Cuando el último rinoceronte blanco macho del norte falleció en marzo, la gente lamentó el paso del apreciado mamífero hacia la extinción.
Al no existir integrantes de la subespecie en estado silvestre y con solo dos hembras en cautiverio, parecía que se desvanecía la última oportunidad para el rinoceronte blanco.
No obstante, varias agrupaciones científicas están trabajando que no sea así.
Un grupo dirigido por investigadores del Instituto para la Investigación de la Conservación del Zoológico de San Diego espera revivir al rinoceronte blanco del norte mediante la utilización de células almacenadas. En un estudio publicado el 24 de mayo en Genome Research, se secuenció el ADN de estas células y la conclusión es que cuentan con una prometedora diversidad genética para restablecer una población viable de rinocerontes blancos del norte.
Con los avances pertinentes en reproducción asistida o clonación, podría haber una segunda oportunidad para esta “especie única de rinocerontes”, comentó Oliver Ryder, director de Genética de la Conservación en el Zoológico de San Diego.
No todo el mundo está de acuerdo con la idea de que tener la capacidad de revivir al rinoceronte blanco del norte signifique que debe hacerse. Quienes tienen una postura crítica se preguntan si el alboroto respecto a la resurrección de una criatura funcionalmente extinta acapara la atención y los recursos que podrían destinarse a otros animales con mayores posibilidades de supervivencia.
También señalan que muy probablemente cualquier rinoceronte blanco del norte resurrecto permanecería en cautiverio en lugar de vagar libremente en lo que fue su hábitat en el centro y este de África, donde la caza furtiva por los cuernos sigue siendo una grave amenaza.
En su estudio, Ryder y sus colegas se concentraron en la viabilidad de recuperar al rinoceronte blanco del norte utilizando células almacenadas en el Zoológico Congelado, una amplia colección de muestras criogenizadas en el Zoológico de San Diego. Estas líneas celulares representan a ocho rinocerontes blancos del norte que presuntamente no tienen relación entre ellos, explicó Ryder.
Los investigadores secuenciaron estos genomas y los compararon con los de los rinocerontes blancos del sur, sus parientes más cercanos, que tuvieron una recuperación espectacular al estar en protección durante el último siglo, aunque siguen siendo parte de una especie casi amenazada.
Ellos confirmaron la hipótesis que ha sostenido la ciencia durante mucho tiempo de que los dos rinocerontes son subespecies y no especies distintas. Esta relación cercana podría ser un buen pronóstico para utilizar algún día a los rinocerontes blancos del sur como vientres sustitutos para los embriones de los blancos del norte.
De acuerdo con Ryder, los científicos también descubrieron suficiente diversidad genética en las muestras de los blancos del norte al compararlas con los blancos del sur. “Aunque solo contáramos con el material del Zoológico Congelado, podríamos convertir esas células en animales”, agregó.
Sin embargo, Marty Kardos, un investigador de biología evolutiva de la Universidad de Montana, advirtió que “no deberíamos confiar necesariamente” en la comparación con el blanco del sur. Podría ser que existieran mutaciones peligrosas a una frecuencia elevada entre los blancos del norte, lo cual tendría un efecto negativo, señaló.
Jason Gilchrist, un ecologista de la Universidad Napier de Edimburgo en Escocia, cuestionó el objetivo de revivir a un animal que no puede regresar a su estado natural original. “Como ecologista, lo que deseo es ver a los ecosistemas silvestres funcionando con tanta naturalidad como sea posible”, comentó.
Joseph Bennett, investigador de conservación de la Universidad Carleton en Ontario, cree que el rinoceronte blanco del norte es un buen candidato para la resurrección, pues hay una alta probabilidad de éxito en comparación con proyectos más ambiciosos como revertir la extinción del mamut lanudo o la paloma migratoria.
Podría tratarse de “una ‘historia positiva’ muy agradable para las personas”, dijo.
Cathy Dean, directora ejecutiva de la organización benéfica Save the Rhino, aseguró que los esfuerzos para revivir al rinoceronte blanco del norte podrían atraer distintas fuentes de financiación, a diferencia de solo conservar a los rinocerontes silvestres que quedan. Aun así, Dean afirmó que espera que otros rinocerontes, como el de Sumatra, el de Java o el rinoceronte negro, que son especies amenazadas, reciban tanta atención como el blanco del norte.
Ryder dijo que los esfuerzos de su equipo no sustituyen los intentos de proteger a los animales salvajes, sino que se suman a ellos, y agregó que “estamos viendo especies que se extinguen a pesar del compromiso mundial” de protegerlas.
De este modo, dijo, ofrecer “más opciones para la existencia de las especies en el futuro es una misión pertinente”.