Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´Roll) | Novena entrega

Los invitamos a leer la novena entrega del libro escrito por el editor de dat0s, Carlos Rodriguez San Martín.
La televisión uno de los grandes descubrimientos. Periodismo en la FAFICH de Belo Horizonte. La visita de la señora Williams a BH termina en golpe de Estado en Bolivia. El refugio político en Lima. La UDP al poder.
Maldox Williams estudió jornalismo (periodismo en traducción en español), en la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la UFMG en Belo Horizonte, Brasil. A su padre le habría gustado que estudiará alguna de las ramas del Derecho o algo por el estilo, aunque inconscientemente el legado del papel que él mismo había fomentado con la lectura de Life podría explicar la elección. La narrativa de la revista marcó el destino: el periodismo. Sería difícil escoger un guerrero en otra trinchera, así que aceptó recordando que los hombres vencen los desafíos aprovechando la materia que los ayuda a forjar en sus primeros pasos. El código genético de cada uno.
En la UFMG Maldox no acabó de aprender todo, en realidad aprendió más afuera que adentro, es lo que ocurre generalmente. El joven estudiante pensaba que no podría defraudar la gran oportunidad estudiando fuera de Bolivia, siempre convulsionada y en crisis, donde la Universidad acababa cerrada por las dictaduras militares. Mensualmente, eso sí, el señor Williams solventaba un cheque para pagar los estudios del hijo del medio de tres hermanos. Una vez al mes pasaba en la tarea de redactar una carta mecanografiada en la que desplazaba el cheque cuidadosamente envuelto en papel carbónico para burlar al servicio de correos que en su interior viajaba el valor del City Bank.
Cuando Maldox llegó a Belo Horizonte poseyó los fragmentos compuestos en la vitalidad de los grandes nombres que pasaron por las páginas coleccionables de Life y sus titulares. Los libros que se escribían por capítulos edición tras edición, los de Ernest Hemingway, Truman Capote, Scoot Fitzgerald; las historias capituladas sobre la crisis del comunismo; el complejo mundo del psicoanálisis de Freud; las memorias de Einsenhower y las narrativas de grandes historias.
El primer semestre Maldox se destacó en los estudios y para las vacaciones de medio año – en julio de 1981- la señora Williams decidió visitarlo en Belo Horizonte a manera de alentar su nueva vida en las aulas universitarias. Las vacaciones del primer semestre de Maldox coincidían con las de la señora Williams que después de las agotadoras reuniones del Comité Político de la UDP, la mayoría de ellas en su domicilio que duraron casi por dos años, se merecía un descanso; el frente de partidos de izquierda se disponía a asumir el gobierno luego de ganar las elecciones democráticas, las primeras que se cumplían tras largos años de dictadura. Madre e hijo se estrecharon en un prolongado abrazo por la satisfacción del deber cumplido. Así que sin más preámbulos le regaló un televisor que abonaría en sus conocimientos de la universidad.
La industria de la televisión en Brasil ya entonces comenzaba a ser equiparable a la de los Estados Unidos. Había creado una sorprendente red de comunicación, TV Globo en primer lugar, aunque casi a la par la Red Banderaintes le seguía los pasos de cerca. Un nivel espectacular de programación que los docentes recomendaban seguir a los alumnos en las técnicas que se usaban para la producción de reportajes de investigación. O las notas que presentaba de sus corresponsales desde París, Londres, Nueva York, eran verdaderamente imperdibles. Además, cuando se trataba de transmisiones en vivo, las carreras de F1 o alguna final de fútbol.
