Hay quienes han sugerido que el escritor de terror Stephen King sea postulado al premio Nobel de la Paz por su consecuencia discursiva para la reducción de armas en los Estados Unidos, que como sabemos las tiene más que los habitantes que posee. Aunque al lado de ese incontable público que lee sus novelas y ha visto en la tela su producción en el cine, hay el otro lado de personas que opina que el escritor no necesita el reconocimiento de la academia sueca, porque estropearía la imagen de hacerse el bueno.
King es un tuitero pertinaz, lleva un tiempo empeñado en que se regule la venta de armas de fuego, y ejerce para ello un activismo inagotable. Pero estamos hablando del autor de It y de tantas otras novelas de terror en las que sus protagonistas se burlan de rifles y escopetas en sus novelas de ficción, no sería buena idea postular a King al galardón, quizá, sólo, para que acuda a recogerlo a Suecia y recomiende un noir escandinavo, para la siguiente.