RIO DE JANEIRO, donde el límite es el cielo

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Foto: Revista dat0s 229

A cuatro horas de La Paz y a tres de Santa Cruz, Amaszonas te invita a cumplir un sueño. Conocer Rio de Janeiro, la ciudad maravillosa donde además de sol uno se encuentra con espectáculo, playa, futbol, samba, bares temáticos; las famosas montañas Corcovado y Pan de Azúcar; museos futuristas en los que uno sin ser niño aprende a que el mundo es amplio y diverso.

La visita a Rio de Janeiro comienza con la voz de una azafata  -por el audio de una grabación- que anuncia el despegue del avión de Amaszonas, un moderno Embraer E190 fabricado en Brasil, la compañía socia de Boeing; sistemas de audio y control invitan a sentir horas de viaje placenteras. El Galeao (aeropuerto de Rio) a la hora de llegada (01:20 am) está despejado. Las ventajas de viajar al coloso latinoamericano comienzan de a poco y van subiendo la temperatura a medida que uno se adentra a esta increíble experiencia. Viajar a Rio de Janeiro es tan factible como levantar una tablet o escuchar la música de Ney Matogrosso o Maria Bethania en el living de tu departamento. El ingreso franqueable y cordial apenas con la cédula de identidad en mano.

Luis Rossi es gerente general del hotel Novotel de la cadena Accor de Francia, primer operador mundial en el sector de viajes y turismo presente en más de 95 países. Más que un líder mundial son 240.000 colaboradores con la misma pasión de dar la bienvenida a millones de personas en sus más de 4.200 hoteles en el mundo. En Rio la cadena posee seis, ubicados en zonas es tratégicas de los 26 que atiende la red en Brasil. El Novotel Leme donde nos hospedamos con vista a la playa a pocas cuadras de Copacabana. Rossi destaca varios puntos en la lista de motivos por los que se debe conocer Rio de Janeiro y, claro hospedarse en la cadena Accor.

Apunta, en primer lugar, la especialidad de los Novotel en la atención familiar. “Aquí brindamos experiencias completas, gastronomía sofisticada; más de 1.000 departamentos de atención en Rio con una capacidad instalada de 6.000 en todo Brasil”. Otro de los motivos para venir a Rio “la particularidad hospitalaria del brasileño, alegre y feliz”. Rossi hace la comparación con el fútbol, deporte que une y distingue al carioca (ndr: nacido el Rio). “Puedes ver a hinchas de uno y otro equipo sentados en la misma mesa del mismo bar, profesionales, políticos, artistas e intelectuales. No hay una clase social sobre otra, aquí todos somos iguales”, asegura Rossi.

“Brasil es amistad”. Un día de huésped en uno de los Novotel de Rio puede comenzar con un paseo y zambullidas en la playa de Copacabana o Ipanema, tradición brasileña; seguir un largo paseo por la avenida Atlántica donde se cruza una variedad indescriptible de curiosidades; en la propia gente, rostros amables y expresiones atentas para el extranjero que pregunta. O, simplemente, un reparador descanso en la piscina del hotel y sus restaurantes y cafeterías abiertas las 24 horas.

“En Rio se disfruta cada minuto una nueva experiencia; el carnaval, un partido de fútbol, sus playas y ahora las miles de opciones en sus museos, paseos y buenos espectáculos de música y por supuesto los negocios”, asegura el gerente de Novotel Leme, Luis Rossi.

A mediodía un almuerzo en la Churrasquería Palace en Copacabana donde además de la excelente atención y comida compartimos con Marcia Pessoa, gerente de Turismo e Incentivo de Rio Convention & Visitor Bureau que explica la increíble experiencia de conocer Rio. “Estamos trabajando para invitar a los bolivianos a conocer Rio”. Ella está convencida que con la incursión de la línea aérea Amaszonas la presencia de turistas bolivianos podría multiplicarse fácilmente.

