Taylor Swift

Por Redacción dat0s con Agencias
0
102
taylor swift grammys 2024
Foto: Getty Images

La cantante norteamericana se convirtió en un fenómeno de masas con 300 millones de seguidores. Aun así, no influyó el resultado de las elecciones en EEUU.

Se decía que nada sería más contraproducente para las aspiraciones de Donald Trump de volver a la presidencia que el apoyo de la cantante Taylor Swift a la campaña de los demócratas. “No será el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020, ni el fraude electoral, ni los casos de abuso sexual, ni bailar con Jeffrey Epstein. Lo que al final acabará con Donald Trump será el ejército de swifties cabreados de Tayor”. Es lo que la prensa a favor del partido demócrata decía cuando faltaban nueve meses para las elecciones.

En un país sesgado, extremadamente polarizado, entre el aburrimiento y la extrema ira, hay una figura que despuntaba como posible ficha del tablero: la de Taylor Swift de 34 años cantante y compositora, fenómeno de masas (sobre todo feministas), personaje del año de Time (la primera del mundo del entretenimiento en lograrlo en su historia) y multimillonaria. No, Swift no se presenta a la Casa Blanca, pero tiene 300 millones de fidelísimos seguidores a los que puede influir, y mucho; pero ¿tanto como para condicionar el resultado electoral del 5 de noviembre? Era otro cantar.

La prensa que osciló al lado de la campaña de Biden primero y de Kamala después decía: “No hay encuestas oficiales, pero sí ciertos datos que muestran que Swift —que en 2024 se sumergió en una gira de 150 conciertos en más de 40 ciudades de todo el mundo gracias a la que su fortuna ha superado los 1.100 millones de dólares-  tiene mucho que decir. O, más bien, que lo que diga, cuándo lo diga y cómo lo diga será analizado y escrutado, como todo lo que hace. Pero aquí se trata de la batalla electoral más importante del año. Y sí, la influencia de Swift es enorme y es altamente probable que influya en el resultado de cualquier elección. Y en su base de seguidores, desproporcionadamente femenina y joven, dirá: ‘Oye, va a marcar la diferencia”.

Lo que está claro es que los republicanos la temían y despreciaban. No les gustaba tener enfrenta a una mujer relativamente joven, rica, exitosa, con una cerrera hecha a medida. “Triunfa con sus canciones, pero también es una inspiración porque dice: ‘Lo que hago no le gusta a todo el mundo, pero a mí sí’. Muestra que no siempre hay que estar de acuerdo con la sociedad, que puede equivocarse y hacer las cosas a su manera. Además, no todas las celebridades controlan sus negocios, y ella sí.

El poder de la de Pensilvania es real: en septiembre hizo un llamamiento a sus fans en sus Stories de Instagram (mensajes que solo duran 24 horas) para que se inscribieran para votar. Logró 35.000 registros.

Aun así, con todos sus registros y la fama que posee, la cantante tuvo un comportamiento excepcional. Y no es que hubiera expresado su voluntad de apoyo abiertamente a favor de nadie. Ella simplemente es Taylor Swift. A veces la gente recorre su propio camino.