Las 10 mejores películas de animación para adultos

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Por sus dibujos y colores pueden parecer sencillas e ingenuas, hechas para los más pequeños de la casa. Pero no siempre es así. Hay películas de animación que son más apropiadas para espectadores más adultos, o cuanto menos dejan una huella más profunda en estos.

Los críticos culturales de la BBC, Nicholas Barber y Owen Gleiberman, seleccionan diez de los mejores filmes de ese género para adultos.

Bambi (1942)

Basada en la novela Bambi, una vida en el bosque escrita por el autor austríaco Felix Salten y publicada en 1923, la película es uno de los principales logros animados de la compañía estadounidense Walt Disney.

Y aun así muchos padres no dejarían que sus hijos la vieran.

La razón es la conocida y perturbadora primera escena en la que la bala de un cazador alcanza a la madre de Bambi.

Pero es eso mismo lo que hace que este clásico sobre un ciervo sea mucho más inolvidable para los adultos que para los niños.

Y es que, más allá del adorable protagonista, un cervatillo antropomorfo, el filme es un verdadero relato sobre el ciclo de la vida.

Desde su impactante inicio, la película convierte los bosques en un diorama pastoral salpicado de misterio.

Y la secuencia del incendio, en el que Bambi debe escoger entre actuar o morir, puede que sea la secuencia más poderosa de todas las películas animadas de Disney, dice Barber.

When the Wind Blows (1986)

La película When the Wind Blows(Cuando el viento sopla), basada en una novela gráfica homónima de Raymond Briggs, se estrenó en Reino Unido hace casi dos décadas.

Se puede considerar un híbrido entre los dibujos animados y el stop-motion, una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.

Los protagonistas, Jim y Hilda Bloggs, están dibujados, pero su hogar de Sussex, un condado del sur de Inglaterra, y la mayoría de los objetos que hay en ella son reales.

El filme describe un ataque nuclear en Reino Unido orquestado por la Unión Soviética desde la perspectiva de esta plácida y bien educada pareja de pensionistas, a quien dan voz los actores ya fallecidos John Mills y Peggy Ashcroft.

El matrimonio mantiene la calma ante el ataque, pero esto no los salva del envenenamiento por radiación.

Es una sátira que provoca risas y llantos, se burla cariñosamente de la ingenuidad de la pareja pero hace arder en ira ante la injusticia de una guerra nuclear.

“Es una obra maestra, aunque nadie la vea en Navidad”, dice Barber.

Yellow Submarine (1968)

Este cuento de hadas pop protagonizado por la versión animada de la banda británica The Beatles supuso una revolución en el cine, dice Gleiberman.

“De la noche a la mañana demostró que la corriente principal de la animación, la que fuera durante tres décadas un feudo de Disney, podía ser una locura psicodélica“, recuerda.

La película, que comparte el título con una canción de The Beatles, cuenta cómo Pepperland, un alegre paraíso musical bajo el mar protegido por la Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band, es atacado por los Blue Meanies (Malditos azules).

Estos odian la música y encierran a la banda en una burbuja, paralizan a los ciudadanos y lo vuelven todo azul.

Así que el filme tiene muchas características atractivas para los niños.

Sin embargo, sólo un público adulto puede apreciar su virtuoso eclecticismo visual, desde los oníricos paisajes a la escena de Liverpool, en la que suena la canción Eleanor Rigby del álbum Revolver, y que parece una obra del artista pop estadounidense Andy Warhol.

Grave of the Fireflies (1988)

Si estás de humor para una ración doble de un fantástico pero depresivo alegato contra la guerra, después de ver When the Wind Blows podrías optar por este filme.

Y es que Grave of the Fireflies (La tumba de las luciérnagas), la primera película dirigida por Isao Takahata con el Studio Ghibli y el tercer largometraje del estudio, también trata de un bombardeo apocalíptico y un par de inocentes que luchan por sobrevivir.

La película está ambientada en el Japón de finales de la Segunda Guerra Mundial, y los inocentes que retrata son un joven y su hermana menor, de mejillas sonrosadas.

La cinta relata cómo la aviación estadounidense somete las ciudades japonesas a continuos ataques aéreos.

En uno de los bombardeos, la ciudad de Köbe se convierte en un infierno humeante para Seita, de 14 años, y su hermana pequeña Setsuko, de 5 años, hijos de un oficial de la marina japonesa.

Los hermanos pierden a su madre en el ataque y terminan viviendo por su cuenta en un refugio antiaéreo abandonado.

Entonces, las cosas comienzan a irles realmente mal.

“Es insoportable, pero esencial”, dice Barber.

Wallace and Gromit: The Curse of the Were-Rabbit (2005)

No es solo por el toque retro de la técnica de animación en volumen, basada en figuras de plastilina, empleada en ella por Nick Park y Steve Box.

La película Wallace and Gromit: The Curse of the Were-Rabbit, traducida al español como “Wallace y Gromit: la batalla de los vegetales” o “La maldición de las verduras”, se hace notar también por la naturaleza un poco chiflada de su humor.

El hecho de ser adulto ayuda a apreciarla, ya que hace muchas referencias a la cultura pop.

El filme muestra a Wallace, el héroe inventor, y su mudo pero mucho más inteligente perro Gromit intentando salvar un concurso de vegetales gigantes de la amenaza de un conejo monstruoso. Y describe así una especie de normalidad absurda.

