“Simón I. Patiño y Albina Rodríguez. Una pareja fundadora”, un proyecto que contrasta mitos

Redacción dat0s
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Michela Pentimalli
Foto: Fundación Simón I. Patiño

Michela Pentimalli es italiana, trabajó en Bolivia alrededor de 40 años avocada a la docencia e investigación en Cochabamba y a partir de 2001 hasta 2019 fungió como Directora de la Fundación Simón I. Patiño en La Paz.  Dat0s conversó con Pentimalli, que estuvo a la cabeza del proyecto sobre la vida y obra del barón del estaño, Simón Patiño y su esposa, Albina. Los hallazgos de esta investigación se plasmaron en el libro y el documental “Simón I. Patiño y Albina Rodríguez, una pareja fundadora” que fueron presentados en el Palacio Portales en Cochabamba, en agosto pasado, y recientemente en La Paz, en ambientes de la Fundación Patiño.

De dónde proviene su interés por la gestión cultura en el país

Más que gestión cultural, empecé a interesarme en arte, historia, cultura en general. Yo estudié ciencias políticas con mención en Historia en la universidad de Padua de Italia, después realicé una maestría en la universidad Católica de Cochabamba sobre  antropología filosófica y luego, como me interesaban mucho los temas culturales y sobre todo artísticos e históricos, trabajé en la investigación de historia regional; posteriormente también me dediqué a la curaduría de proyectos artísticos e históricos en Cochabamba y, en La Paz como directora, me dediqué a la gestión cultural del Espacio Patiño y también realicé muchos proyectos de libros de investigación, exposiciones, etc. O sea, toda mi vida, desde que tengo uso de razón me interesa la cultura, el arte, literatura, todo lo que está relacionado

Qué aspectos de su andar por la cultura en Bolivia destacaría más

Es una experiencia que me ha enriquecido como persona humana y como profesional, además me permitió conocer más a fondo lo que es Bolivia y sus manifestaciones identitarias culturales y tuve el enorme privilegio de conocer a artistas, a músicos, literatos a una gama muy variada de personalidades bolivianas de la cultura, o sea que para mí ha sido fantástico, una experiencia indescriptible poder compartir con ellos, escucharlos abrirles las puertas y poder dialogar con personas con las que nunca hubiese pensado. Escritores, compositores.

Introduciéndonos en la investigación a su cargo sobre la vida de Patiño y su esposa Albina, se conoce que Simón Patiño era considerado en la época como una de las personas más ricas del mundo. Cuál fue el interés de Patiño por el desarrollo en Bolivia, en cultura o cualquier otra actividad

Primero hay que pensar que Patiño era una persona de su época. Entonces, tenía una visión del mundo según su experiencia, sus propias expectativas como empresario, pero también Patiño era una persona que amaba profundamente a Bolivia y que estaba preocupado porque quería que Bolivia progrese. De ahí que viene el interés por la educación, en primer lugar y por la salud infantil, por el otro, porque son dos elementos íntimamente vinculados. Entonces, él pensó que a través de una Fundación podía aportar al desarrollo de Bolivia en la educación y salud infantil, después se añadieron también otras áreas.

Simón patiño y albina rodriguez, libro

Fundación Simón I. Patiño

La fundación la creó en 1931 y a partir de ahí también apoya con préstamos de honor, luego con becas a estudiantes bolivianos para que estudien afuera y se puedan capacitar para aportar a Bolivia.

