¿Tiene que ver el talento musical con la neurosis?
La película nominada a los últimos premios Oscar de la Academia ´Tár´ protagonizada por Cate Blanchett, retrata los trastornos emocionales en la dirección orquestal. Lydia Tár, protagonista de la trama se enamora de la violinista y agrede físicamente en el momento menos oportuno a uno de los músicos de la orquesta. ¿Tiene que ver el talento con la neurosis? El exdirector de la Orquesta Sinfónica Nacional Ramiro Soriano dice que “no, aunque en algunos casos puede ser”. Lydia dirige en la película la Filarmónica de Berlín.
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“¡Deberías haber sido un zapatero!”, le espetó Johann Sebastián Bach a su organista durante el ensayo de una cantata, en Leipzig, tras arrancar la peluca de su cabeza y tirársela a la cara.
El caso viene a propósito del comportamiento del director inglés John Eliot Gardiner (80) que protagonizó un bochornoso en el Festival Berlioz (agosto 22) celebrado en La Côte-Saint-André. Gardiner agredió entre bastidores al bajo William Thomas, que había cantado el papel de Narbal en una interpretación en concierto de la extensa ópera ´Los troyanos´. El hecho provocó un inmenso revuelo mediático. El director inglés emitió una disculpa y se retiró de la gira internacional. Acaba de anunciar que se someterá a una terapia.
No es la primera vez que Gadinier es presa de ataques de ira. Ya en febrero de 2014, el director inglés golpeó a un trompetista de la Sinfónica de Londres durante un ensayo, tras tirarle a la cara una partitura.
La revista británica The Spectator ha sido uno de los pocos medios que ha difundido en los últimos años el lado más violento de Gardiner, que tiene el título de sir. En 2013, Stephen Walsh abrió una elogiosa crítica de su libro ´La Música en el castillo del cielo´ -monografía donde dedica un extenso capítulo, titulado ´El Cantor incorregible´ en la que delinea un retrato sobre el lado más mezquino y violento de Bach- comentando su “notoria grosería” hacia artistas y colegas.
Le han seguido a éste otros artículos, como el de Damiam Thompson, en el que desvela el sobrenombre de Jiggy, que utilizan los artistas para referirse a él. Y, en enero pasado, Richard Bratby reconoció que si hablas con músicos veteranos casi todos te pueden contar alguna historia terrorífica con Gardiner.
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