Gastón Ugalde (1944 – 2023) “La muerte es en colores”

Gastón observa la distancia de la soledad en una maqueta blanca indescriptible, es el salar de Uyuni. El árido espacio ubicado en el altiplano de la cordillera andina a una imponente altura de más de 3.600 metros sobre el nivel del mar donde viajaba al menos una vez al mes, en promedio, a veces incluso hasta dos a tres. El video pasa en la pantalla instalada en su homenaje donde se ven otras tantas fotos con amigos y recuerdos. Gastón se había impuesto con voluntad casi sacristán volver este recorrido blanco en una transición colorida. Él se encargaba de volverla prismática, recuperable y colorida. “No se quien ha dicho que la muerte es oscura, yo definitivamente creo que la muerte es en colores”. Gastón le dedicó gran parte de su obra al color, la imagen y la transición del color. Esto diciendo, encontraba en esta relación conceptual y creativa de la descomposición del color, la muerte. “Un lugar que representa la muerte, es por eso que vuelvo todo el tiempo, obsesionado con la muerte, prefiero vivirla cada vez que vengo”

El sábado 14 mientras el eclipse se encontraba en pico y una veintena de pajarillos hilvanaban trinos agudos frente a la ventana donde alguna vez funcionó su estudio, hoy la casa de su hermano menor Miguel Ángel, el actor central de esta magia, se desdoblaba a las alturas del más allá. A las 3 de la tarde Gastón Ugalde dejaba la vida terrenal.

Amigos, parientes, cientos de personas pasaron ayer el registro de su inapelable arte en el segundo piso del Salar, el nombre que llevaba su galería, donde se veló; una vivienda de cinco plantas en las que tomó cuerpo su monumental obra. Personas de todas las edades lloraron su partida entre la innumerable familia que se reunió para despedirlo.

El escritor Mariano Baptista tomó el micrófono y relató un episodio de hace pocos días. Dos estudiantes universitarios habían llegado a su vivienda para conocer cuáles eran los escritores que le influenciaron. “Es difícil -les dijo escoger a uno podrían ser quince, diez o uno”. Pero les mencionó a Orwell -autor del libro 1964- que predijo lo que nos iba a suceder al mundo entero en el socialismo y a Nikos Kazantzakis – autor de Sorba el griego-, a quien Baptista encontró un paralelo excepcional con Gastón Ugalde. “Era un ser ubérrimo con una sabiduría natural”, destacó el escritor y periodista.

“Morir es un episodio inevitable en la vida que nos va a tocar a todos, pero proyectarse con obra del bien es un privilegio de los artistas; estamos celebrando a un hombre que ha dejado una estela de creación, innovación, un hombre que ha valorado sin que nadie le pague un centavo una región a la que ha entregado su vida en materia artística: el salar de Uyuni. Todos le debemos un homenaje de gratitud, de fe y fraternidad, no vamos a despedirlo con lágrimas sino con sonrisas como él hubiera querido”.