De a poco las empresas vuelven a contratar, pero ofrecen salarios menores

0
333
Foto: Los Tiempos

El mercado laboral, producto de la cuarentena, plantea un escenario nuevo y dinámico en el que las empresas, todavía de forma lenta, vuelven a contratar personal, pero buscan en sus trabajadores nuevas habilidades que respondan a la actual coyuntura, en un contexto en que los salarios tienden a la baja. Los contratos en su mayoría son eventuales, y hoy se valora el esfuerzo extra y la empatía con la marca.

En lo concerniente a la demanda de nuevas habilidades, por parte de los empleadores, Denise Hurtado, CEO de BPO Center y Human Value, compañía dedicada a reclutar personal, sostuvo que en la actualidad las empresas están valorando principalmente habilidades blandas y digitales y que entre las competencias más buscadas y las menos encontradas están: comunicación asertiva, liderazgo, capacidad de resolver conflictos, competencias digitales y personas que tengan desarrollada la visión y el arte de acercar el futuro.

En la misma línea, María Fernanda Roca, propietaria de la firma de reclutamiento de personal Headhunter and Talentist, indicó que las organizaciones buscan perfiles con equilibrio dinámico, profesionales que no solo acepten el cambio constante, sino que aprendan y se fortalezcan de ellos.

Roca puntualizó que el mercado laboral premia la conducta optimista enfocada en lo social e hizo notar que el tema comercial llega a ser un rol de todos dentro de una compañía, por lo que se valora a los profesionales que puedan crear e innovar con metodologías ágiles, siendo competitivos y a la vez colaborativos.

A su vez, Carmiña Paz, gerenta general de LUÁ, organización reclutadora y seleccionadora de personal, precisó que en esta nueva realidad las empresas están buscando profesionales que tengan la capacidad y puedan adaptase al cambio, que estén dispuestos a nuevos aprendizajes, a nuevos retos relacionados con la tecnología, la creatividad y la innovación.

Paz remarcó que las competencias que más se valoran son: la habilidad de comunicación, el tener un enfoque en resultados, la capacidad de análisis, el potenciar la inteligencia emocional y el contar con una orientación al servicio y al trabajo en equipo.

Sin embargo, antes de conocer el perfil de trabajador que se demanda, Hurtado observó que durante la cuarentena el comportamiento de las firmas fue ambivalente. De abril a mayo apostaron por una reestructuración en la que se incluyeron vacaciones colectivas, desvinculaciones y reducción de salarios.

Mientras que, de junio a agosto, Hurtado precisó que las empresas están transformándose, contratando nuevo talento, perfiles que hoy el ‘nuevo normal’ demanda.

Ahora bien, a la propuesta de contar con nuevas habilidades, un indicador determinante como el salario puede condicionar la capacitación o de la mano de obra y generar tensión y enfrentamiento entre los trabajadores y los empleadores privados y públicos.

Baja del salario

Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), plantea que en la actual situación económica el mercado de trabajo sufrirá una fuerte contracción en cuanto a la demanda y generación de nuevos empleos, provocando un mayor desempleo y un deterioro de las condiciones laborales, principalmente en el sector formal.

Rojas subrayó que los pocos empleos que se generen y aquellos que se mantengan en la población asalariada, estarán condicionados a nuevas reglas contractuales contrarias al respeto de los derechos laborales, lo que profundizará la precarización laboral, por una tendencia a la baja salarial lo que provocará un retroceso en el cumplimiento de los derechos de los trabajadores.

Para el investigador del Cedla, la estabilidad laboral durante la cuarentena fue afectada por los despidos intempestivos, en donde las vacaciones colectivas fueron impuestas y los contratos laborales quedaron en el limbo y según su criterio en algunos subsectores formales, se impuso el teletrabajo de manera abrupta sin ninguna adecuación del contrato de trabajo y con limitadas condiciones técnicas.

A su vez, Wilboor Brun, economista del Centro de Estudios Públicos Populi, explicó que en estos cinco meses de cuarentena el nivel de desempleo subió a cerca del 10% y se acentuó el descenso de los salarios en el sector formal privado.

Brun consideró que las imposiciones de “no despedir” sumadas a la contracción de la demanda laboral por parte de las compañías, en el área urbana, ha tenido como consecuencia un incremento en el número de personas desempleadas en aproximadamente 134.000 (sin contar las 200.000 personas que ya estaban desempleadas antes de la cuarentena).

“En total, las personas que se vieron afectadas por la cuarentena, en el área urbana, son aproximadamente 500.000 que se desalentaron de buscar trabajo más las que quedaron desocupadas“, dijo Brun a tiempo de subrayar que los sectores más afectados son la construcción, comercio, comidas y restaurantes y la industria manufacturera.

