Drogas y crimen estremecen al fútbol
Los bolivianos amantes del fútbol no olvidan fácilmente la muerte de Kevin Espada un muchacho de apenas 13 años que partió de Cochabamba a su natal Oruro para ver al equipo de sus amores San José jugando contra el Corinthians de Brasil un partido por la Copa Libertadores en 2013. Apenas 15 minutos de iniciado el partido una bengala de guerra lanzada desde donde se encontraba la “torcida” brasileña, impacto en el rostro de Kevin matándolo en el acto. 12 hinchas del equipo brasileño fueron detenidos tras el partido y permanecieron presos en la cárcel pública de Oruro mientras la justicia definía su participación en el crimen. Un mes después, mediación diplomática de por medio, los “torcedores” brasileños fueron puestos en libertad.
El pasado sábado ocho “torcedores” del Corinthians fueron ejecutados en Sao Paulo por tres mercenarios en un hecho que conmocionó al país y que es investigado por la Policía Federal. De los ocho muertos, de acuerdo a datos preliminares divulgados por el Ministerio Público, cuatro tenían antecedentes policiales. Uno de ellos Fabio Neves de 34 años, era uno de los 12 corinthianos presos en Oruro. Neves había sido detenido anteriormente por asociación de tráfico de drogas. Las demás víctimas: Ricardo Júnior Leonel do Prado, 34 años, había sido detenido por tráfico de drogas, desacato y corrupción de menores. André Luiz Santos de Oliveira, 29 años, por tráfico y Mydras Schmidt Rizzo, 38 años, por robo. También murieron en la matanza Marco Antonio Corassa Júnior, 19 añoos; Matheus Fonseca de Oliveira, 19 años; y Jhonatan Fernando Garvillo Massa, 21 años.