Asesinato de ex-miss altera Venezuela
No solo fue el nombre de las víctimas la ex miss Venezuela 2004 y exitosa actriz de telenovelas Mónica Spear, su exesposo, el irlandés Thomas Henry Berry y la pequeña hija de ambos, de cinco años- sino la manera cómo ocurrió el hecho: la noche del Día de Reyes, y después de caer en un bache de la autopista Puerto Cabello-Valencia, en la zona centro costera del país, estallaron dos llantas del vehículo que los transportaba. Poco después una grúa los socorrió. Mientras subían el automóvil en una plataforma para continuar la marcha aparentemente llegaron unos delincuentes para robarlos. Los primeros datos recabados por la policía científica indican que Spear y su familia se encerraron en el vehículo, que fue baleado. Según su manager la actriz recibió un disparo mortal y su exesposo tres balazos. Ambos fallecieron. La niña sobrevivió al ataque con una herida en la pierna.
La amplia divulgación que recibió la fatal noticia la mañana de este martes provocó un estremecimiento pocas veces visto en el país. Las redes sociales estallaron con indignación y tristeza y convirtieron la etiqueta #MonicaSpear en una tendencia nacional. El Gobierno tuvo entonces que modificar su agenda del día. Al mediodía la televisora del Estado Venezolana de Televisión, que hace varios años desterró de su programación cualquier alusión a la rampante inseguridad de este país -que el año pasado, de acuerdo a los estimados de la organización Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), cobró la vida de 24.763 personas-, mostró al presidente Nicolás Maduro reunido con un grupo de artistas chavistas asociados en el colectivo Movimiento de Artistas por la Vida y la Paz. Uno de ellos, Manuel Sosa, fue la primera pareja de telenovela de la actriz asesinada. La habitual voz tronante del Presidente trocó en un susurro que explicaba a los presentes detalles del caso y revelaba también el luctuoso ánimo del país.
A la salida de esa reunión el vocero del colectivo, el actor Roberto Messuti, pidió que no se politizara un hecho trágico. “No lo conviertan en un circo político porque es claramente palpable los esfuerzos del Ejecutivo en materia de seguridad”, agregó el director de la policía científica José Gregorio Sierralta cuando informó los primeros detalles del doble homicidio. Ambos comentarios revelaron la principal crítica hecha por el chavismo a lo largo del día. No obstante, todas las declaraciones de los voceros oficialistas resultaron insuficientes para contener la crisis comunicacional desatada. Con genuino dolor las figuras públicas contrarias al gobierno no escatimaron críticas contra los fallidos planes de seguridad y colocaron muy de relieve el fracaso del chavismo en combatir la violencia ciudadana en los últimos tres lustros. De Spear resaltaban no solo el trágico destino de su hija huérfana, sino también su inmensa espiritualidad y un apego a su tierra que muchos han puesto en duda en los últimos tiempos.
La muerte también ocurre justo cuando el gobierno intenta rescatar el turismo interno mediante un eslogan que promociona a Venezuela como un destino “chévere” (magnífico, en la jerga local), al tiempo que casi tacha de traidores a la patria a los líderes políticos opositores que se fueron de vacaciones al exterior durante las recientes festividades de fin de año. El gremio artístico también la emprendió contra el principal artífice de la campaña, el ministro de esa cartera Andrés Izarra, quien ha minimizado el impacto de la inseguridad en el turismo nacional y extranjero. En 2010, por ejemplo, se mofó en una entrevista con la cadena CNN de las cifras presentadas por el OVV. En 2013 la organización calculó que en Venezuela asesinaron a 79 de cada 100 mil venezolanos. El ministro del Interior y Justicia Miguel Rodríguez Torres ha refutado esas informaciones y asegura que en 2013 se redujeron 17% los homicidios y 51% los secuestros, con una tasa de 39 personas que perdieron la vida por cada 100 mil habitantes.
A los venezolanos, sin embargo, parece importarles poco la diferencia entre los cálculos y en general cualquier alusión a las explicaciones de algunos voceros del gobierno, que buscan “en los antivalores generados por el capitalismo” la explicación a la violencia generalizada que vive el país. Hay mucho dolor e indignación. Maduro pareció acusar ese sentimiento porque a mitad de la tarde del martes, mientras esperaba la visita de su homólogo Evo Morales en el aeropuerto de Maiquetía, decidió dar una segunda declaración a los medios del Estado mucho más firme que la primera.
El Presidente comenzó su intervención revelando que había conversado con los investigadores de la policía científica para encontrar la razón “a la saña criminal” con la que acribillaron a Mónica Spear y su familia. Luego dijo que ajustará los planes de seguridad y que se reunirá este miércoles con todos los gobernadores del país y los alcaldes de 79 municipios donde es más crítica la criminalidad. La advertencia más fuerte la reservó para el final: “Si bien le he tendido la mano a los jóvenes que están en la antivida, también iré a fondo contra los que quieran matar a hombres y mujeres de bien. Le hablo a los criminales: ¿qué explicación tienen para matar? Lo digo con indignación y dolor. Yo asumo mi responsabilidad. El que quiera venir a matar va a tener mano de hierro. Que nadie se equivoque”.
La oposición política tampoco fue indiferente al doble homicidio. El líder Henrique Capriles y otros relevantes cargos como el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, expresaron sus condolencias. Capriles incluso fue mucho más allá y escribió en su cuenta de Twitter en horas de la mañana antes del anuncio de Maduro: “Nicolás, te propongo poner de lado nuestras profundas diferencias y unirnos contra la inseguridad en un solo bloque”. Hasta ahora no está confirmada la hora de la reunión, pero todo parece indicar que es más que posible un encuentro cara a cara entre los principales rivales de la política local. Sin embargo, Capriles aclaró a EL PAÍS que no tenía información sobre esa cita. “Ahora, con respecto al tema de la inseguridad de los venezolanos siempre estaré dispuesto a hablar y trabajar sea quien sea. Para mí es un tema sagrado”.
Spear, nacida en Maracaibo, estado Zulia, en 1984, tuvo un corto pero fulgurante paso en la televisión venezolana. Protagonizó culebrones en Venezuela -Mi prima Ciela y La mujer perfecta- antes de residenciarse en Estados Unidos en 2011, donde estaba contratada por la cadena Telemundo. Era solo una etapa en su vida. Tímida, más bien despistada, siempre escogió regresar al país a pesar de las ofertas que, según sus compañeros, tenía en Los Ángeles. Quizás lo que más duela a sus seguidores es la cruel muerte que le ha correspondido a ese temperamento optimista.