Soliloquio del Conquistador, de Carlos Mesa
Editado por Fundación Universidad de las Américas, Puebla – México 2014
Soliloquio del conquistador es el pensamiento ininterrumpido de Hernán Cortés; pero no solo de aquel que conquista tierra nuevas, por medio de la fuerza, avaricia, tenacidad y astucia, sino, por medio de la otra lengua: la palabra del otro. Por ello, en este diálogo interior, la figura del guerrero se complica con la del seductor; de ahí que la unión con Marina no sea solo un encuentro carnal entre diferentes, sino, a la vez, el entendimiento de una alianza poética, apalabrada: alianza en un contexto que es descrito en la voz viva de Cortés.
El monólogo cortesiano se une, más allá del tiempo, con la conquista del Perú y las figuras de Francisco Pizarro, Atahualpa y Manco II, buscando desentrañar la dimensión de ese momento decisivo de la historia. Se desgranan, así, acontecimientos determinantes de la conquista de América, tan decisiva como la conquista del amor de Marina y el nacimiento del hijo mestizo de ambos, Martín, que mantienen al capitán español lúcido en su fiera empresa.
Un Hernán Cortés polimorfo y digno de una razonada reconsideración del personaje desde la literatura.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el expresidente de Bolivia, Carlos Mesa Gisbert, presentó su novela Soliloquio del Conquistador, que, a decir del autor, busca generar en el lector una reflexión sobre sí mismo a partir de una figura tan polémica como lo es Hernán Cortés.
“Plantea la pregunta de “cuál es la respuesta de México sobre sí mismo a partir de la respuesta que le da a quien fundó el México que no es Tenochtitlán, pero que tiene la sangre de Cuauhtémoc corriendo por sus venas”; y creo que es en esa reflexión sobre el redescubrimiento de quiénes somos a partir de quiénes nos hicieron, que quise escribir la novela”, agregó el autor.
La publicación de la Editorial UDLAP, Soliloquio del Conquistador, es una novela de historia, pero también de aventura y hasta existencialista, que entreteje muy bien las tres grandes pasiones de Mesa Gisbert: el político, el periodista y el escritor; quien además muestra el rostro humano del conquistador Hernán Cortés, el que se bajó del bronce o bien subió del lodo.
La trama de la novela permite reflexionar sobre la figura de un hombre que cambió la historia de un país; y con base en la pasión y el amor que se da entre el conquistador y Marina (la Malinche), deja entre ver si no fue él realmente el conquistado, seducido por la belleza de una mujer y la riqueza de una tierra.
Mesa Gisbert, ante un salón lleno de lectores en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, dijo que a su parecer la historia ha sido injusta con la Malinche, la primera mujer verdaderamente poderosa de México. “Marina, Malinche, Malinali, como la quieran llamar, es la primera mujer poderosa de México, más allá de una diosa, es una mujer con poder real; una de las imágenes más impresionantes que uno puede encontrar en la historia de los códices mexicanos, es que no hay una sola imagen del conquistador solo, todos los dibujos que hay sobre Hernán Cortes en los códices siempre está al lado de Marina; nadie, ninguno de los indígenas que vio al capitán conquistador lo vio solo porque él no podía expresarse sino a través de ella; pero ella no era solo la lengua, ella decía lo que quería decir y contaba lo que quería que ellos escucharan, suavizaba o endurecía al conquistador independientemente de lo que éste dijera” señaló.
“El primer elemento del hecho de la conquista es la construcción de una realidad a partir de un hombre y una mujer; independientemente de cuánto haya podido yo fabular la historia de pasión y de amor, la que creo fehacientemente que existió por ambas partes, y creo que hay un Cortés mujeriego que se apasionó por Marina, pero es una relación donde se construye el amor, la pasión, el interés, el uso mutuo y la vocación de poder de él y de ella”, agregó el expresidente de Bolivia.
Durante la presentación de su novela en el primer día de actividades de la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL), el expresidente de Bolivia estuvo acompañado por el ex secretario de finanzas de Jalisco, Ricardo Villanueva, así como los escritores Miguel Maldonado y Pedro Ángel Palou; éste último calificó la novela como “valiente” y como un texto que no busca recontar la historia, sino reflexionar sobre algunas aristas que se han desatendido. “El Soliloquio del Conquistador es un juicio histórico, es una novela valiente que busca y ahonda en la figura de Hernán Cortés para reescribir parte de la historia fundacional de la que Martin llama nuestra América; lo tenemos monologando en una historia que al tiempo historia de conquista, historia de amor, historia de derrota y fracaso, lo que produce un texto riquísimo y ambiguo y no un retrato de cartón-piedra” finalizó el escritor mexicano.
El ciudadano español radicado en Bolivia Ricardo Bajo Herreras el 7 de Enero escribió en su columna en el periódico La Razón, bajo el rimbombante título de: “Carlos Mesa, ‘cronista de Indias’ Mesa tiene problemas con la ficción: abrumado y obsesionado con la historia, ésta lo contamina todo. Mesa “aprovecha” su debut ficcional para despachar su visión sobre el poder, el amor-pasión-eros, y por supuesto la historia del “descubrimiento”. A rebufo de Octavio Paz y Carlos Fuentes, sepulta buenos y malos, héroes y villanos, vencedores y vencidos bajo un “relativismo” histórico que lo iguala todo: la cruz y la resistencia son una “pelea interminable”.”
“Soliloquio del conquistador es un ensayo ya escrito por Mesa con un epílogo innecesario y vergonzoso que me provoca rabia y bronca personal. Bienaventurados los que aún son (somos) capaces de indignarse con ese artefacto vintage llamado libro. Esas diez últimas páginas (que vienen a “descubrirnos” que Abraham Bohórquez, el fallecido músico alteño del grupo Ukamau y Ké, es el “nieto” secreto de Cortés y La Malinche) son un descalabro absoluto, una impostura desagradable (la voz del rapero no era el estereotipo reproducido en este epílogo fatal). Si el bueno de Abraham levantara la cabeza y leyera su “biografía made in Mesa”, se armaba tremendo desp…”
Es lógico, ¿qué puede pensar un español después del desp… que ellos hicieron en América desde que nos “descubrieron”?