Arte y Arquitectura: Cityscapes / Tim Jarosz

0
322
Foto: Cortesía de Tim Jarosz/plataforma arquitectura

Plataforma Arquitectura.- Hay ciudades que contaminan nuestros sueños. Retales de recuerdos de niñez; breves escenas que suceden en un parpadeo en el día a día, como un haiku, en la rutina más densa; deseos de permanecer para siempre entre sus rincones, o de volar lejos de ellas, dejando atrás sus vallas metálicas, sus edificios desconchados, sus muros y calles que se han ido transformando desde que te vieron nacer. Escenas que te persiguen, estés donde estés, invadiendo el subconsciente, recordándote de dónde eres.

La ciudad natal, con todos sus significados, está enlazada al individuo tanto que su perfil, sus olores, sus atardeceres, son parte ya de nuestra más profunda percepción de aquello que nos rodea, provocando que miremos el mundo a través de ella; a través de cómo la sentimos, cómo la recordamos, la soñamos; a ella, a nuestra ciudad.

Este sentimiento se lee en la obra del americano Tim Jarosz, que crea fantásticos paisajes urbanos a través del uso de la fotografía, del collage y la modificación digital del color y textura. Este fotógrafo y diseñador gráfico procedente de Chicago expresa en sus imágenes una inexistente y nueva Chicago, viva sólo en su imaginario.

Su obra es un canto de amor a una ciudad y a la sencillez de la vida. Sin grandes acrobacias filosóficas que justifiquen su producción, el trabajo de Tim es tan natural como la búsqueda de la belleza en aquellas cosas que alimentan nuestro día a día.

“Quiero que mis fotografías callejeras sirvan para representar lo que veo todos los días y lo que creo que es hermoso. Me gusta fotografiar a la gente, los graffitis, los espacios y los detalles por los que se pasa todos los días y son ignorados. Trato de capturar imágenes de momentos espontáneos en el tiempo que son puros y sin guión. A pesar de que algunas de mis fotografías son un poco oscuras o tristes, aún siento que es hermoso.” (entrevista en Ipaintmymind).

Esa belleza de los detalles cotidianos que quizás pasan desapercibidos, Tim la percibe. Los recoge y acumula como un arqueólogo urbano, influenciado por Chicago, su ciudad, y los Cityscapes que ésta genera. Estas fotografías son la materia prima para el proceso de edición posterior, que colorea de sentimientos subjetivos los muros y calles de su ficticia ciudad particular.

“Mi proceso es siempre un poco diferente para cada obra, pero todos ellos siguen un patrón bastante similar. Mi trabajo siempre comienza con la fotografía. Siempre estoy caminando por la ciudad tomando fotos de cosas que me parecen interesantes. Supongo que lo llamaría fotografía callejera. Después de obtener un sólido conjunto de edificios o tejados fotografiados, entonces me muevo en el collage y la edición conjunta de las mismas. Una vez conformada una composición interesante, comienzo  a añadir algo de color y textura como tratamientos a la pieza. Esta parte es siempre diferente: juego con ella hasta que siento que funciona. Finalmente se hace una fotoedición hasta que se expresan por completo. Yo no sería capaz de crear mi estilo de trabajo sin el uso de la fotografía y del diseño por igual. Para mí van de la mano y son una parte fundamental de mi obra.”

El resultado es una composición irreal formada por retazos reales de ciudad, donde línea y color se entrecruzan sensualmente. Como fotógrafo y diseñador, Tim se ve continuamente atraído por el color y las texturas. Si bien su proceso requiere una edición digital, las imágenes de origen poseen ya como atributos ese potencial juego de colores y texturas.

“Definitivamente me gusta el uso del color en mi trabajo. En su mayor parte, el color de la obra es fiel a la vida, pero generosamente enfatizado. Creo que la  forma en que los edificios se combinan es lo que realmente hace que éste destaque. Por supuesto que los colores son avivados, pero buscando enfatizar lo que ya está ahí.

[…] Creo que las paredes urbanas son interesantes. Me encanta cómo la ciudad se va cubriendo de graffiti y street art, y cómo éstos se tapan con un color feo como solución. A mis ojos lo empeora, pero me gusta la composición y los contrastes que crean”

De la misma manera que las fachadas esconden capa tras capa de pintura los vestigios de intervenciones anteriores, el proceso de edición de Tim Jarosz parece hacer lo mismo, alimentando sus diversas aplicaciones creativas hasta generar ornamentadas interpretaciones de la ciudad original. Su trabajo final, eminentemente visual y estético como diseñador que es, es plenamente vibrante, dinámico y vivo, y es, de alguna manera, la particular visión de Tim hacia su ciudad musa.