Se encarecen los alimentos, bajarán los ingresos y el 15% pasará hambre
Se viene un panorama apocalíptico: con la cuarentena por el coronavirus, disminuirá la capacidad adquisitiva de los ingresos familiares; los alimentos comenzarán a escasear y a encarecerse (ya subieron 0,25 por ciento desde marzo) y el 15 por ciento de la población boliviana (cerca de 1,8 millones de personas) pasará hambre en los siguientes meses.
Las cifras y proyecciones están contenidas en el último reporte mensual de la Fundación Jubileo, donde realiza un análisis de la situación económica y de la seguridad alimentaria en el país, una vez que concluya la cuarentena.
Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Jubileo analiza variables como el tipo de gasto en los hogares, gasto en alimentos, capacidad adquisitiva de los trabajadores, incremento en los precios de los alimentos y otros, con los que identificó una serie de riesgos en la seguridad alimentaria en la etapa post Covid-19.
Jubileo sostiene que las restricciones establecidas desde marzo, producto de la expansión del coronavirus, “tendrán consecuencias sobre el funcionamiento de los sistemas alimentarios, que impactaría sobre el 15 por ciento de la población, cifra equivalente a cerca de 1,8 millones de personas en el país, las que se encontraban en inseguridad alimentaria, por su incertidumbre en su capacidad de compra de una canasta mínima y básica de alimentos”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que se vivirá una hambruna de condiciones “bíblicas” como consecuencia del paso de este brote. En tanto que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) calcula que el impacto económico de la Covid-19 este 2020 elevará a 265 millones el número de personas expuestas a inseguridad alimentaria aguda. La cifra casi dobla los registros de 2019, cuando se contabilizaron 135 millones en esa situación.
Menores ingresos
Según datos del INE, los hogares con ingresos de 1.722 bolivianos de promedio destinaban 48,2 por ciento de su gasto total a la compra de alimentos.
En cambio, en hogares donde el ingreso era mayor, el gasto total en alimentos representaba sólo 29,3 por ciento, de los cuales 12,1 por ciento era destinado a alimentos comprados en restaurantes y 17,2 por ciento en alimentos consumidos en el hogar.
Por otra parte, antes del coronavirus, el gasto promedio en la compra de bienes y servicios que realizaban los hogares en el país comprendía mayormente alimentos y bebidas no alcohólicas que representaba 26,1 por ciento del gasto total, pero los hogares también consumían alimentos fuera del hogar, en un 11,9 por ciento. Considerando estos dos gastos, los hogares destinaban para la compra de alimentos 38 por ciento del total de sus ingresos.
La compra de alimentos demanda mayor porcentaje de los ingresos en los hogares pobres
INGRESOS – MENOR PODER ADQUISITIVO
Un gran riesgo tras la cuarentena será la demanda de alimentos, reducción de capacidad adquisitiva y menor movimiento económico. Los sectores de ingresos bajos tendrán menor capacidad de compra.
Pese a los créditos y leyes para que no se cierren las empresas, se prevé un impacto, sobre todo en personas ocupadas en actividades en el sector informal.
Por tanto, se debe cuidar el trabajo en hogares donde los ingresos dependen de agropecuarias, construcción y transporte, ya que en éstos el gasto en la compra de alimentos es mayor a 40 por ciento.
TRABAJO – INFORMALES, LOS MÁS AFECTADOS
La recesión anunciada por los distintos estudios económicos perjudica más a los hogares donde los ingresos dependen de trabajadores en los sectores de agricultura y pecuaria, operadores de instalaciones y maquinarias, trabajadores no calificados y trabajadores en minería, construcción y manufacturas, donde hay un mayor gasto de la compra de alimentos respecto a sus otros gastos.
En cambio, en hogares donde el principal aportante tiene ocupaciones como directivo en los sectores público o privado se destina el 27 por ciento de su gasto a los alimentos, según refiere el análisis de la Fundación Jubileo.
INFLACIÓN – LOS ALIMENTOS SUBEN DE PRECIO 0,25%
Desde marzo, los precios de los alimentos subieron en 0,25 por ciento. En los dos primeros meses del año, los precios de los alimentos habían tendido a la baja; sin embargo, en marzo, cuando todos salieron a abastecerse, se presentó un incremento y los precios al consumidor subieron.
Según el informe de la Fundación Alternativas, existe la percepción de que durante la cuarentena se registran problemas de especulación y precios altos, 40,7 por ciento; distancia a los centros de abastecimiento, 20,7 por ciento, y restricción vehicular, 20,7 por ciento, lo que influye en el abastecimiento de alimentos.
RECOMENDACIONES
Habrá cambio en gastos de casa
En el plazo inmediato, los hogares dejarán de gastar en bienes y servicios menos esenciales, para cuidar sus bolsillos.
El coronavirus cambiará el estado de ánimo y los hábitos de consumo y, por tanto, la canasta familiar verá incrementos en el gasto destinado a productos de alimentación y medicina, y bajará en los otros rubros.
El impacto será peor en los sectores con menores ingresos, es decir, en los más pobres.
Aparecen nuevos mercados
El 43 por ciento de las compras de alimentos se realizan en tiendas de barrio, friales y similares; el 27 por ciento, en mercados, y sólo 1 por ciento, en supermercados.
Durante la crisis, según el informe de Alternativas, han aparecido mercados itinerantes municipales, mercados barriales, pedidos por aplicación y ventas móviles.
Esto mostró el poco cuidado en la compra y venta de alimentos y demostró que se hizo imprescindible planificar las compras para adquirir sólo lo necesario.