“Un televisor me ayudará con los estudios”. – le dijo Maldox a la señora Williams que no espero para sellar la compra de un Philips a vista en las Lojas Pernambucanas, el más grande comercio de artefactos eléctricos de Brasil. La industria de la televisión fue una de las más prosperas en la era de la revolución industrial. Apareció en esas cajas con pantalla incorporada en las páginas de propaganda de Life destacando su encanto en imágenes casi ritual. Cada nueva marca incorporaba alguna novedad. La red se estaba tejiendo como lo había descrito el jesuita Jean Chair Telhard en los 30´; la evolución de los mini transmisores que los comparó con la Unidad del Cuerpo de Cristo (lo que ahora se denomina Red Social, ya se había trazado entonces), y que, a Telhard, le valió la excomunión de la Iglesia Católica. Una copia de esa síntesis tan verdadera y válida fue expuesta 50 años después por Marshall McLuhan con su “aldea global”.
Los anuncios de Life para equipar tu hogar con los adelantos de la tecnología. “Los tres por el precio de una”. “Televisor, fonógrafo y radio de alta fidelidad. Olympic líder mundial en combinaciones. ¿Por qué conformarse simplemente con un televisor? Ahora gracias a Olympic puede usted tener un televisor de pantalla gigante…más un fonógrafo automático de 4 velocidades y de alta fidelidad… más una radio de alta fidelidad…todos en un mueble de lujo… todos por virtualmente el precio de un televisor. Vea usted estas impresionantes combinaciones de alta calidad y los modelos de mesa, radios, radio fonógrafos y consolas en el establecimiento del distribuidor Olympic hoy mismo”, rezaban los anuncios de Life.
La televisión nació con el cambio incorporado. La analógica por la digital y el blanco y negro por el color. Agresividad, talento y siguiendo esa premisa los programas se adaptaron a la nueva realidad.
El mismo día en el que la señora Williams compró el Philips a Maldox, ocurrió lo que ninguno de los dos había pensado. A la hora del Jornal Nacional, el televisor sonó la primera noticia ¡chuchurururumchurururm! “Golpe de Estado na Bolivia”.
Ya se venía hablando que un grupo de militares apoyados por grupos paramilitares a la cabeza del nazi Klaus Barbie gestarían un anacrónico ensayo para interrumpir el proceso democrático en curso. Cuando se apresuraron para llamar por teléfono a la casa de los Williams en La Paz, las líneas estaban interrumpidas. Recién un día después el señor Williams les comunicó que la casa había sido intervenida por un grupo de civiles armados que preguntaban por el paradero de la señora Williams. “Dónde está para quemar a los comunistas”, gritaban los agentes. Luego de requisar la vivienda, el grupo armado integrado por unos 20 hombres abandonaron la casa de los Williams.
Maldox y su madre viajaron a Sao Paulo para establecer desde la clandestinidad algún tipo de contacto político y para denunciar el golpe paramilitar tomaron contacto con el gabinete del entonces gobernador Paulo Maluf. El hombre de uno 50 años dejaba percibir sus facciones árabes, sentado detrás de los enormes ventanales de su oficina en el centro de Sao Paulo. Hijo de sirio libaneses que llegaron a América Latina muy pobres, se convirtió en un próspero hombre de negocios. Maluf pertenecía al Partido Progresista Brasileño (PPB), una corriente de los partidos de la derecha brasileña. Apremiado por el desenlace del Golpe de Estado mafioso en Bolivia, Maluf concedió una audiencia a la señora Williams. Después de escuchar las consideraciones de que se trataba de un grupo criminal con ramificaciones con el narcotráfico que habían tomado el poder, dispuso su colaboración para que la señora Williams abordará un avión a Lima donde se concentró la plana mayor de la UDP.
Consintió que lo ocurrido en Bolivia era un retroceso en los avances para la recuperación de la democracia. El gobernador no se detuvo en discusiones innecesarias, tomó el teléfono y sin pensar dos veces instruyó reservar una habitación para la señora Williams en el Hilton. Una semana después la señora embarcó a Lima, donde pasó en calidad de refugiada política de ACNUR, hasta la caída de la dictadura de García Mesa.