Contratos eventuales

Hurtado considera que los actuales contratos laborales serán temporales y que por el momento, atrás quedaron los contratos indefinidos, por lo que la estabilidad anhelada será un desafío.

La empresaria vislumbra que la oferta laboral no va a ser para todos, sino para el talento que logró ser empleable, personas con sed de conocimiento, que estén dispuestas a reaprender, las que aprovechen este momento para adquirir nuevas habilidades, las que ofrezcan “la milla extra”, son las que van a tener mayor posibilidad de ser contratadas y de permanecer por más tiempo.

“La empleabilidad es responsabilidad de cada persona en primer lugar, luego las empresas, las universidades y el Estado tienen un rol clave en el desarrollo del talento de un país”, agregó Hurtado.

Esta situación, para el analista económico, Germán Molina, es resultado del aumento sostenido del desempleo generado por las organizaciones que en su necesidad de bajar el costo de la planilla de los sueldos recurrieron al despido de personal u optaron por no renovar los contratos, apostando por contrataciones eventuales y a corto plazo.

A decir de Molina, esto se debe a que la reacción del Gobierno fue tardía y lenta en el diseño de una política económica y su aplicación concreta para enfrentar el problema del empleo y resolverlo.

Napoleón Pacheco, docente de Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), señaló que el deterioro laboral ya se arrastraba desde los últimos tres meses de 2019 y que el mismo se acentuó con la crisis sanitaria y la cuarentena que paralizó la economía del país.

Ante este escenario, Pacheco estimó que los empresarios hicieron lo que pudieron, mientras que el Gobierno -según su opinión- tomó las medidas adecuadas para responder a demandas puntuales y de corto plazo. Sin embargo, para el docente, un punto que se debe criticar al Ejecutivo es que siempre tuvo una actitud reactiva y no un plan general para enfrentar la crisis sanitaria y económica.

Para tratar de salir de este laberinto, Brun estima que el camino para la recuperación no proviene de regalos en forma de bonos de parte del Estado, sino en la mejora del mercado laboral, la calidad de empleo, la baja participación en el sector informal proviene del crecimiento sostenido de la inversión, de reformas estructurales en salud, educación, infraestructura y en la profundización de un ambiente que fomente la participación de la iniciativa privada formal.

La voz de los empleadores

Aida Aguirre, jefa de Gestión de Personal y Desarrollo Organizacional de la Corporación Terbol, explicó que, debido a la pandemia la empresa tuvo que replantear las contrataciones presenciales, que eran consideradas relevantes, por el sistema de entrevistas virtuales. También precisó que en la actualidad la compañía apunta a realizar contrataciones que aporten a la transformación digital.

Sobre la demanda laboral, Aguirre aseguró que hay un incremento en la cantidad de postulantes con un perfil más competitivo que muestra una empatía con la marca y se expresa deseoso de dar más del 100% en su actividad laboral.

Jeanine Chávez, jefa Nacional de Gestión de Capital Humano de la Compañía Industrial de Tabacos SA Citsa, precisó que a la hora de realizar la selección del personal no solo se toma en cuenta el perfil con habilidades laborales desarrolladas, sino también las competencias conductuales que le permitirán al futuro colaborador desempeñarse en un entorno donde el cambio y la transformación digital son una constante.

Para Chávez esta coyuntura genera nuevos desafíos, tanto para las empresas como para los colaboradores que deben contar con las habilidades para hacer frente a las necesidades del mercado.

El Gobierno cuenta con $us 11 millones para generar 11.000 puestos de trabajo durante el segundo semestre de 2020

Con el objetivo de hacer frente a la crisis, el Gobierno reforzó los programas laborales estatales para preservar y generar unos 11.000 empleos formales a escala nacional con la subvención de salarios de Bs 3.000 durante el segundo semestre de 2020.

Este programa, impulsado desde el Ministerio de Trabajo, busca reactivar la economía nacional.

Óscar Mercado, ministro de Trabajo, sustuvo que cuentan con alrededor de $us 11 millones disponibles para generar inserciones laborales en el sector formal de la economía a partir de contrataciones que las va a realizar el Servicio Público de Empleo (SPE) y el Programa de Apoyo al Empleo (PAE II).

Mercado dijo que como ministerio buscan generar al menos 11.000 puestos laborales entre los próximos tres a seis meses y que en los dos primeros meses se pueda llegar al 45% de esa cifra.

Asimismo, agregó que de manera inicial se beneficiará a las medianas, pequeñas y microempresas, pero no descartó otros sectores como el agropecuario y el de la tecnología.