“Atractivos nosotros tenemos, les aseguramos días de descanso placenteros, mismo para los empresarios que vienen a hacer negocios a Brasil”, dice observando una pintura en la entrada del restaurante en el que se lee “60 años de la Bossa Nova”. La música es otra invitación para venir a Brasil. Marcia hace una lectura a vista veloz del cuadro que cuelga en una de las paredes del Restaurante Palace. “Vinicius de Moraes, Chico Buarque, Joao Gilberto, Tom Jobim, Badem Powell, Toquinho; cultores de la música y la poesía universal con la Música Popular Brasileña (MPB)”.

En Rio de Janeiro se puede asistir a conciertos de música increíbles. La temperatura afuera oscila los 40°. Iolanda Engesser es una intrépida y energética guía turística. Con la misma fuerza que bosqueja el carácter alegre y sencillo del brasileño explica la incursión obligada del turista a sus montañas famosas que hacen vista un espectacular panorama de la ciudad que viste una falda de playa y arena que invita a tocar.

“Aquí a los pies del Pan de Azúcar, explica Iolanda se fundó la ciudad un 1ro de marzo de 1565 con el nombre de San Sebastián de Rio de Janeiro en la Bahía de Guanabara. El lugar fue habitado por los indios Tamoios, marcando el comienzo de la colonización portuguesa a Rio”. La otra montaña famosa el Corcovado, sus fundadores, una troica de empresarios, arquitectos y la Iglesia Católica encontraron el sitio ideal para construir un Cristo que espera con los brazos abiertos.

La ciudad de Rio de Janeiro tiene 6.7 millones de habitantes de los 11 que viven en el Estado. Sus construcciones majestuosas, mezcla de tradición de la conquista; antiguos palacetes una gran mayoría construcciones del siglo XVIII cuando Brasil era gobernado por Pedro I. Mas, junto a la tradición convive un mundo moderno que no para de moverse.

Con Iolanda visitamos AquaRio, quizá uno de los acuarios de peces vivos más grande del mundo y el Museo de Mañana, donde se enseña el planeta desde la creación, lo que somos y dónde vamos. Ambos complejos fueron construidos con propósitos distintos para los Juegos Olímpicos que se disputaron en 2016 y el Mundial de Fútbol (2014). Están situados en el Boulevar Olímpico. Modernas avenidas y cómodos trenes eléctricos forman el complejo turístico. Aquí nos detenemos frente a un mural de unos 150 metros de largo por 30 de alto, obra encargada por el Gobierno brasileño al pintor Eduardo Kobra para resaltar la exhibición de los JJOO en el que se aprecia cinco rostros que representan a los cinco continentes del planeta y su historia explicada por Iolanda Engesser. “El objetivo es presentar la conexión del autor sobre la unión de los pueblos; la diversidad del planeta. La restructuración del área portuaria do Rio de Janeiro y los Juegos Olímpicos inspiraron al artista a pintar el mural ´Etnias´, compuesto por cinco rostros indígenas, de los cinco continentes y por extensión los (5) anillos olímpicos. El artista ha representado a los indios del grupo étnico Mursi de Etiopia; seguido por un rostro de la tribu Karen de Tailandia, otro de la tribu Tapajós de Brasil, uno de los Chukchi de Siberia y por último uno del grupo étnico Hulis de Nueva Guinea. Se puede decir que la obra enaltece la importancia de dejar a un lado las diferencias religiosas y políticas; evitar los conflictos y la importancia de la unión de los pueblos”. Un verdadero significado para una obra de arte.

A poco de atardecer, en el crepúsculo carioca, nos espera una degustación de arte gastronómica en el bar-restaurante Meza atendido por Fernando Blower -su propietario- quien, además, es presidente de Sindrio, organización sindical de bares y restaurantes de Rio de Janeiro. Blower explica que en los últimos años Brasil ha descubierto la variedad de productos exóticos de origen que rinden fe al buen paladar; combinaciones perfectas en la cocina y el bar. “La comida del restaurante combina productos orgánicos del amazonas y las bebidas que servimos son una mezcla variada de nuestras raices y plantas exóticas”. Fernando invita. ¡Saude!