Las represalias del golpe militar en Bolivia
El trágico 17 de julio de 1981 como se conoció el día del Golpe de Estado de García Mesa, la casa de la familia Williams sufrió una brutal intervención por parte de agentes de inteligencia. Testigos de la intervención narraron que alrededor de siete movilidades estacionaron frente al domicilio y otras tantas cerraron los accesos a la vivienda. Los agentes, entre civiles y uniformados fuertemente armados acordonaron la zona. La premisa del allanamiento era detener a la señora Williams y a su hijo mayor que llevaba el mismo nombre del padre, Julián, que participaba activamente en el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) una de las agrupaciones de izquierda que conformaban la UDP.
Pero para fortuna de los Williams ninguno de los buscados se encontraba allí. Furiosos, los policías reventaron las chapas de la cerradura del escritorio que el señor Williams mantenía cerrada con llave. Una vez adentro descuartizaron cientos de libros buscando propaganda subversiva. Esa intervención fue gestionada por la hija menor de la familia, Paty, que sin perder el control los atendió con serenidad, hasta que los agentes decidieron retirarse de la “casa de la resistencia” como fue conocida la casa de los Williams.
Cuando Maldox viajó a Lima a fines de ese mismo año para ver a su madre y a sus hermanos, prefería pasar el tiempo de fiesta con una prima que vivía en Lima oliendo de un paño húmedo “lanza perfumes”, un aerosol muy popular en lo carnavales de Brasil; él lleno su maleta con unos cuentos tubos del líquido. El chisguete no era otra cosa que una mezcla de aromatizador de ambientes que era usado como droga.
A Maldox no le interesaba participar del grupo de exiliados con los que se reunía la señora Williams, entre ellos el propio Siles Zuazo y el jefe del MIR Jaime Paz Zamora que había interrumpido un tratamiento riguroso que debía seguir en los Estados Unidos donde lo trasladaron para sanar las quemaduras del atentado que poco antes del golpe de Estado sufrió cuando la avioneta en la que viajaba la alta dirección política de la UDP, se precipitó a tierra a escasos minutos de haber despegado de la base aérea militar de El Alto en La Paz.
El único sobreviviente de ese atentado atribuido posteriormente a los cabecillas del golpe paramilitar, fue precisamente Jaime Paz Zamora. Maldox lo vio un par de veces en Lima. El líder político viajaba denunciando la asonada golpista con la cara cubierta por una máscara de asbesto al estilo de “El Santo, el enmascarado de plata”. Luego de un año de desgobierno, García Mesa tuvo que abandonar el Palacio Quemado, por mandato de una junta militar que convocó a un nuevo proceso electoral.
Finalmente, en 1982 Siles Zuazo fue proclamado presidente de Bolivia. Fue un periodo intensamente desafortunado para los Williams, puesto que la promesa de Siles Zuazo de hacer ministra de Educación a la señora Williams no se cumplió generando malestar en el grupo de las Mujeres Por la Democracia, combatientes de la resistencia a la dictadura militar. Pero al negarle presencia en el gabinete conformado exclusivamente por varones, las mujeres de base de la UDP presionaron para que ocupara el puesto que le correspondía por tradición a la esposa del presidente; la oficina de la Presidencia de la Junta de Acción Social de la Presidencia. Un cargo rimbombante que gozaba de beneficios, pero con poca asignación presupuestaria.
Así, la señora Williams fue nombrada en el puesto de Primera Dama que cumplió por alrededor ocho meses. Una mañana encontró sus oficinas tomadas por gente de su propio partido que obedecía órdenes del palacio de Gobierno. Fue otro momento de quiebre y desolación. Poco después y por corto tiempo la señora William ocupó un curul en el Senado, hasta salir finalmente a una especie de exilio dorado a la ex Yugoslavia como Encargad de Negocio con rango de Embajadora que ocupó hasta la renuncia de Siles Zuazo, un año antes de cumplir su mandato constitucional, arrinconado por una crisis económica que puso al país al borde del abismo.
Acceda a las anteriores entregas en los siguientes enlaces:
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Primera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Segunda entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Tercera entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´Roll) | Cuarta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Quinta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Sexta entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Séptima entrega
Las Pistas de Maldox (Guerra Fría, Drogas y Rock n´ Roll)| Octava entrega