El lanzamiento de una silla a Evo Morales por parte de un miembro de su partido (y qué dice lo sucedido de su liderazgo actual)

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Foto: EPA

 

Mientras una silla de plástico azul impactaba en la cabeza de Evo Morales, se escuchaban gritos que reclamaban “renovación”.

Lo más llamativo es que el incidente no fue protagonizado por un rival del expresidente boliviano.

El objeto de plástico le fue lanzado a Morales en una asamblea de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).

Sucedió el lunes en el Chapare, el territorio donde el expresidente boliviano siempre fue invencible. Una selva en el centro de Bolivia en la que forjó su vida política como dirigente de los productores de hoja de coca y que es el bastión principal de su partido.Los pedidos de renovación y los fuertes reclamos vividos en ese encuentro se debían al rechazo a que uno de los principales colaboradores del exmandatario sea nominado como candidato a gobernador para las elecciones regionales que se realizarán en Bolivia en 2021.

Para algunos el lanzamiento de una silla a Morales es un episodio que muestra que el expresidente boliviano ya no cuenta con el poder que tuvo durante tantos años. Para otros, forma parte de los desacuerdos que existen en todas las formaciones políticas.

El poder de Evo

El expresidente boliviano retornó a Bolivia desde Argentina el 9 de noviembre, un día después de que su partido recuperara el control del gobierno y Luis Arce Catacora asumiera la presidencia.

Pese a sus numerosos anuncios de que iba a mantenerse alejado de la cotidianidad política boliviana, su agenda fue intensa desde entonces y cobró cada vez más protagonismo al participar en asambleas y congresos de su partido por todo el país.

“En cierto momento parecía que tenía el poder absoluto (en el MAS), pero al menos desde hace un año comenzamos a ver que ya no era así”, indica a BBC Mundo Jorge Dulón, politólogo boliviano.

Dulón comenta que lo sucedido en el Chapare el lunes tiene antecedentes y recuerda cómo se comportaron algunos miembros de su partido después de su renuncia a la presidencia, en noviembre de 2019.

Dulón señala que sectores sociales “de base”, en medio de la crisis social que atravesaba el país, denunciaron que fueron relegados por la cúpula que acompañó a Morales en sus casi 14 años de mandato.

“Es un síntoma de pérdida de poder que vive Evo Morales. Las bases del MAS no aceptan esa especie de autoritarismo y que sea él quien tenga la última palabra a la hora de tomar decisiones o elegir candidatos”, señala.

El politólogo indica que esto también se ve en las instituciones estatales del nuevo gobierno, que a pesar de ser del partido de Morales, rechazan la presencia de los principales protagonistas de la administración de Evo Morales.

“El ‘sillazo’ no es un hecho aislado. Venía gestándose desde hace tiempo”, concluye Dulón.

Cuando la renuncia del exmandatario se consumó el 10 de noviembre del año pasado, multitudes tomaron las calles y carreteras de Bolivia para defender al líder depuesto.

Sin embargo, también fue llamativo que sectores que antes estaban muy alineados con Morales optaran por quedarse en sus casas o proteger sus barrios.

Quedó en evidencia que Evo ya no tenía la capacidad de convocatoria que había demostrado una década antes.

Al respecto, el columnista y analista político Gonzalo Mendieta indica que lo llamativo de que alguien que era considerado “intocable” y que era tan idolatrado deba pasar por un episodio como el del lunes revela que “se va perdiendo esa distancia” entre él y los demás.

“Es una expresión muy visible de la disputa todavía subterránea que ahora vive el expresidente dentro de su partido”, indica a BBC Mundo.

El investigador también señala que en el pasado reciente se produjeron episodios que mostraban que existía una transformación en la fuerza e influencia de Morales.

“Esto es como la confirmación de que hay un cambio. No significa que Evo Morales haya perdido su poder, pero sí está viviendo episodios que quizás nunca antes había vivido en su vida política”, afirma.

Mendieta indica, de todas formas, que no ve cercana una ruptura en el partido del líder cocalero.

Fricciones normales

El lanzamiento de sillas en medio de reuniones, asambleas o congresos no es nada nuevo en la política boliviana.

Algunos episodios provocaron auténticas rupturas partidos, pero propios y extraños creen que el MAS por ahora está lejos de seguir ese camino.

Sabino Mendoza tuvo una larga trayectoria como dirigente sindical y después como autoridad en el gobierno de Morales.

Consultado por BBC Mundo, comentó que participó en decenas o cientos de congresos o asambleas en los que “no faltan las disidencias”.

“Así elegimos candidatos o tomamos decisiones. Esa es la dinámica de las organizaciones sociales, viene desde hace mucho tiempo. Antes de ser partido”, explica a BBC Mundo.

Mendoza, quien dirigió el Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas durante la administración de Morales, sostiene que “siempre existen problemas internos provocados por ciertas personas, dirigentes inmaduros, que tienen intereses propios”.

El exdirigente no cree que la silla lanzada a Morales sea un punto de ruptura en el liderazgo del Morales, sino un episodio que se produjo debido a las mismas dinámicas y fricciones internas naturales que vive su partido.

“Nuestro expresidente Evo es un líder natural y eso se ratificó con su retorno a Bolivia con un multitudinario recibimiento de su gente. Sin su liderazgo y sin nuestra persistencia, el partido no sería lo que es”, indicó.

Mendoza concluye que, pese a los conflictos ocurridos, “no dejará de ser líder máximo de las organizaciones sociales”.

Morales, a través de Twitter, señaló que lo sucedido el lunes y otros conflictos internos en asambleas de su partido se deben a la actuación de “infiltrados“.

Morales de vuelta

El mismo expresidente reconoció que no esperaba estar de retorno en su país “tan pronto”.

Desde noviembre de 2019, pasó un año entre Ciudad de México y Buenos Aires antes de reingresar a Bolivia en una caravana multitudinaria.

En cada población en la que hizo una parada aprovechó para bañarse en multitudes, dar discursos triunfales y gritar “patria o muerte” como en los viejos tiempos.

A BBC Mundo le aseguró que su plan era dedicarse a la piscicultura, pero por ahora Morales fue visto más veces en cabildos y reuniones de su partido.

Como fue ratificado como presidente del MAS, la política no lo suelta o él no la quiere soltar.

Y todos los entrevistados de BBC Mundo coinciden en que esta larga trayectoria es una muestra de la vigencia de su liderazgo, pero también la razón de sinsabores como el que tuvo que vivir el lunes.