
La penetración cultural de Life en español filtraba las pequeñas manos de Maldox Williams a su corta edad. Los anuncios publicitarios en el auge de la Revolución Industrial. El chispeante frescor de Coca Cola, los cien por ciento genuinos Rolex, las increíbles cámaras fotográficas Kodax, los fantásticos aviones Boeing; el progreso, la ciencia, el vanguardismo y la novedad habían llegado. ´Los Caballeros las Prefieren Rubias´ con la actuación de Marilyn Monroe, pontificaba la grandilocuente puesta en escena de un espectáculo en Broadway.
Pocas horas antes de estacionar el BMW 518i en frente al Pub Janko´s Bar en Novi Sad, ex Yugoslavia, hoy Serbia; Maldox Williams pensaba en secuencias de varias cosas en diferentes momentos que había pasado durante largos años. No sabía decir exactamente qué, pensaba que eran muchas al mismo tiempo, la dispersión (conocida hoy si es que existe o no como síndrome de atención dispersa) multiplicaba sus pensamientos; como si todo correría a un ritmo desparejo. Si uno pudiera escuchar a las personas que vivieron aquel momento, encontraría similitudes, algo en común, un estilo de vida, una forma de ser; quizá eran cosas que tenían que ver simplemente con el clima de época. Un ambiente que parecía fugaz, pero que podría durar lo que sea, daba exactamente igual, a la larga acabaría siendo parte de lo que estaba pasando.
En el Janko´s Bar había personas simplemente, personas sin tatuajes, ni pendientes en las cejas o piercings clavados en la pared de sus cavidades nasales; ni celulares que animaban la atención de los tiktokers; si te ponías a ver desde la barra repleta de vasos, ceniceros, colillas de cigarrillos; podría uno confundirse hasta perder el control, es lo que estaba pasando de forma simétrica, nada natural de que preocuparse, podrías ir al baño y encontrar una jeringa en el tacho de la basura o ponerla tú mismo lentamente en tus venas. El BMW había quedado estacionado encostado sobre la acera, la calle con la claridad que permanecía por el deslumbrante brillo de la nieve, podría ser esta una copiosa noche blanca de ojos rojos.
Ahí estaban todos acomodados con sus cabelleras largas ocupando un lugar con el murmuro casi imperceptible del fin de la guerra, había ese lado incorrecto en el ambiente. En el Janko´s la charla subía el tono como el humo hasta el cielo raso del techo en la nube; viejas insignias de las marcas de cigarrillos que las damas se llevaban elegantemente a los labios. Los tacos bien lustrados de las botas Frye de Maldox también tenían su brillo, apretando la nieve sonaban a metal.
Desde sus seis cortos años Maldox ojeaba las páginas de la revista Life en español. El reflejo de las fotografías a color o en blanco y negro alumbraban sus profundos ojos azabaches; soldados norteamericanos llevando en sus poderosos brazos a niños vietnamitas mutilados. Le llamaban la atención y se detenía a leer esperando el desenlace en la siguiente edición. La historia nunca tenía fin. Sus pequeños dedos daban vuelta la página. Sus profundos ojos se encontraban casi siempre en la página par con las reseñas coloridas de la publicidad de Rolex, Chevrolet, Austin, Marlboro, Winston, L&M, Cadillac, General Electric, IBM y de las demás grandilocuentes marcas de la revolución industrial. El “chispeante frescor” de Coca Cola, Pepsi, Ballantines, Johnny Walker. Todas mantenían la misma conexión de frescura subliminal casi perfecta. Kent, “el mejor cigarrillo del mundo” o los súper largos Pall Mall. Todos en su geometría visual con el consumo.
Life en español ilustraba en núcleos ampliados el inicio de una nueva era; la sociedad avanzada antojadizamente amenazada por el peligro comunista que provenía de líneas menos armoniosas en los países de la órbita que habían caído detrás de la Cortina de Hierro; el escenario nuclear desencadenado por la instalación de misiles en Cuba; la guerrilla del Che Guevara en Bolivia. (Era hora de derramar tinta con enviados especiales al centro del conflicto). La inquietante elegancia de Madame Marie Debray y sus conexiones de poder con la aristocracia francesa. Regis, enfant terrible, y la cadena de acontecimientos que dieron lugar a la instalación de un consejo de guerra que deliberaba su pena de muerte en una escuelita abandonada de un país tercermundista.
A partir de ahora todos los días la novela Las pistas de Maldox (Por qué llevan Ojos Rojos, Bocas Secas (ORBS), Sarajevo; botas Frye, una noche helada de invierno sobre un puente que atraviesa el Danubio.