Ripley: la serie que esconde oscuros secretos

Por Perfil con Edición dat0s
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Foto: netflix

La decisión de utilizar la estética en blanco y negro, junto con los silencios prolongados, convierte la serie “Ripley” en una propuesta que se diferencia notablemente de la mayoría de las series contemporáneas.

Patricia Highsmith presentó al mundo por primera vez a Tom Ripley en su novela “El talentoso Sr. Ripley”, la primera de una serie de cinco libros que lo convirtieron en uno de los personajes de ficción más fascinantes del siglo XX. La trama sigue a Ripley, un estafador neoyorquino, mientras es contratado para repatriar al hijo de un millonario que vive en Italia y se sumerge en una red de amistad, obsesión y tragedia. Esta historia ha sido adaptada al cine dos veces y ahora llega a Netflix como una serie de ocho episodios titulada “Ripley”, dirigida por Steven Zaillian.

La interpretación de Ripley por Andrew Scott en la serie presenta una particularidad notable. A diferencia de las adaptaciones anteriores, donde el personaje se presenta como un veinteañero radiante, Scott lo representa en sus cuarenta y tantos años. Esta elección agrega una capa de oscuridad a Ripley, cuya seguridad y presencia calculada resaltan sus rasgos psicopáticos, en contraste con la posible inconsciencia asociada a la juventud en versiones anteriores.

La representación de Ripley por Scott lo retrata como un personaje perverso, que parece deleitarse en la lentitud de su movimiento mientras se enfrenta al peligro con una maldad inalterable. Sin embargo, lo más controvertido fue la elección del blanco y negro para narrar esta historia. A pesar de ser una decisión arriesgada, esta opción resalta una dirección visual cargada de imágenes inspiradas, contrastes y simbolismos que añaden complejidad al relato. Los claroscuros extremos recuerdan la obra de Caravaggio, que se convierte en una presencia omnipresente en la historia, reflejando la oscuridad y la violencia del personaje de Ripley.

Los contrastes de luz y sombra, que recuerdan la obra de Caravaggio, sirven como un diálogo visual omnipresente en la serie, reflejando la oscura narrativa de violencia y muerte compartida por Ripley y el pintor. Sus cuadros se convierten en espejos de la oscuridad del personaje y del color de la sangre derramada, que aquí se presenta más oscuro que nunca.

La serie se toma su tiempo para explorar en detalle aspectos que anteriormente se habían omitido en adaptaciones más breves. Zaillian dedica tiempo a mostrar las complejidades de situaciones cotidianas, como los viajes, las caminatas y los momentos de ocultar pruebas. Por ejemplo, se dedican casi dos episodios enteros al proceso de transportar una víctima, destacando la tensión y el silencio que rodean cada movimiento, lo cual puede resultar desafiante para los espectadores acostumbrados a narrativas más rápidas.

En este proceso, la serie profundiza en el personaje de Ripley, quien evoluciona desde un simple estafador hasta un asesino implacable, mientras se enfrenta a la persecución de sus crímenes. Los personajes de Marge y el inspector Ravini son fundamentales en este desarrollo, aportando una dimensión adicional a la trama y al humor sutil pero efectivo que atraviesa la narrativa.

El éxito de la serie podría abrir la puerta a la adaptación de las novelas restantes de la saga, lo que podría convertir la versión de Zaillian en la adaptación definitiva de la historia.