El gobierno de Colombia anunció que Otoniel, el narcotraficante más buscado del país, será extraditado a Estados Unidos tras su captura el sábado.
Dairo Antonio Úsuga, conocido con el alias de “Otoniel”, fue capturado durante una acción conjunta del Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía de Colombia denominada “operación Osiris”.
El jefe máximo del llamado Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país, llevaba años en la lista de los más buscados de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Las autoridades norteamericanas habían ofrecido una recompensa de US$5 millones por información que condujera a su captura.
Otoniel es acusado por las autoridades estadounidenses de importar al menos 73 toneladas métricas de cocaína entre 2003 y 2014.
El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, confirmó al diario El Tiempo que tras la captura, el siguiente paso es cumplir la orden de extradición de Estados Unidos.
De acuerdo con el diario local El Nuevo Siglo, Otoniel fue trasladado a una base militar en Bogotá, la capital colombiana, desde donde se gestionará en envío al país norteamericano.
El sábado, poco después de la captura, el presidente colombiano, Iván Duque, afirmó en un mensaje televisado que se trata del “golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo” en el país.
“Este golpe sólo es comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90″, afirmó el mandatario, quien el domingo viajó al lugar y ofreció desde allí a las tropas un reconocimiento por su labor.
¿Cómo fue capturado?
Otoniel fue ubicado en zona rural del departamento de Antioquia, en el noroeste de Colombia, cerca de la frontera con Panamá.
En la operación, en la que participaron 500 soldados apoyados por 22 helicópteros, murió un policía.
Para desplazarse y eludir a las autoridades, Otoniel se movía entre escondites rurales y no utilizaba teléfono. Para comunicarse recurría a mensajeros.
Cuando le seguían la pista, las autoridades encontraron en los escondites una serie de colchones ortopédicos especiales debido a que el narcotraficante sufre de dolores de espalda por una hernia discal.
El comandante de la Policía, Jorge Vargas, afirmó que el narcotraficante temía ser capturado y por eso “nunca se acercaba a zonas habitadas”.
Sin embargo, hace dos semanas las autoridades lograron ubicar el lugar donde finalmente fue capturado.
Vargas dijo que los movimientos del capo, que tenía 128 órdenes de captura en Colombia, fueron rastreados por más de 50 expertos en inteligencia de señales a través de imágenes satelitales. Las agencias estadounidenses y británicas participaron en la búsqueda.
En los últimos años, se habían realizado varias operaciones de gran envergadura con la participación de miles de agentes para capturar a Otoniel, de 50 años.
Análisis de Katy Watson, corresponsal en Sudamérica
No cabe duda de que las autoridades colombianas lo consideran un gran golpe pues llevan varios años intentando capturar a Otoniel, líder del Clan del Golfo, una organización violenta con mucho poder.
Por esa razón, las comparaciones con Pablo Escobar resultan comprensibles. Otoniel es un nombre conocido y enormemente poderoso, especialmente en el noroeste del país.
“En Sudamérica, no hay un traficante de cocaína más grande”, dijo Toby Muse, autor de “Kilo: Inside the Cocaine Cartels”. “Estamos viviendo la edad de oro de la cocaína, hay más producción de cocaína que nunca, eso es un hecho”.
Pero los paralelismos quizá se detengan ahí, pues Otoniel no es tan conocido fuera de Colombia, donde, para muchos, en la época de mayor poder de Pablo Escobar fue un tiempo más aterrador.
La pregunta es si la captura de Otoniel afectará al comercio de la droga ilícita. Es difícil saberlo ahora. Habrá que ver lo que ocurre en los próximos meses, pero la mayoría de los expertos parecen pensar que mientras la demanda de cocaína siga siendo fuerte, es probable que haya nuevos “capos” que lleguen a la cima para sustituirlo.
¿Quién es Otoniel?
Úsuga nació en Antioquia a principios de la década de 1970. Pasó por varios grupos guerrilleros y paramilitares, como las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo rebelde marxista-leninista, y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una banda paramilitar de extrema derecha y de narcotraficantes.
Cuando las AUC se disolvieron en 2005, “Otoniel” empezó a trabajar para el narcotraficante Daniel Rendón Herrera, conocido como “Don Mario“ que era jefe de los Urabeños, banda que más tarde se conoció como el Clan del Golfo”.
Otoniel se hizo cargo del grupo después de que su anterior líder -su hermano Juan de Dios- fuera asesinado por la policía en una redada en una fiesta de Nochevieja hace casi 10 años.
Las fuerzas de seguridad colombianas han considerado a la banda como la organización criminal más poderosa del país, mientras que las autoridades estadounidenses la describen como “fuertemente armada (y) extremadamente violenta”.
La banda, que opera en muchas provincias y tiene amplias conexiones internacionales, se dedica al tráfico de drogas y personas, a la extracción ilegal de oro y a la extorsión.
Se cree que cuenta con unos 1.800 miembros armados, reclutados principalmente de grupos paramilitares de extrema derecha. Varios de ellos han sido detenidos en Argentina, Brasil, Honduras, Perú y España.
La banda controla muchas de las rutas utilizadas para el tráfico de drogas desde Colombia a Estados Unidos, y hasta Rusia.
El gobierno colombiano, sin embargo, cree que el grupo ha diezmado sus efectivos en los últimos años, lo que ha obligado a muchos de sus principales miembros a esconderse en regiones remotas de la selva.
“Otoniel” se enfrenta ahora a una serie de cargos, como el envío de cargamentos de cocaína a Estados Unidos, el asesinato de policías y el reclutamiento de niños.
En Estados Unidos fue acusado en 2009.