La venezolana de 18 años nominada a los premios The Best de la FIFA

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Deyna Castellanos parece vivir dos vidas en una.

Por un lado está la sensacional futbolista que con un espectacular repertorio de goles ha puesto el mundo del fútbol a sus pies, hasta el punto que, en una controvertida decisión, la FIFA la nominó como una de las tres candidatas al premio The Best como mejor jugadora del mundo.

Por el otro está la joven estudiante de 18 años que celebró ser la única jugadora en estar presente en dos categorías en la mayor gala del fútbol -también fue finalista al premio Puskas para el mejor gol- con sus seguidores en un Facebook Live donde aparece en su cuarto, junto a sus amigas, bromeando, contando aspectos de su vida.

La joven ocupó un asiento en primera fila y a pocos metros del ídolo Cristiano Ronaldo durante la ceremonia de los premios que se celebraron el lunes en Londres.

Castellanos no ganó en ninguna de las dos categorías, pero su nombre resonó en el evento de talla mundial.

Ella no oculta que fue la primera sorprendida al ser nombrada como una de las candidatas junto a la estadounidense Carli Lloyd y la holandesa Lieke Martens, pero no por eso dejó de aprovechar la oportunidad de presentarse en la premiación donde compartió escenario con Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Neymar.

“Estaba con un amigo, un nadador”, le contó Castellanos a la BBC sobre cómo se enteró de la noticia. “No lo podía creer. Fue muy emotivo. Mi amigo, quien también es venezolano, me dijo que estaba muy orgulloso de mi”.

“Llamé a mi mamá y ella también comenzó a llorar”, recordó.

Lo más llamativo de la carrera de la futbolista venezolana es que todavía no ha disputado un partido como profesional.

En la noche previa al anuncio de la FIFA, Castellanos anotó un espectacular tiro libre desde 25 metros en la victoria 2-1 de su equipo, la universidad de Florida State, sobre Louisville.

Allí está estudiando el segundo año de Comunicación Social y su objetivo es terminar la carrera antes de escuchar las tentadoras ofertas que le llegan del fútbol profesional.

Doble estándar

Castellanos asume lo que está viviendo con tranquilidad, más allá de la alegría que significa este paso para ella.

Ni la euforia de sus compañeras de equipo ni la de su principal cómplice en la cancha y en la vida, la internacional costarricense Gloriana Villalobos, ha hecho que se pierda entre tantos elogios.

Así como tampoco se siente ante las críticas que ha recibido su nominación.

Una de ellas fue la australiana Sam Kerr, quien batió el récord goleador en una temporada en la máxima división del fútbol estadounidense, una de las ligas más competitivas del mundo, y convirtió siete tantos con su selección.

Realmente no estoy sorprendida, es la FIFA“, reaccionó Kerr.

“Para ser honesta, apagué Twitter hace unos días. No me había hecho mucha ilusión”, aseguró.

Hubo varios mensajes de apoyo a Kerr y no en detrimento sólo de Castellanos, sino también de Lloyd, quien en 2017 ha estado muy lejos de su mejor forma.

Desde algunos sectores han acusado a la FIFA de promover con Castellanos la imagen del fútbol femenino del futuro en lugar de reconocer los logros del presente.

Una opinión que se sustenta en el hecho que es difícil pensar que la FIFA hubiera nominado a un jugador juvenil y aficionado, por más espectacular que haya sido su temporada, en lugar de estrellas contrastadas que brillan con sus equipos y selecciones como Ronaldo, Messi o Neymar.

Una muestra, según la estadounidense Megan Rapinoe, de que el organismo que regula el fútbol en el mundo todavía tiene un doble estándar a la hora de tratar el fútbol femenino y el masculino.

En la cancha

Pero la nominación de Castellanos no estuvo basada en un simple capricho y son sus goles en la cancha los que han impulsado su ascenso vertiginoso hacia la élite del fútbol.

