, lo que representa un descenso de aproximadamente un 96 por ciento, según estadísticas del Ministerio de Economía y de la estatal petrolera a las que accedió este medio.
Además, las inversiones ejecutadas en 2014 fueron de 2.112 millones de dólares, pero en 2018 se limitaron a 313,5 millones.
Según el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, el desplome puede explicarse con factores como la caída de las exportaciones a Brasil y Argentina en volumen y precio, pues a partir de 2014 se redujo el precio del WTI y el impacto llegó a partir de 2015.
Una segunda explicación identificada por Ríos es el aumento de la importación de gasolina y diésel, pues a mayor importación de estos combustibles también aumenta la subvención. Agregó que la caída de la producción de las empresas subsidiarias YPFB Andina y YPFB Chaco también contribuye al desplome de utilidades e inversiones.
Ríos destaca, además, la baja productividad en los millonarios proyectos encarados por YPFB, como la planta de urea, la planta de Gran Chaco y la planta de GNL de Río Grande. “Son proyectos que se construyeron cuando había altos ingresos, pero estas plantas no están exportando, o lo hacen en muy baja cantidad, o están produciendo a muy baja capacidad. Entonces, apenas cubren, o no cubren, sus costos operativos”, explicó.
El especialista precisó que la planta de GNL es un proyecto altamente social que opera con costos elevados, por lo que debe ser subsidiado por YPFB.
Por otro lado, Ríos indicó que la caída de las inversiones ejecutadas entre 2014 y 2019 surge por la reducción de ingresos provocado por la disminución de los volúmenes de gas exportados a Brasil y Argentina a con precios bajos.
“Yacimientos sin duda que necesita de cirugía mayor, o sea, hay que darle un golpe de timón a la empresa para que sigas sostenible en el tiempo”, indicó Ríos.
El experto mencionó el Gobierno nacional, de manera inmediata, debe reglamentar la “Ley 767 de promoción para la inversión en exploración y explotación hidrocarburífera” con la finalidad de generar trabajos de recuperación mejorada de campos maduros que permitan incrementar la producción de petróleo y, consecuentemente, la capacidad de procesamiento en las refinerías coadyuvará en la disminución de importaciones de diésel y gasolina.
En opinión del analista en hidrocarburos Hugo del Granado, YPFB debe realizar un diagnóstico para identificar las causas de su mala situación económica y determinar los niveles de gastos versus los ingresos, conocer el flujo de caja y el retorno a las inversiones. A partir de allí, se deben tomar medidas.
La producción de gas en 2014 era de 59,37 MMm3d, pero en 2019 bajó a 45,22, según la Gobernación de Tarija
EL ETANOL NO CAUSÓ EFECTOS ESPERADOS
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos considera que el proyecto etanol no generó el impacto esperado en el país debido a que los volúmenes comercializados aún son bajos.
“Se pronosticaba que se podían hacer 12 mil barriles por día (Bls/día), pero en realidad se están haciendo son 4 mil Bls/día, es decir, el proyecto no se lo ha manejado adecuadamente y no ha tenido ese impacto necesario”, explicó.
En Bolivia, se comercializa la gasolina Súper Etanol 92 con 12 por ciento de mezcla y la Súper Especial 87 con 8 por ciento.