Por otra parte, él también aporta al progreso del país haciendo entrar a Bolivia en la modernidad, repito, era hijo de su tiempo.  Por tanto, en primer lugar, trae maquinarias de última generación para su época en las minas, podríamos decir que eso era para sus negocios, mas no se limita a eso. Cuando él funda la hacienda Pairumani en Cochabamba y apoya e ingresa al directorio de Sagic, en Cinti, en aquel tiempo piensa en promover la agroindustria no solo para sus propios intereses, sino para el país porque entre otras cosas, además de mecanizar las actividades agrícolas, trae ganado vacuno para la reproducción, para mejorar las razas bovinas, también las vacas lecheras, y así mejorar la producción de leche, no solo para la hacienda sino para el resto del país. Entonces, es muy importante ver estos aspectos y contextualizar su época histórica y ver que no actuó exclusivamente en provecho de sus empresas o provecho propio, sino que también tenía el deseo de que el país progrese a través de la agroindustria y a través de la Fundación en educación y salud, principalmente.

Cómo nace el proyecto del libro Simón I. Patiño y Albina Rodríguez, una pareja fundadora

El proyecto no contempla solo el libro, sino un documental a proyectarse en la presentación del libro en Cochabamba (3 de agosto de 2022) y en La Paz (14 de octubre de 2022) y al cual se podrá acceder con un código QR en el libro y también se subirá a la página de la Fundación que es de acceso libre.

Los descendientes, dos de ellos, que están en el comité ejecutivo de la Fundación, tenían esta sensibilidad histórica y querían rescatar la figura de Patiño y su esposa, porque doña Albina siempre había sido relegada, puesta de lado porque siempre primaba –obviamente- la poderosa figura del industrial minero.

Comencé con una revisión del estado del arte de la bibliografía de lo que se había escrito y dicho acerca de la vida de Patiño y de ahí salió la idea de la pareja fundadora, porque si los ubicamos en el contexto histórico entre fines del s. IXX y la primera mitad del s. XX, podemos decir que representan un ejemplo de capitalismo familiar. Entonces, ellos como pareja ¿qué hacen? En primer lugar, fundan una familia después o paralelamente fundan un patrimonio, quieren fundar una dinastía como los Rockefeller u otras dinastías económicas del mundo y también por este interés que tienen en Bolivia crean una Fundación. A partir de ahí que se estructura el proyecto, se identifican temáticas, se crea un equipo de investigadores y a cada uno se le asigna una temática.

Cuánto tiempo tomó la realización del proyecto

Dos años y medio desde la invitación inicial que comencé a conceptualizar hasta la entrega de la matriz a la imprenta y no fue fácil porque yo tenía que haber vuelto cada año unos tres meses, pero tuvimos que hacerlo todo online porque inició la pandemia, las cuarentenas de un lado y del otro lado del océano. O sea que tuvimos que armar esta nueva manera de relacionarnos y trabajar. Fuimos como 14 o 15 personas entre investigadores. Yo he trabajado con un grupo pequeño, un círculo íntimo conformado por la coordinadora del proyecto y también investigadora; la investigadora y secretaria del proyecto y por el investigador y realizador del documental. Después fui invitando a los especialistas para cada área.

¿Puede comentarnos algunos datos novedosos de esta investigación?

Son muchos los datos, puedo decir que hemos ido más allá de lo que era la leyenda negra y por otro lado de la santificación. Hemos estado en una posición de equilibrio. Es decir, hay muchas creencias a cerca de los Patiño y pudimos verificar que no son reales y forman parte de ese imaginario, de esa leyenda que se ha tejido alrededor de ellos y creo que ese es un aporte fundamental. Mencionaré uno, según este imaginario de la tradición oral que también recogen muchos escritos, Patiño era un campesino que no había estudiado, ignorante que solo tuvo un golpe de fortuna con La Salvadora. No es así, pudimos comprobar –como nos muestran las genealogías reconstruidas por Juan José Linero y también las biografías de Albina y de Simón realizadas por la Dra. Ximena Medinacelli– que Patiño viene de un entorno de pueblo, pero de una pequeña burguesía de pueblo, eran pequeños comerciantes, tenía un tío policía, otro que llegó a ser coronel. Entonces, era un entorno que lo ayudó a cambiar en ese sentido social. Después, a los 8 años él fue a Cochabamba y estudió en el colegio seminario. O sea que tenía un nivel de instrucción cuando comenzó a trabajar posteriormente en Oruro, nivel bachillerato –por utilizar una comparación actual-. Él era amigo de intelectuales y gente importante de Cochabamba, fue condiscípulo de ellos. En Oruro entró al Club social, era amigo y tenía relaciones de negocios con todo el entorno orureño que contaba entonces, esto es importante. Toda esa leyenda que lo trataban de cholo y no querían que entre al Club social de Cochabamba forma parte de mitos urbanos.

