Arabia Saudí la fábula de lavado de imagen con el fútbol

El brasileño Neymar (31) se convierte en otra de las estrellas del fútbol árabe. Jugará en el Al Hilal. Su transferencia envolvió una cifra cercana a los 320 millones de euros.

La mayor estrella de fútbol de Brasil en los últimos años, número 10 de la selección en los últimos tres Mundiales, el delantero Neymar, tras seis temporadas defendiendo al Paris Saint-Germain, es un jugador más de la élite del fútbol europeo que emigra al rico fútbol árabe. El atleta y el club aceptaron la propuesta el domingo pasado (13), después de casi dos semanas de negociaciones. La operación con Neymar girará en torno a 320 millones de euros por dos temporadas. Para el PSG, el monto es de aproximadamente 100 millones de euros. El atleta después de pasar exámenes médicos debe presentarse este miércoles (16) al equipo. Neymar llevará la camiseta número 10.

Los enormes números muestran que Neymar sigue siendo un jugador valioso. Sin embargo, irse al fútbol árabe es una muestra de la pérdida del encanto de los grandes clubes de Europa para un deportista, que hasta hace poco se consideraba conquistador del mundo, tras el fin de la era “Messi y Cristiano Ronaldo”. Para hacerse una idea, en 2017, el PSG pagó al Barcelona 222 millones de euros (en ese momento, que es hasta la fecha el mayor traspaso de la historia del fútbol.

Después de seis años, Neymar y PSG deben separarse en un ambiente de mutua frustración. Cuando estaba en el campo, el talento del número 10 marcaba la diferencia. Con goles y asistencias, ayudó al club parisino a reinar en el poco competitivo fútbol francés. Fueron 13 títulos dentro del país. Pero el delantero también convivió con lesiones en todas las temporadas, que le dejaron fuera de más de un centenar de partidos. Solo en 2023, estuvo ausente durante 130 días, se lesionó el tobillo izquierdo y se sometió a una cirugía a principios de año.

Contratado por un precio en oro para llevar al PSG a la cima del fútbol europeo, se sabe que ganó la Liga de Campeones sin precedentes, solo estuvo cerca en la edición 2019/20, cuando perdió la final ante el Bayern de Múnich. En otras cuatro ediciones, lesionado, se perdió al equipo en eliminatorias decisivas. Algunos episodios polémicos fuera de la cancha también minaron la popularidad de Neymar en París, donde nunca alcanzó la unanimidad. En uno de ellos, en 2019, agredió a un aficionado del Rennes. Las apariciones en partidos mientras se recuperaba de lesiones también enfurecieron a los fanáticos y funcionarios del club.