Tres revelaciones traumáticas de Al Pacino en la autobiografía ‘Sonny Boy’

Por Veja con edición dat0s
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Sonny Boy, libro autobiográfico Al Pacino

El libro que no se encuentra disponible en Bolivia narra los altibajos de la vida y la carrera de uno de los actores más famosos de Hollywood.

Uno de los actores más talentosos e importantes de la historia de Hollywood, Al Pacino, de 84 años, afronta más de medio siglo de carrera en la autobiografía Sonny Boy. En 352 páginas, relata momentos decisivos de su carrera profesional, revela detalles íntimos de sus traumas y los de su familia y también comenta momentos insólitos dentro de la industria cinematográfica, como papeles que estuvo a punto de aceptar o rechazar. Poco sensacionalista, la obra no se centra en noticias sórdidas ni en la denuncia de colegas, pero es un gran acceso a la mente de una estrella que definió una época y sobrevivió a la máquina de Los Ángeles sin abandonar su arte. Echa un vistazo a tres de los momentos más emblemáticos de su historia:

Dinámica familiar conflictiva

Nacido en East Harlem, Nueva York, Pacino creció en el Bronx rodeado de personajes fuertes que emularía en la actuación. Sin embargo, no todos participan en historias felices. Su padre, Salvatore, abandonó a la familia dos años después del nacimiento de su primogénito, un “eslabón perdido” que definiría la vida del actor, según él. Dedicada en solitario a apoyar al niño, su madre, Rose, fue superada por una depresión crónica e incluso intentó quitarse la vida. Durante los años siguientes, se sometería a un tratamiento de shock y desarrollaría una adicción a los barbitúricos. Murió en 1962, a los 43 años, cuando Pacino tenía 22. El título del libro, Sonny Boy, proviene del apodo que ella le puso, tomado de la canción de Al Jolson.

Alcoholismo en su apogeo

Tras la muerte de su madre, Pacino atravesó su etapa más “oscura”, pero también consiguió sus primeros trabajos en teatro y cine tras ser descubierto por el legendario actor y cineasta Charles Laughton (1988-1962). La mezcla de trauma, nerviosismo y éxito lo abrumaba y desembocaba en el alcoholismo, adicción que lo acompañó durante la década más famosa de su carrera, los años 1970. El actor casi pierde su papel en El Padrino porque llegó a la audición con resaca. Otro papel que le valió una nominación al Oscar, Tarde de perros, fue inicialmente rechazado por el actor bajo los efectos de la bebida. Según Al Pacino, el productor Martin Bregman le rogó que dejara de beber para leer el guión; él obedeció y se retractó de su decisión. Al mismo tiempo, lo invitaron a interpretar a Han Solo en Star Wars, pero lo rechazó porque no entendía la trama espacial. Pacino ha estado sobrio desde 1977.

Problemas financieros

El actor también se sincera en el libro sobre la difícil gestión de su patrimonio a lo largo de su vida, confirmando que ya pasó por dos quiebras: una en 1988 y otra en 2011. Discretamente, admite: “Terminé haciendo unas cosas muy malas. películas cuyos nombres no serán citados, sólo por el dinero, cuando mis fondos se hayan reducido lo suficiente”. La primera quiebra afectó menos su credibilidad gracias a la ayuda de su entonces novia Diane Keaton, quien lo convenció de aceptar su papel histórico en Las víctimas de una pasión (1989), que revitalizó su reputación comercial y le llevó a éxitos como Perfume de una mujer (1992). El segundo coincide con fracasos críticos como Cada uno tiene un gemelo que merece (2011) y Amigos Inseparables ​​(2012). Al Pacino no volvió a ser nominado al Oscar hasta 2020, por El irlandés.