Sus nombres son Zhong Zhong y Hua Hua. Tienen ocho y seis semanas de vida y aún son alimentados con biberón, pero ya hicieron historia.
Los monos, de la especie macacos de cola larga, son los primeros primates nacidos gracias a la misma técnica con la que fue clonada la oveja Dolly.
Los macacos nacieron en los laboratorios del Instituto de Neurociencias de Shanghái.
Y el anuncio el miércoles del nacimiento, en un artículo de la revista científica Cell, ha generado un intenso debate ético.
¿Por qué causa tanto revuelo el trabajo de los investigadores chinos?
El método utilizado para crear a Dolly en 1996 ha sido usado posteriormente en más de 20 especies, desde cerdos y caballos a ratones y perros, pero es la primera vez que se utiliza la misma técnica en una especie tan cercana genéticamente a los seres humanos.
Los científicos chinos defendieron su trabajo señalando que los clones de macacos ayudarán a estudiar enfermedades humanas como el cáncer.
Pero otros investigadores advirtieron sobre los peligros de clonar especies tan cercanas a la humana.
Y organizaciones defensoras de los animales no tardaron en responder al anuncio señalando que el nacimiento de los macacos es “un experimento monstruoso”.
Células fetales
Zhong Zhong y Hua Hua, cuyo nombre se combina para formar la palabra Zhonghua o nación china, no son los primeros primates clonados.
El honor le pertenece a Tetra, una hembra rhesus clonada en 1999 por científicos del Centro Regional de Investigación con Primates en Oregon, Estados Unidos.
Pero Tetra fue clonada con un método más simple, la división en el laboratorio de un embrión en dos para crear gemelos.
Los macacos en China, en cambio, fueron clonados con un procedimiento más complejo, la transferencia nuclear de célula somática (SCNT, por sus sigla en inglés).
La técnica consiste en extraer el núcleo de un óvulo y reemplazarlo por otro núcleo procedente de una célula del cuerpo. En el núcleo se encuentra el material genético o ADN.
Si bien la técnica fue usada para clonar muchas especies, en el caso de los primates el método no había sido efectivo y había dado lugar a un gran número de malformaciones y abortos espontáneos.
Los científicos chinos lograron mejores resultados cuando decidieron no transferir núcleos de células adultas, sino de células fetales.
En el caso de Zhong Zhong y Hua Hua se transfirieron núcleos de células fetales diferenciadas, como fibroblastos.
Los científicos usaron posteriormente técnicas de epigenética para desactivar genes que inhiben el desarrollo embrionario.
“Ineficiente y peligrosa”
El trabajo de los científicos chinos fue criticado por Robin Lovel Badge, investigador del Instituto Crick, el mayor centro de investigaciones biomédicas de Europa, con sede en Londres.
El nacimiento de los macacos en Shanghái “no es un hito en la investigación de métodos que puedan llevar algún día a la clonación humana”, señaló a la BBC Lovel Badge.
La técnica usada para clonar a Zhong Zhong y Hua Hua sigue siendo “muy ineficiente y peligrosa“, agregó el investigador británico.
Los científicos chinos desarrollaron más de 100 embriones de mono, pero solamente obtuvieron seis embarazos, de los cuales nacieron dos bebés sanos.
“Tratamos muchos métodos diferentes pero solo uno funcionó. Tuvimos muchos fracasos antes de hallar una forma exitosa de clonar monos”, señaló Qiang Sun, uno de los investigadores chinos.
“Útiles para la medicina”
Los científicos del Instituto de Neurociencias de Shanghái afirmaron que la razón principal para clonar los macacos es que esta especie cercana a los humanos evolutivamente puede ayudar a investigar enfermedades.
Sun afirmó que los monos clonados serán un modelo muy valioso para comprender patologías con una base genética como el cáncer o enfermedades inmunológicas o metabólicas.
“Hay muchas cuestiones de la biología de los primates que pueden ser estudiadas con este modelo”, señaló Sun.
Los animales genéticamente idénticos son útiles en investigación porque la gran variabilidad genética de animales no clonados puede dificultar las conclusiones de un experimento.
Muming Poo, director del Instituto de Neurociencias de Shanghái, señaló que “los humanos son primates. Por consiguiente la clonación de una especie de primates ha superado la barrera técnica”.
“La razón por la que hemos roto esta barrera es producir modelos animales que son útiles para la medicina, para la salud humana”, agregó.
Sin embargo, Poo aseguró que “no hay intención de aplicar este método a los humanos”.
“Frankenciencia”
Las declaraciones del investigador no calmarán la inquietud de muchos críticos.
Darren Griffin, profesor de la Universidad de Kent en Inglaterra, dijo que el trabajo de los científicos chinos podría ayudar en el futuro a comprender enfermedades humanas, pero plantea un serio dilema ético.
“Debe delinearse sin demora el marco ético dentro del cual deben operar estos experimentos”, señaló Griffin a la BBC.
Por su parte, la ONG Personas por el Tratamiento Ético de los Animales o PETA, afirmó que “la clonación tiene una tasa de fallo de al menos el 90%” y por ello los dos macacos “representan la miseria y la muerte en una escala enorme”.
El experimento de los científicos chinos es “un espectáculo de terror” y clonar monos es “la última Frankenciencia”, agregó PETA.
Otra dimensión ética
Pero el argumento ético no parece tener el mismo eco en China.
Esto quedó en claro, por ejemplo, en 2016, cuando científicos de la Universidad Médica de Guangzhou restaron importancia al debate ético generado tras el anuncio de que habían usado la técnica de edición genética CRISPR para inducir una mutación en una célula humana y hacerla resistente al VIH.
En un comunicado, los investigadores de Guangzhou señalaron que “las evaluaciones de personas fuera de este campo de investigación no tienen autoridad“.
“Para nosotros, lo más importante es seguir el camino en el que creemos y adquirir derechos intelectuales para no depender de otros. Esa perseverancia asegurará la posición de investigadores chinos en la comunidad internacional“, agregaron.
Y afirmaron que “el mercado futuro del tratamiento de enfermedades por edición genética es incalculable”.
“Son los pioneros los que hacen las reglas en este campo”, dijo el investigador principal del experimento de 2016 con células humanas, Fan Yong, a un periódico estatal.
Ya en 1997, un articulo del filosofo alemán Gerhold Becker apuntaba a las diferencias del debate ético en China.
Becker, exprofesor de la Universidad Bautista de Hong Kong, escribió entonces que “China es un test para las teorías universales de ética” y apuntó “la relativa independencia del Confucionismo, la tradición moral dominante en China, de la influencia de tradiciones occidentales, fundamentalmente el Cristianismo”.
Mientras la polémica moral continúa, los científicos de Shanghái señalaron con entusiasmo que los monos Zhong Zhong y Hua Hua están creciendo normalmente.
Y afirmaron que esperan el nacimiento de más clones de macaco en los próximos meses.