Pero aún encuentra tiempo para un clímax en el que Gromit salva el día pilotando un avión de hélices y haciendo maniobras dignas del héroe de acción Indiana Jones.

Waking Life (2001)

El director y guionista estadounidense Richard Linklater es más conocido por su proyecto Boyhood (traducida como “Momentos de una vida”), rodada durante 12 años, nominada a varios Premios Oscar y merecedora del galardón a la mejor actriz de reparto.

Sin embargo, antes de que se embarcara en ese rodaje ya había demostrado cuán original y atrevido podía ser.

Lo hizo con Walking Life (Despertando a la vida) en 2001.

Esta película de animación se mueve entre el documental y el drama, y conecta vagamente reflexiones sobre la mecánica cuántica, la neurobiología, la reencarnación y la naturaleza de la realidad.

Fue filmada mediante la técnica de rotoscopia y en video digital, para luego ser editada por un grupo de artistas mediante el uso de computadoras.

Algunos cínicos podrían decir que las imágenes, dignas de un viaje con ácido, son una táctica para mantener la atención de los espectadores cuando la teorización alcanza un nivel demasiado pretencioso, señala Barber.

Pero el mareo de la sala de los espejos también ilustra la tesis central de la película: que el mundo que nos rodea bien podría ser un sueño.

Persépolis (2007)

En un principio podría parecer una contradicción que una entretenida película de animación trate un tema de una profunda seriedad.

Sin embargo, tras ver la adaptación de la novela gráfica de Marjane Satrapi sobre su infancia y adolescencia en Irán antes, durante y después de la Revolución Islámica de 1979, se hace duro pensar que los filmes de este género no se estén utilizando para narrar realidades tan relevantes.

Persépolis, la película, recrea el estilo deliberadamente plano y monocromático, pero a la vez elegante de Satrapi.

Pero no hay nada negro y blanco, plano, en el carácter de su protagonista.

Al contrario, ella siempre se muestra en rebeldía, no sólo contra el régimen persa, sino también ante los mimados extranjeros que conoce en París y su propia naturaleza escéptica.

El resultado es a la vez trágico y edificante. Más alejada de una película para niños, imposible, según Gleiberman.

The Triplets of Belleville (2003)

La gloriosamente excéntrica ópera prima del caricaturista y director de cine francés Sylvain Chomet desafía cualquier descripción.

Les triplettes de Belleville (traducida como “Bienvenidos a Belleville” en España y “Las Trillizas de Belleville” en América Latina), un filme surrealista y esencialmente francés, narra el secuestro de un ciclista, Champion, durante el Tour de Francia por parte de la mafia francesa, y cómo su abuela, Madame Souza, y su perro Bruno emprenden su búsqueda, con la ayuda de tres viejas estrellas de musical conocidas como “las trillizas de Belleville”.

Es una divertida y loca comedia, pero con un sabor melancólico y aterrador.

Fue hermosamente dibujada y pintada a mano pero, aun así, no fluiría tan bien si no fuera por los retoques digitales de última generación.

Y su banda sonora es un nostálgico tributo a Josephine Baker, Jacques Tati y Max Fleischer, entre otros.

“Algo que nunca antes se había visto”, asegura Barber.

Fantastic Mr Fox (2009)

El director estadounidense Wes Anderson inyecta ironía en vena a la audiencia, y esta adaptación de una novela para niños de la década de 1970 del británico Roald Dahl, el autor de clásicos como “Charlie y la fábrica de chocolate” y “James y el melocotón gigante”, no iba a ser diferente.

La historia comienza con el Sr. Fox, un zorro que roba las gallinas de los agricultores.

Por el argumento podría parecer apto para un público infantil, pero en gran parte de la película los niños no se enterarán de nada.

En esto tienen que ver tanto los chistes sobre bienes raíces o como los comentarios de Mr Fox.

Este personaje, a quien da voz el actor estadounidense George Clooney, explica en un tono serio y cívico que roba pollos porque es “un animal salvaje”.

Pero es su artificialidad, como la de los movimientos desiguales o el humo hecho de algodón, lo que curiosamente hace que Fantastic Mr Fox (traducido como “El fantástico sr. Fox” o “El fantástico señor Zorro”), rodada con la técnica de toma fija, parezca tan real, dice Gleiberman.

Chico & Rita (2010)

La bebida, el tabaco, el jazz, el racismo… son cuatro de los temas sobre los que trata Chico & Rita, la película española de animación dirigida por los cineastas Fernando Trueba y Tono Errando, y el diseñador Javier Mariscal.

Y el quinto es el sexo.

Aunque eso no implica que este romance nominado al Premio Oscar sea pornográfico.

Eso sí, es uno de los pocos filmes animados que reconocen que a dos adultos les pueda apetecer quitarse los pantalones el uno al otro con consentimiento.

Uno de esos dos adultos en Chico, un ambicioso y talentoso pianista cubano.

Y la otra es Rita, la cantante que lo hechiza con su voz y sus curvas de reloj de arena.

La película estéticamente recuerda los colores brillantes y los contornos buen delineados de los cuentos para niños.

Está ambientada en La Habana, París y Nueva York, y en el fondo es un homenaje al jazz latino y al cine de Hollywood de las décadas de 1940 y 1950.

Y es que los protagonistas dedican su vida a la música.

Pero en el momento en el que Chico escucha a Rita cantar enfundada en un vestido amarillo, queda claro que en tienen algo más en mente.