Duda Monteiro, periodista de Veja en torno a la impactante serie Adolescencia

Por Redacción dat0s (entrevista)
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Duda monteiro de Barros
Foto: Captura video

Ciberbullying y dificultades para controlar lo que los chicos hacen en la red.

La serie de Netflix que se ha convertido en un fenómeno mundial muestra a un matrimonio común del interior de Inglaterra devastado. Jaime su hijo de 13 años está detenido acusado de matar a una compañera de colegio. “Él no salía de su habitación, llegaba cerraba la puerta de su cuarto y pasaba horas en el computador. Nunca decía nada”, recuerda su madre, destrozada por no haber conseguido introducirse en el impermeable cotidiano virtual del joven, que sufría bullying.

La obra, el mayor fenómeno de audiencia de la plataforma de streaming ya registra 97 millones de visualizaciones en 71 países de acuerdo a un reportaje elaborado por la encuestadora MindMinders especializada en estudios on-line publicado el pasado viernes por la revista Veja.

Dat0s conversó con Duda Monteiro de Barros responsable del reportaje. Ella profundiza con algunos datos. “Realizar el reportaje me hizo sentir en dos mundos paralelos. La encuesta ayuda a medir la distancia que existe entre los adolescentes y sus progenitores, que muchas veces ni siquiera se dan cuenta como los laberintos de internet los separa de sus hijos y los riesgos que conlleva esa ausencia”.

Reveladoras encuestas

La pesquisa de MindMinders tomó 1000 muestras de padres y madres de hijos entre 10 a 18 años. El retrato que emerge del estudio es preocupante admite la periodista, son los siguientes:

  • “48% de los consultados admite que sus hijos usan celular en su tiempo libre
  • 50% admite ser flexible en relación al tiempo de exposición de sus hijos en las pantallas del celular y que no imponen condiciones para su uso
  • 27% considera que los chicos pasan excesivas horas aislados en sus cuartos
  • 33% se sienten inseguros o muy inseguros en relación a los contenidos al que acceden
  • 29% sabe poco o nada sobre las interacciones de los chicos en las redes
  • 27% admiten que sus hijos han sufrido algún tipo de ciberbullying”

Los pavimentos del miedo

Monteiro de Barros afirma que “la normalización de pensamientos contaminados por la intolerancia funciona como una especie de pegamento social, estableciendo vínculos entre unos y dejando fuera a otros. Este es el caso de Jaime, el chico de Adolescencia. Es un giro perverso que ha existido siempre, pero que cobra un nuevo cariz en estos tiempos en los que las redes magnifican casi todo”.

En base al trabajo de la tapa de la revista, la periodista relata un reciente episodio: “A principios de año una escuela tradicional de São Paulo, suspendió a 34 jóvenes y expulsó a cuatro después de que saliera a la luz un caso de acoso escolar ocurrido en el ágora de WhatsApp. En ese ambiente, estudiantes de tercer año de secundaria obligaban a sus compañeros de primer año a realizar tareas humillantes y grabar videos con mensajes misóginos. Los abusos ya eran conocidos, pero un pacto de silencio, pavimentado por el miedo, encubrió la práctica. Un día, la historia apareció y el colegio actuó rápidamente, determinando, además de la suspensión, la participación de los involucrados en reuniones para reflexionar sobre su postura. El episodio reforzó el compromiso de discutir las relaciones de género, los prejuicios y la masculinidad con todos los estudiantes”.

Otro de los riesgos de acuerdo a Monteiro es la creación de un lenguaje que válida este comportamiento y hasta es probable que otorgue una consistencia inapropiada al uso de determinadas expresiones. “La palabra incel (célibes involuntarios), red pill (referencia al movimiento misógino) y beta (hombre sumiso), todas imbuidas de la idea de que la mujer es la torturadora, ampliamente difundida en las redes por personas mayores que se destacan como influencers, difundiendo aberraciones en TikTok e Instagram. Un contenido tan distorsionado rodeado de odio no sirve de nada al martillar en la cabeza de un joven en plena formación”, explica Monteiro

Cómo poner freno o atenuar esta tendencia

Cada familia debe poner reglas, como ocurrió con el hijo mayor de la narradora Isabel Reis, de São Paulo. Pasaba horas en su habitación, riéndose de chistes que denigraban a las minorías. Ella actuó en dos frentes: prohibió al chico mantener perfiles en redes sociales y, después, lo llevó a terapia.

Muchos casos han saltado a colegios y lugares públicos, la película demuestra eso

Los educadores coinciden en que la prohibición del uso de teléfonos inteligentes en las escuelas, vigente desde el inicio del año escolar en Brasil, ha frenado en cierta medida algunos problemas derivados de las interacciones en las redes, pero no ha resuelto ni remotamente un problema de capas tan profundas. Hay muchos países que están tomando medidas de ese tipo. En Inglaterra a partir del film el primer ministro ha exigido que se genere un debate público y se exhiba la serie en los colegios. La serie Adolescencia sirvió para poner el tema en el foco de atención y en los círculos de debate, animando a los padres a llevar sus preocupaciones a las escuelas. Además, de las conversaciones sobre el uso de celulares y redes, ya comunes, en varias ciudades de Brasil, las escuelas preparan nueva programación en el escenario post-serie.

 

"Todo intelectual tiene la obligación moral de poner en discusión las decisiones que emanan del poder político"

Jean Paul Sartre
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