James Rodríguez, el mago atormentado por las lesiones

El capitán de la selección de Colombia es uno de los mejores jugadores de la Copa América. Sus comienzos en Argentina, el salto al Real Madrid y la búsqueda de redención.

Antes del comienzo de la Copa América 2024, no pocos daban por terminada la carrera de James Rodríguez, el hombre que hace una década costó 80 millones de euros. Con un pie afuera del San Pablo brasileño, sin embargo, el 10 del seleccionado que conduce el argentino Néstor Lorenzo ha sido uno de los jugadores más determinantes del torneo continental con cinco asistencias y un gol, siendo el estandarte de un equipo que no pierde hace 28 partidos.

“Estoy pasando por un buen momento. Los muchachos también están haciendo una muy buena Copa. Como dije ahora, sin ayuda de ellos no podría jugar bien. Se está dando todo”, fueron sus declaraciones luego de dar dos asistencias y marcar un gol de penal en la paliza 5-0 contra Panamá en cuartos de final.

Este miércoles, Colombia derrotó en un ajustado 1-0 a Uruguay dirigida por Marcelo Bielsa, ganando el pase a la final del torneo contra Argentina, que va por el bicampeonato.

El talentoso 10 vive, de alguna manera, un segundo aire en Estados Unidos tras varios años por fuera de la élite del fútbol. Lesiones recurrentes convirtieron en actor secundario a un jugador de zurda y visión privilegiadas.

Thiago Carpini, su extécnico en el Sao Paulo, afirmó en febrero que el mediocampista sufría una lesión “crónica”, aunque luego se desdijo. La aclaración, sin embargo, no ayudó para enderezar el camino de James en el tricolor paulista, que antes del arranque del certamen americano daba por segura su salida. “Todavía es jugador del Sao Paulo y vamos a esperar a que termine la Copa América”, dijo el presidente saopaulino, Julio Casares, luego del empate 1-1 entre Colombia y Brasil que garantizó a los cafeteros la punta del Grupo D.

James Rodríguez, el genio de la lámpara

Su rutilante actuación en la Copa América generó que su nombre empiece a barajarse de nuevo en clubes del ‘Viejo Continente’, donde tuvo pasos relevantes por el Porto, Real Madrid, Bayern Múnich y Everton. Los blancos pagaron 80 millones de euros por él hace diez años.

Antes, había debutado en Envigado de Colombia y posteriormente fue comprado por Banfield, donde logró salir campeón de la mano de Julio César Falcioni con 17 años y un futuro prometedor. En el fútbol argentino, Rodríguez ya había demostrado la fineza de su juego. Luego voló hasta Portugal para jugar en el Porto y siguió su camino en el Mónaco francés. El gran salto vendría en julio del 2014 cuando arribó al Real Madrid.

Sus pasos por los grandes de Europa comenzaron cuando presentó su zurda al mundo en el Mundial de Brasil 2014, donde marcó seis goles y estuvo al mando de un equipo cafetero que llegó por primera vez a cuartos de final, donde cayó con los anfitriones.

“Quiero jugar bien. Cuando juego con la selección de Colombia intento ayudar a mis compañeros. Todo el mundo sabe que por esta camiseta doy todo”, afirmó al ser consultado por las diferencias del James del pasado y el del presente.

Ganador de tres de los cuatro MVP que ha recibido en la Copa América el equipo de Néstor Lorenzo, imbatible hace 28 partidos, Rodríguez es el máximo asistidor del certamen (6) y se aisló como segundo artillero histórico de Colombia, con 28 goles, por detrás de Radamel Falcao García (36).

Pero a su juego de asistencias, visión periférica y remate, el jugador de 32 años le agregó ahora un mayor liderazgo. “Corre menos y piensa más”, lo describió Lorenzo, el seleccionador que lo conduce y lo conoce desde la época de José Néstor Pekerman como técnico cafetero.

Jugando con una intensidad inusitada y adentrándose en el rol de capitán, James ha exhibido un rostro hasta ahora desconocido y reclamado por muchos: el del líder que sabe sacrificarse.

En la tierra de García Márquez, sin embargo, se considera que la clave verdadera es haber arropado a un crack que en otras partes no recibió los mimos que necesitaba. “Está rodeado de la gente que lo quiere y recibe mucho cariño”, dijo al diario AS el técnico Julio César Falcioni, con quien ganó la única liga argentina en 2009. “Es el eje del equipo, está rodeado de mucha gente joven, de jugadores muy buenos (…) y eso lo hace sentir importante y puro”, agregó.

Sus compañeros alaban “el pie que tiene”, lo “bonito” que es jugar con él y su actuación “espectacular” contra los panameños. Lorenzo lo define como “un jugador que está feliz dentro del campo”.

Por sus declaraciones, el ’10’ también está dichoso fuera del verde césped. Su gran objetivo es conquistar la segunda estrella americana, tras la alzada en casa en 2001.

“¿Usted es un extraterrestre?”, le pregunta algún periodista. “Yo creo que no”, responde. “¿Es el genio que frota la lámpara?”, le insisten. Y él, sonriente, pero certero, contraataca: “Cuando se puede”.