¿Propuesta valiente o glorificación del suicidio?: 13 Reasons Why

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Foto: Beth Dubber/Netflix

Alguien dijo que la adolescencia es una enfermedad que se cura con el tiempo.

Pero para Hannah Baker, joven de 17 años estudiante de secundaria en una población cualquiera de Estados Unidos, la enfermedad es mortal.

Hannah es la figura central de la serie “Por 13 razones” (13 Reasons Why), la última y provocadora propuesta de Netflix basada en el libro del mismo nombre escrito por Jay Asher en 2007.

El personaje es de ficción pero bien podría ser real en un país donde el suicidio es la segunda causa de muerte entre niños y jóvenes de 10 a 24 años, según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés).

Si el principal objetivo de los realizadores era abrir el debate sobre un tema tabú como el suicidio lo consiguieron.

Lo que no lograron fue consenso sobre el mérito de mostrarlo como lo hicieron.

Decepciones adolescentes

Antes de entrar de lleno en la polémica, y sin ánimo de cometer spoilers, permitan que les presentemos brevemente el argumento de la serie.

Desde la primera escena de “Por 13 razones”, el espectador sabe que Hannah Baker (interpretada por la debutante Katherine Langford) se suicida.

A partir de ahí, la trama se desarrolla en un continuo ir y venir del presente al pasado (y viceversa) en el que la propia Hannah es el hilo conductor.

La joven cuenta su historia a través de 13 cintas que dejó grabadas antes de morir en las que explica las razones (y señala a las personas) que de una manera u otra la condujeron hacia el suicidio.

Conocemos el contenido de las cintas por medio de Clay Jensen (interpretado por Dylan Minnette), compañero de instituto de Hannah con quien nos introducimos en un laberinto de emociones y sucesos que llevan al terrible desenlace final.

Un desenlace que se muestra de forma muy gráfica.

Peligro del efecto contagio

Netflix no difunde datos de audiencia pero no cabe duda de que la serie ha despertado gran interés, reforzado además por la participación de la cantante Selena Gómez, productora ejecutiva junto a su madre, Mandy Teefey.

Apenas una semana después de su lanzamiento, el pasado 31 de marzo, había más de 3,5 millones de tuits hablando sobre ella. Las referencias a la serie en la red social se han multiplicado exponencialmente desde entonces.

Y ahí es cuando varios expertos en salud mental y suicidio dieron la voz de alerta.

“La gente joven se va a identificar con Hannah y es probable que veamos más suicidios como resultado de esta serie de televisión“, le dijo al diario The Washington Post Dan Reidenberg, director de Suicide Awareness Voices of Education (SAVE), un programa de prevención del suicidio.

Para Reidenberg, el hecho de que Hannah siga adelante con su suicidio y detalle en unas cintas los eventos que la conducen a ello puede ensalzar o embellecer el acto.

“Los jóvenes no son tan buenos para separar la ficción de la realidad. Eso es todavía mucho más difícil si estás luchando con tus pensamientos.

“La serie no presenta una alternativa viable al suicidio, tampoco habla sobre las enfermedades mentales o la depresión, no las nombra. Mi opinión es que probablemente haga más daño que bien”, sostuvo.

Consejos para los padres

La Fundación Jed, especializada en prevención del suicidio juvenil, comparte la visión de SAVE e incluso preparó una guía para padres y otros adultos que vayan a ver la serie con adolescentes.

En ella ofrece una lista de puntos que se deben conversar para que los jóvenes estén al tanto de lo que van a ver.

Esta es una iniciativa aplaudida por la editora Chelsea Ennen, que opina que la serie perjudica a aquellos que estén lidiando con ideas o pensamientos suicidas.

“No abordar la cuestión de las enfermedades mentales o la depresión parece una flagrante omisión, roza incluso la negligencia”, escribió Ennen en la revista The Mary Sue.

Sin embargo, los defensores del tratamiento que hace la serie alegan que no es necesario hacer referencias explícitas o nombrar la depresión para entender los problemas que atormentan a Hannah.

“Estoy seguro de que cuando algunas personas ven a Hannah en un flashback, andan buscando lo obvio: signos visibles de que se encuentra en una espiral de tristeza”, escribió el crítico de televisión Oliver Lunn.

“Pero para quienes la rodean, Hannah es como cualquier otra chica. Sonríe e incluso ríe a carcajadas a veces. La cuestión es que puede que parezca que todo marcha bien en la superficie, cuando en realidad no es así”, añadió.

Además, hay que señalar que “Por 13 razones” tiene un epílogo en el que Selena Gómez, los protagonistas y algunos especialistas en acoso y salud mental hablan sobre los asuntos fundamentales que subyacen en la serie.

“Quisimos hacerlo de una manera honesta, queríamos hacer algo que esperemos pueda ayudar a la gente porque el suicidio no debe ser nunca jamás una opción”, declaró Gómez.

Mostrar el horror de frente

El equipo de “Por 13 razones” defiende también que la escena del suicidio sea tan descriptiva y difícil de ver.

Uno de los guionistas, Nic Sheff, escribió una columna para explicar por qué lo hicieron así.

“Parecía la ocasión perfecta para mostrar cómo se ve realmente un suicidio, quitarle esa imagen mítica de un irse a la deriva tranquilamente. Hacerle frente, de cara, siempre será nuestra mejor defensa contra la pérdida de otra vida”.

“Estoy orgulloso de formar parte de una serie que nos está forzando a mantener estas conversaciones porque el silencio es igual a la muerte.

“Necesitamos seguir hablando, compartiendo y mostrando las realidades que viven día a día los adolescentes de nuestra sociedad. Hacer algo distinto no sólo sería irresponsable sino peligroso”, concluyó Sheff.

Ese es el mensaje principal que los autores y el elenco quieren hacer llegar con la serie: que se pida ayuda, que todos estemos atentos a posibles señales de alerta en nuestro entorno y que cualquier situación por difícil que parezca puede mejorar.