El domingo por la noche y la madrugada del lunes los habitantes de gran parte del mundo, incluido el continente americano, tendrán la oportunidad de disfrutar de un espectáculo poco usual.
Se trata de un eclipse de Luna total (en el que la Luna queda completamente en sombras porque la Tierra se interpone entre ésta y el Sol) que además coincide con una superluna.
Una superluna se produce cuando la Luna llena o nueva se encuentra en su punto más cercano a la Tierra.
La última vez que este extraño posicionamiento de los tres cuerpos celestes tuvo lugar fue en 1982. Y el próximo no ocurrirá sino hasta 2033.
Pero mientras que para los amantes de la astronomía este espectáculo -en el que la Luna se torna de un color rojizo- puede ser simplemente hermoso o emocionante, para los expertos de la NASA es un pequeño dolor de cabeza.
Sin luz por tres horas
¿Por qué? Porque temen que la falta luz solar pueda dejar sin energía a una de sus naves espaciales más importantes: el Lunar Reconnaissance Orbiter(LRO, por sus siglas en inglés), cuya misión consiste en explorar nuestro satélite natural.
“Hay dos cosas que ocurren durante un eclipse: comienza a hacer frío y no hay sol para cargar las baterías”, le explica a la BBC Noah Petro, científico de la agencia espacial estadounidense.
El eclipse total durará más de una hora y “la nave se quedará sin luz directa del Sol por cerca de tres horas”.
Tecnologías similares previas mostraron dificultades durante los eclipses, pero el LRO fue diseñado específicamente con esto en mente.
Como un celular
Como la sonda recarga sus baterías con energía solar, durante el eclipse la NASA deberá tomar una serie de precauciones.
“Precalentamos la nave y luego apagamos los instrumentos para mantenerla segura”.
“Es como con un teléfono, cuando me llega una alerta que me indica que me queda un 20% de batería: puedo apagar el wifi o ciertas aplicaciones que siguen abiertas en el fondo”, señala Noah.
“Anticipamos que todo ocurrirá sin problemas durante el eclipse y nos recuperaremos de sin inconvenientes. Estaremos preparados para ello y listos para resolver lo que suceda”.
“Vamos a estar pendientes de los niveles de las baterías y preparados para reaccionar si algo no sale de acuerdo a lo planificado. Vamos a hacer todo lo posible para que la sonda atraviese el momento del eclipse y salga en buena forma”, añadió el experto.
Por su parte Dawn Myers, del centro de vuelos espaciales Goddard de la Nasa, dijo en un comunicado: “Siempre es estresante cuando está llegando el eclipse, pero seguimos los mismos procedimientos y no hemos tenido ningún problema”
También hay que tomar en cuenta que el equipo de la NASA ya ha lidiado exitosamente con tres eclipses lunares en los últimos 17 meses.
Quienes se queden despiertos durante la noche del domingo o madrugada del lunes podrán ver una Luna más grande de lo normal por el efecto de su cercanía.
En concreto, se verá un 14% más grande y un 30% más brillante que la Luna llena normal.