En Pando médicos usan trajes de bioseguridad remendados
En el departamento de Pando, los médicos a contrato reutilizan sus trajes de bioseguridad remendados y trabajan en medio de carencias. Cuando uno de los galenos se enferma por el coronavirus, sus colegas realizan aportes para comprar medicamentos. Algunos de los profesionales de salud se trasladan a Brasil en busca de atención. Además, los galenos infectados deben volver luego de cumplir los 21 días de aislamiento, den o no negativo a la prueba de la Covid-19.
“Es una pena nuestra situación. En el Hospital Hernán Messuti -donde trabajo- no hay equipos de bioseguridad. Los trajes que nos dan son un desastre porque pese a que son desechables, nosotros los volvemos a utilizar. Los usamos hasta que están rotos”, contó a Página Siete el único terapista intensivo de este establecimiento de salud Alfredo Condori.
José Antonio Aguilar, presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Pando, contó que este tipo de trato al personal de salud se da desde el inicio de la pandemia. “Al principio nos dieron una cantidad muy reducida de equipos de bioseguridad. Eso sí -para ingresar a cirugía- teníamos uno, no diré que no. Pero después hubo mucha carencia, especialmente del barbijo N95. Sólo teníamos los quirúrgicos para entrar a salas para ver a un paciente Covid”, dijo.
Aguilar relató además que los materiales para obstetricia eran reducidos. “Tuve que llevar batas impermeables para utilizarlas mientras atendíamos a pacientes”, agregó.
El especialista dijo que tener un equipo de bioseguridad se ha vuelto un lujo en Pando. Contó que en la actualidad en el Hospital Messuti, los médicos lavan los trajes y ponen parches para reutilizarlos. Lamentó que los galenos trabajen en esas condiciones.
Según el médico, los hospitales sólo viven de donaciones y de “los pocos EPP que entregan las autoridades”.
No es la única carencia que se registra en los hospitales del municipio de Cobija. En los establecimientos también faltan recursos económicos para atender a los pacientes y al personal de salud. Por ejemplo, la alimentación que se sirve en los centros es muy pobre.
“No es posible que nos den arroz con rodajas de tomate como almuerzo. Es indignante”, denunció el profesional y contó que ese plato se sirvió el pasado viernes a todo el personal del hospital.
Según las autoridades departamentales, el hospital es administrado por la Gobernación y el municipio. Se aclaró que la comuna es la que se encarga de otorgar los alimentos no sólo a los pacientes, sino también al personal de salud.
El director de Salud de Cobija Edwin Fernández dijo a Página Siete que el municipio contrató una empresa para que se encargue del servicio de la comida. Aseguró que esta firma cuenta con una nutricionista que indica el menú para los médicos y los pacientes. En el último caso define la alimentación de acuerdo con las patologías.
“He conocido sobre esa denuncia y fui a ver qué es lo que pasó, pero me explicaron que era un salpicón. No se ve, pero el plato tiene pollo”, respondió la autoridad, respecto a la denuncia de servir arroz con tomate al personal de salud.
De todos modos, Fernández explicó que como municipio se hará conocer su molestia a la empresa para que pueda mejorar el servicio.
Wilson Salazar, expresidente del Colegio Médico de Pando, dijo que esas no son las únicas falencias y carencias, ya que desde hace dos semanas el personal a contrato reclama por su salario.
El domingo, Página Siete publicó una nota sobre la situación de 500 médicos a contrato -400 de Pando y 100 de Cochabamba- que no reciben salario desde hace tres meses.
Sin sueldos y con los hospitales colapsados en la ciudad de Cobija, muchos de los profesionales de salud que se contagiaron la Covid-19 se vieron obligados a vender sus cosas para cruzar la frontera y buscar atención médica en Brasil.