Por otra parte, también recogimos entrevistas tanto para el libro como para el audiovisual, tuvimos la suerte de entrevistar a dos nietas de Patiño por vía electrónica, que compartieron con sus abuelos cuando eran pequeñas.

Hubo el aporte de otras personas en fotografía y en música. Como fondo musical del documental se tuvo la colaboración de Álvaro Zelaya, que es pianista en Cochabamba y cuyo abuelo era amigo de Patiño, pianista y compositor a quien Patiño le encargó la marcha para la inauguración del ferrocarril Machacamarca – Uncía. Entonces tenemos pequeños fragmentos de eso también.

También tenemos pequeños fragmentos de documentales de la época que se introdujeron en el documental que dura unos 26 minutos, pero que recoge la esencia de las investigaciones de manera visual y muy didáctica para todo público.

Qué es lo que más le ha llamado la atención de toda esta investigación

Muchísmos aspectos, algo que me gustó mucho ha sido la parte de los espacios arquitectónicos. En diferentes artículos, diferentes investigadores han estudiado la casa de Oruro donde vivieron los primeros años hasta ir a Europa. Después recopilé información sobre el Castillo de la Rosa, esto me llamó la atención. El Castillo de la Rosa se encuentra en Niza y los esposos lo adquirieron en 1920 y luego, los herederos lo vendieron a la universidad de esa ciudad en el sur de Francia. Es un castillo increíble. Cuando hicieron el Palacio Portales o también el parque de Villa Albina, se inspiraron en el parque de La Rosa, quisieron replicar algunos ejemplares de la flora y también encargaron algunas estatuas que siguen todavía tanto en Portales como en Villa Albina, estatuas clásicas en Francia.

Michela Pentimalli

Fundación Simón I. Patiño

Por otra parte, los espacios arquitectónicos aquí los investigaron a partir de la transformación de los centros minero en centros urbanos, después investigaron los edificios corporativos como bancos y oficinas, es muy interesante porque se introduce la modernidad, por un lado, en artefactos para el hogar (la primera cocina, la primera nevera) o sea, cosas así que son muy interesantes.

Después, ha sido difícil rescatar la figura de Albina, yo creo que lo hemos logrado en la medida de lo posible de las fuentes, porque Albina, si pensamos en la época, bueno ella era muy importante en la estructura familiar y en su relación de pareja porque Simón no tomaba ninguna decisión sin ella y hacían las cosas a cuatro manos, solo que en los documentos aparece la fuerte figura de él, pero al menos en parte lo hemos logrado

Y finalmente, quiero poner el acento sobre las fuentes documentales, como ha podido comprender de todo lo mencionado, han sido fuentes muy amplias porque tenemos desde documentos empresariales, bancarios, correspondencia, pero también tenemos fotografías, cartas personales, tenemos objetos artísticos. Todo ello nos ha dado una visión, nos ha permitido reconstruir una visión de mundo que ellos tenían, sus aspiraciones. Y hablando de fuentes, ha sido muy importante lo que se ha recopilado del archivo Patiño que la Fundación Patiño conserva y está haciendo organizar en Pairumani por Juan Carlos Fernández. Como que el último artículo que cierra el libro redondea realmente el libro, es un artículo de él sobre los principales archivos que en Bolivia conservan documentación sobre los Patiño y este archivo que la Fundación conserva en Pairumani ha sido fundamental.

 

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