Las mujeres de la etnia URU procesan el arsénico en el agua que consumen

La Universidad Mayor de San Andrés UMSA y dat0s publicarán investigaciones de carácter científico elaboradas por los centros de investigación de la universidad por un acuerdo suscrito entre el rectorado y la revista con el fin de difundir el trabajo científico e investigativo.

(Facultad de Medicina, Enfermería, Nutrición y Tecnología Médica Instituto de Genética UMSA). La investigación fue realizada por etapas que comprende el periodo 2020-22.

Pese a consumir agua con niveles de arsénico entre 10 y 50 veces más alto de lo recomendado, las mujeres de la etnia Uru, en Bolivia, cuentan con un metabolismo particularmente efectivo para “neutralizar” este compuesto tóxico, según un estudio desarrollado por la Unidad de Genética Toxicológica del Instituto de Genética de la UMSA en colaboración con el “Institute de Recherche pour le Developpement” de Francia y el Instituto Karolinska de Suecia.

Algunas comunidades bolivianas consumen diariamente agua muy cargada de arsénico.

En particular, el trabajo de investigación realizado por UMSA y colaboradores fue desarrollado en un área del Altiplano, en el corazón de los Andes, la región habitada más alta del mundo después de la meseta tibetana.

Allí, se conoce que las aguas altamente mineralizadas están cargadas de arsénico por causas naturales, y la situación está empeorando. Todos los días, 800 kilogramos de arsénico llegan a las aguas del lago Poopó, uno de los grandes lagos de la región. Entre las consecuencias del consumo regular de agua con arsénico se encuentran afecciones dermatológicas, cáncer de piel, vejiga, riñones y pulmones, enfermedades cardiovasculares y otras.

Varios países están preocupados por esta contaminación del agua (como Bangladesh, China, México, Argentina o Chile), pero estudios realizados por investigadores suecos en Argentina mostraron que el metabolismo de las poblaciones andinas parecía diferente. Estas comunidades podrían manejar mejor que otras la eliminación del arsénico a través de la orina, y los resultados fueron confirmados por el grupo de estudio del Instituto de Genética de la UMSA.

Nuestro estudio involucró a 10 comunidades alrededor del lago Poopó, se analizó la orina y la sangre de 201 mujeres. Elegimos estudiar solo a las mujeres porque se quedan más en sus comunidades, lo que facilita el seguimiento del consumo de agua. Estas mujeres lograron que el arsénico fuera menos tóxico al transformarlo químicamente en un 80 por ciento, mientras que, en general, las tasas son de alrededor del 60 por ciento. Este proceso – conocido como dimetilación – es más eficiente en estas mujeres.

Con los grupos étnicos de Bolivia pudimos hacer algo que no era posible en Argentina, donde la gente está muy mezclada. Estudiamos la etnia Uru, un pueblo del Altiplano muy antiguo y aislado. Al compararlos con otros pueblos andinos, como los aimaras y los quechuas, encontramos que los urus son incluso mejores metabolizando el arsénico y reduciendo su toxicidad. En la orina de las mujeres urus encontramos formas de dimetil arsénico (y por lo tanto menos tóxicas) hasta un 85 por ciento, un 5 por ciento más que en otras poblaciones.

La adaptación a ambientes con alto contenido de arsénico a través de una mayor metilación y excreción de arsénico se informó por primera vez en mujeres indígenas en los Andes argentinos, pero aún no está claro si la adaptación al arsénico es un fenómeno general en las poblaciones nativas de las montañas de los Andes. Por lo tanto, evaluamos si la adaptación al arsénico ocurrió en los Andes bolivianos mediante el estudio de grupos indígenas de las etnias aimara-quechua y Uru y que hayan vivido en los Andes bolivianos durante generaciones.

Más allá de la investigación, pese a los peculiares resultados hallados, es necesario eliminar este metal de las aguas de consumo por tratarse de un potente tóxico que puede ocasionar efectos graves a la salud.  Asimismo, es necesario continuar investigando otros factores y mecanismos que influyen en la remoción eficiente de este metal.

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