Cultura | Kiro Russo, Director de cine

Por Redacción dat0s
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Kiro Russo, Personajes 2021, Cultura, Cine
Foto: Revista Dat0s | Personajes 2021

Hola Kiro, que placer poder conversar contigo.

Gracias a dat0s por nombrar mi trabajo, estoy dispuesto a hacerlo cuantas veces sea necesario sobre todo porque creo que los medios en general como el cine y las revistas han perdido mucha fuerza en el sentido de importancia mediática; la saturación de imágenes que vivimos en esta época es tal que hay que empezar a entender que hay que valorar lo nuestros más aun, sacarlo a flote, valorar lo nuestro porque es lo que nos representa, es lo que somos, son los pensamientos y los temas que nos deberían importar más.

¿Cuéntanos como ha sido la experiencia de recibir un galardón en Venecia, el impacto que provocó tu película “El Gran Movimiento”?

El proceso que voy llevando con el cine es muy largo y orgánico, tiene que ver con un trabajo antropológico y social, también de sociología, si bien no he acabado la carrera, todos estos elementos han marcado mucho para que construya el tipo de cine que hago. Me interesa pensar el cine desde un lugar artístico, pero también como un documento histórico, me interesa pensar el cine mucho más allá del entretenimiento y el negocio. Entonces, el proceso que vengo construyendo con el cine ha comenzado en 2009 en una relación muy cercana con el distrito minero de Huanuni, trabajando con las comunidades mineras, porque me interesaba mantener un diálogo con el trabajo de Sanjinés y el Grupo Ukamau, me parece que es importante la idea de documento, que las obras dialoguen con lo que ya se ha hecho, no que sean cosas fantásticas salidas de la nada. Y, por otro lado, en el trabajo que he tenido con Huanuni, he generado lazos de amistad tan fuertes con muchas personas que, aunque no había pensado en eso, sigo pensando, trabajando y volviendo a los mismos temas y preocupaciones que tenía mi primera película ´Viejo Calavera´ que se estrenó en 2016, muy exitosa internacionalmente, noto que mucha gente no la ha visto en Bolivia, lo mismo ocurre con ´El Gran Movimiento´, nos cuesta entender cuál es la diferencia entre un festival u otro o que es lo que sucede o no; pero sinceramente estoy muy orgulloso de haber ganado este premio a pesar de que la gente no lo sepa, el León de Venecia es uno de los premios más grandes que existen en el mundo, en el cine existen pocos festivales clase A, que finalmente son los cernidores del cine en el mundo a los que uno va a competir con miles y miles de películas. Venecia es uno de estos festivales y porque además de haber ganado un León con una película que es súper radical en su forma y en su propuesta porque ese es el cine que hago; no solo pensar en la historia sino en los modos de representación, pensar y cuestionarse además desde donde estamos contando las historia, cuál es el contexto que vivimos, estamos en Bolivia, no estamos en Europa ni en los Estados Unidos, entonces a partir de ahí construir un lenguaje particular desde Bolivia de cine y que este lenguaje tenga una relación con la vanguardia y el lenguaje del cine en el mundo.

Si te remontas a los tiempos de Ukamau donde hacer cine era difícil, ¿es cierto que sigues técnicas menos sofisticadas, tiene algo de cierto eso de que no te interesa el cine como industria?

Creo que hay una confusión aquí en Bolivia, en varios lugares en varios puntos, los modos de producción están siempre muy relacionados a la película y los modos de producción en Bolivia y no solo en el cine tienen que estar muy relacionados a la realidad de nuestro país, eso para empezar, yo he tenido mucha conciencia de dos cosas. Por un lado, saber equilibrar, saber dónde estamos parados, saber los recursos reales con los que contamos a todo nivel, tanto humano, como técnico y económico y dentro de esa realidad posicionar mi punto de vista ideológico tanto artísticamente como ideológicamente a través de esas limitaciones que a la vez toman formas creativas. Hay esa posición. Por otro lado, la película no está para nada en un nivel más bajo de cine o algo así, es totalmente lo contrario. Por eso, ha sido para mí una valoración muy grande que la película siga hasta el día de hoy -en los tres meses desde que se ha estrenado- ganando galardones, hasta ahora son 10 y aparte esta en los festivales más importantes del mundo porque hay una conciencia muy grande de los que eligen la película, de lo que está tratando de hacer la película no solo como historia sino como forma, la manera de narrar. Por ejemplo, la hemos filmado en 16 milímetros lo que demuestra que no tiene nada que ver con achicar los recursos, sino más bien utilizar los recursos que tenemos y llevarlos al mejor lugar posible. Creo que, en Latinoamérica, no solo en Bolivia, tenemos que arreglárnoslas tener inventiva para poder hacer algo bueno con lo que hay, puede sonar pesimista lo que voy a decir, creo que vivimos como ciudadanos abandonados todos en general, no hay un entendimiento y menos valoración de lo que el ciudadano está haciendo. Dentro de esa lógica el arte, la cultura, el deporte siempre y no es novedad, han tenido que ser auto-sostenidas, han estado como islas existiendo por ahí sin una voluntad clara de la gente del país en entender realmente cuál es la función de todo esto. Esta bien el reconocimiento, pero si la gente no va a entender porque hay ese reconocimiento o para qué nos sirve como bolivianos, es un poco frustrante la verdad.

¿Cuándo vamos a poder ver tu película?

El 27 de enero se va a estrenar en las salas de cine, me interesa que la gente tenga la experiencia de mi película en una sala de cine, soy un director muy atado al cine de autor a la tradición del cine como una experiencia en la sala. ´El Gran Movimiento´ es una película lo más cercana a una obra de arte, a ver cuadros, por lo tanto, no es una película que penetra en la pantalla de un celular o en una computadora. Me interesa que la gente vaya a la sala de cine sobre todo en La Paz, porque es una oda a la ciudad, es como un tributo a muchos géneros que se reinterpretan de la cultura del país. La Paz ha sido una ciudad muy representada y muy representativa del arte nacional, y con esta idea de la tradición y del documento hay todo un diálogo con autores como Jaime Sáenz, Arturo Borda que han tenido en esas representaciones de la ciudad.

¿Estamos lejos en Bolivia de construir una industria del cine?

Parto del concepto de que Bolivia no es un país industrial, no tenemos industria en general, hemos quedado atrasados a la industrialización incluso en la región, creo que antes de pensar en una industria del cine habría que pensar en una conciencia de los estados de la importancia de la construcción cultural, porque yo creo que ahí es donde nos perdemos, entender como bolivianos para qué nos sirve la cultura y con eso generar nuestra identidad y pensamiento y saber qué es la bolivianidad para responder algunos traumas que pienso tenemos como bolivianos; para responder algunos huecos que hasta ahora no han sido respondidos y que se responden y curan a través del arte. Mientras no haya esta conciencia nuestro país siempre va a ser un poco cojo, como siento que somos los bolivianos. He tenido la suerte de viajar mucho gracias al cine y pensar mucho el país desde afuera, viéndonos a nosotros mismos desde diferentes contextos y creo que como bolivianos no somos querendones de nuestro país ni estamos orgullosos de ser bolivianos: Esa es una gran lástima porque somos de un gran país, de un lugar muy especial y creo que es a través de la cultura que vamos a poder entender eso y conocernos. En la diversidad, no solo de clases sociales sino de épocas que conviven juntas; traumas coloniales y republicanos, también estos deben ser tratados desde el arte, la cultura y la intelectualidad.

 

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