Clásicos de la literatura ganan un lugar en el cine

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El Pop Literario del viernes momentáneamente deja de lado la basura y las rarezas para hablar de dos producciones cinematográficas actuales, llenas de estrellas y de apelación en los medios de comunicación. Se trata de dos clásicos de la literatura adaptada al cine. La primera, la novela romántica Anna Karenina escrita en el siglo XIX por Leon Tolstoi y la segunda el Gran Gatsby del autor norteamericano F. Scott Fitzgerald que fue escrita en el siglo XX. Ambas exhibiciones son verdaderamente prometedoras.

El avance de “The Great Gatsby”, película dirigida por el  australiano Baz Luhrmann, con Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire y Carey Mulligan, ha sido elegido para abrir el Festival de Cine de Cannes en mayo. Y “Anna Karenina”,  romance del escritor ruso León Tolstoi debuta con una buena recepción de la crítica. Tiene a Keira Knightley, Jude Law y Kelly MacDonald en su elenco de actores y el guión de Tom Stoppard con un Oscar en la mano.

Ambas películas parecen muy buenas opciones. Será difícil que ambas sean juzgadas en bloque. Llenar una casilla pobre en una película escrita por Stoppard es poco probable. En el caso de Luhrmann, director de “Moulin Rouge”, famoso por sus excesos carnavalescos, la exageración no debería ser ninguna sorpresa.

Ana Karenina

La Anna Karenina de Joe Wright es una modélica adaptación de la célebre novela de Lev Tolstoi, cien veces superior a la realizada por Julien Duvivier (1948), con Vivien Leigh como protagonista, y que puede compararse sin rubor con la interpretada, bajo las órdenes de Clarence Brown, por Greta Garbo (1935).

Su primer rasgo de originalidad es que el trasvase entre literatura y cine produce un cortocircuitado por el teatro, no en vano es el insigne Tom Stoppard el adaptador. Wright propone una representación teatral de la obra desde el momento en que se levanta el telón. Vemos los decorados, que van cambiando sobre la marcha, sin interrupción, de manera que un suntuoso salón se convierte ante nuestros ojos en un lujoso restaurante; un despacho en un palacio, etcétera. Los trenes son de juguete, a un paisaje nevado se accede por una puerta del escenario. La estrategia viene acompañada por una extraordinaria fluidez de la cámara, una cascada de planos, travellings, planos circulares y coreográficos arabescos que insuflan un ritmo muy persuasivo.

Ya en su sobresaliente Orgullo y prejuicio, Wright nos pareció un hermano de sangre de Brian de Palma por su virtuosismo narrativo. Aquí, además, recuerda al mejor Kenneth Branagh, el Branagh de Hamlet. E incluso al Visconti de El gatopardo en la espléndida escena del baile y por ese viento de decadencia que ya sopla detrás de su atmósfera de esplendor.

Pero en Anna Karenina no sólo hay artificio. Hay también, y en dosis generosas, pasión, melodrama de alta temperatura y, sobre todo, personajes creíbles, emocionantes, cargados de razones y superlativamente interpretados. Keira Knightley, otra vez, gran dama del cine de época, se lleva la palma por la importancia del personaje titular. Pero Wright los ha mimado a todos, todos tienen su gran momento emotivo. No hay academicismo en Anna Karenina, ni afectación. Todo fluye con fuerza, temperamento y solidez cinematográfica. A un palmo de la obra maestra.

El gran Gatsby

El gran Gatsby, la nueva adaptación de la novela de F. Scott Fitzgerald que protagoniza Leonardo DiCaprio, será la cinta encargada de abrir la edición número 66 del Festival de Cannes. La película, dirigida por el australiano Baz Luhrmann, está fuera de competición, pero se podrá ver el 15 de mayo en el Teatro Lumière de la ciudad gala. Es la tercera vez que El gran Gatsby tiene una versión cinematográfica. La primera fue en 1949, dirigida por Elliott Nugent, con Alan Ladd como protagonista. Y la segunda, en 1974, por Jack Clayton, con Robert Redford.

En el reparto, acompañan a Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Tom Buchanan, Isla Fisher, Jason Clarke, George Wilson y Elizabeth Debicki.

De este modo, por segunda vez en la historia, abrirá el festival una película en tres dimensiones, después de que en 2009 lo hiciera el film de animación Up, obra de los estudios PixarLuhrmann definió como un “orgullo” y “gran honor” el hecho de inaugurar la esperada cita en Cannes, que contará con Steven Spielberg como presidente del jurado.

La película, cuyo estreno se ha retrasado algunos meses, está ambientada en los años 20 en la costa este de Estados Unidos, y cuenta la vida de Jay Gatsby, interpretado por Leonardo DiCaprio, a partir del testimonio de su amigo Nick Carraway, encarnado por Tobey Maguire. En la película también participan Carey MulliganJoel Edgerton, además del actor indio Amitabh Bachchan y del rapero estadounidense Jay-Z.

El gran Gatsby se estrenará el mismo día del inicio del festival en las salas comerciales de Francia. Será la tercera vez que Luhrmann aparezca en el Festival de Cannes, que ya le acogió en 1992 en la sección Una cierta mirada por su obra El amor está en el aire y nueve años después cuando abrió la muestra con Moulin Rouge. Para DiCaprio será su segunda vez en La Croisette, que ya pisó en 2007 para la presentación del documental de temática ecologista que produjo La hora 11 (La hora once).