El traductor de cómics de X-Men y Spider-Man visita la FIL paceña

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Foto: J.M.R.

Desde hace más de 20 años, el español Santiago García crea  cómics y escribe sobre historietas. Se hizo conocido bajo el seudónimo Trajano Bermúdez. Cobró popularidad por su trabajo en la traducción del inglés al español de Spider-Man y X-Men, además por haber dirigido importantes revistas del género, entre ellas U y Volumen.

García visita Bolivia para dictar un taller denominado  Creación de guión para historieta, que se realizará este fin de semana, en el marco de la   XX   Feria Internacional del Libro 2015.   En una entrevista, el español comentó que su acercamiento a Bolivia es parcial, ya que solamente ha leído el trabajo de Marco Tóxico Guzmán, a quien conoció personalmente en Colombia hace un par de años.  “Lo considero un ilustrador muy potente y de primer nivel internacional, muy atento a las últimas tendencias”, señaló. 
Por lo demás, confesó que lamentablemente conoce poco de la literatura y la cultura boliviana en general. “En España se ha hablado con cierta frecuencia de Bolivia durante estos últimos años y casi siempre en relación con la actualidad política, lo que quiere decir que casi todas las opiniones llegan muy polarizadas en función del signo de quien opina. Es por eso que por lo general prefiero reservarme la opinión hasta que he estado en un sitio y lo he visto de primera mano. Uno se lleva grandes sorpresas al contrastar lo que cuentan los medios de comunicación y lo que se ve a pie de calle. Y precisamente ése es para mí uno de los alicientes de mi visita a Bolivia, poder contactar de primera mano con la realidad del país”, dijo.
Además -en lo que concierne a su campo de interés-, quiere descubrir “qué otros talentos hay trabajando junto a Marco en el ámbito de la historieta”.
Para García, el poder llegar a indagar en carne propia la realidad boliviana es algo que lo estimula extraordinariamente. “Precisamente esto entronca un poco con las intenciones que tengo para el taller. Dos sesiones tal vez serían muy cortas para desarrollar un trabajo de creación medianamente serio, y en todo caso tampoco me creo que yo deba enseñar a nadie cómo se hace un cómic. Pero lo que sí es interesante, en ocasiones, es reunirse con autores de otro lugar, especialmente autores jóvenes, y poner en común expectativas, ilusiones y proyectos, discutir los desafíos creativos y profesionales a los que nos enfrentamos”, dijo.
En la feria,  García espera  conocer los sueños y problemas de los participantes del taller, ofrecerles su opinión y su experiencia. “Eso es lo que me gustaría hacer, escuchar y, con un poco de suerte, ayudar a orientar según mis propias experiencias”, adelantó. 

Entre sus últimas publicaciones se encuentran las novelas gráficas Beowulf, con David Rubín, Fútbol. La novela gráfica, con Pablo Ríos y Las meninas, con Javier Olivares, con la cual ganó el premio a la mejor obra nacional en el Salón del Cómic de Barcelona de 2015.
Además, en diciembre de  este año aparecerá el primer volumen -de lo que el escritor indicó como una serie de sátira política y acción- titulado ¡García!, que realizó con Luis Bustos, también saldrá este año Yuna, una novela gráfica de ciencia-ficción sobre inteligencia artificial, con Juaco Vizuete.
Hacer un guión para historietas
García es guionista de historietas y trabaja con muy diversos dibujantes en diversos proyectos. Consultado sobre este oficio, el autor respondió: “Mi trabajo consiste principalmente en compenetrarme con ellos (dibujantes) y ayudarles a producir una obra final en cuyo resultado no pueda distinguirse la mano de uno y de otro. Es decir, un cómic no puede ser un texto ilustrado, sino que, lo que llamaríamos la parte literaria y la parte gráfica, han de ser lo mismo”.

Para García,  el guionista de cómics tiene que pensar de forma visual, no es un escritor de prosa que simplemente entrega un argumento a un dibujante.  “En ese sentido, mi trabajo está ya determinado desde el principio por quién va a ser mi compañero en esa obra, pues no todos los dibujantes dibujan lo mismo ni de la misma manera, así que yo tampoco escribo lo mismo para unos o para otros”, dijo.   El español, a partir de ese punto, realiza varias fases de trabajo que acaban concretándose en un guión aparentemente muy detallado, pero que en realidad es sólo una invitación para el dibujante, con quien sigue trabajando a continuación, como él ha colaborado previamente en la escritura.

“Un cómic no puede ser un texto ilustrado, sino que, lo que llamaríamos la parte literaria y la parte gráfica, han de ser lo mismo”. 
García