En 2014 se convirtió en la máxima goleadora del mundial sub 17 de la FIFA con sólo 14 años.

También dominó esa clasificación en las Olimpiadas Juveniles de ese año, donde Venezuela ganó la medalla de plata, y en el histórico sudamericano sub 17 de 2016 donde las “chamas” venezolanas obtuvieron el título.

Esta temporada ha anotado 14 en 15 partidos para Florida State y marcó seis en nueve encuentros en su fugaz aparición con la escuadra semiprofesional Santa Clarita Blue Heat durante el descanso escolar.

Junto a sus impresionantes números se suma lo espectacular de sus tantos.

Como el nominado al premio Puskas: un impresionante disparo desde el centro del campo justo después de haber concedido el tanto del empate de Camerún en el Mundial de Jordania, en el que Venezuela finalizó en cuarto lugar.

Además de ganar el gol del año en la segunda división del fútbol estadounidense con una bombazo de 30 metros.

O su favorito, en el que recibió el balón al borde del área, se fue de dos rivales y disparó al ángulo contra Canadá.

Pequeña Marta

Su impacto en el fútbol femenino ha sido tal que comienzan a ser inevitables las comparaciones con la que muchos consideran la mejor futbolista de la historia, la brasileña Marta.

Muchos creen que puede ser prematuro, pero no para la presentadora del principal programa dedicado al fútbol femenino en Estados Unidos, Patty La Bella.

“Honestamente, si tuviera que elegir entre ver un partido de la selección estadounidense y ver a Deyna Castellanos la elegiría a ella cada día”, le dijo a Mike Hanson, de BBC Sport.

“Me encanta verla jugar. Es muy rápida con la pelota, tiene una habilidad extraordinaria para cambiar dirección y puede anotar desde cualquier parte”.

“Me recuerda mucho a Marta cuando era joven. Es una etiqueta difícil para cualquier jugadora, pero no he visto nada que me sugiera lo contrario”.

“Mucha gente siente que todavía no ha sido exigida al máximo nivel, pero yo he visto jugar a esta chica desde que tenía 14 años. Creo que es una de las mejores futbolistas que he visto jugar en mi vida”, aseguró La Bella.

“Tal vez esté en un minoría, pero pienso que la FIFA hizo lo correcto. No significa quitarle mérito en nada a Sam Kerr, pero Deyna es exactamente lo que le gusta a la FIFA: una jugadora dinámica, divertida que atrae gente a las gradas para verla jugar”.

Paso a paso

El cuento de hadas de Castellanos comenzó cuando tenía 5 años en su ciudad natal, Maracay, 100 kilómetros al oeste de Caracas, la capital de Venezuela.

Estaba acompañando a su hermano a una práctica cuando uno de los entrenadores observó su habilidad con el balón mientras dominaba la pelota al costado del campo.

Su papá, Richard Castellanos, se negó a dejarla jugar en un principio ya que se trataba de un deporte de “hombres”, pero se formó un pequeño complot a su espalda aprovechando su ausencia cada vez que tenía que viajar por trabajo.

“Mi mamá me contó que cuando ella era niña se comportaba igual que yo, siempre jugando deportes de hombres”, explicó Castellanos.

“Fue entre ella, mi hermano y yo que seguí yendo a practicar”.

“Un día, cuando mi papá regresó de un viaje, le conté, ‘Papá, tengo un partido'”, recordó.

“Me preguntó, ‘¿Partido de qué?’ ‘De fútbol’, le dijo. ‘¿Qué?’, fue su reacción”.

“Pero me vio, le encantó y dejó que siguiera”.

Castellanos siguió su evolución en la academia de tal vez el mejor jugador venezolano de la historia hasta ahora, Juan Arango, el futbolista con más presencia y mayor goleador de la selección Vinotinto.

“Fue impresionante ver a una niña de su edad jugar con tanta habilidad y potencia, pegarle a la pelota con ambas piernas y tener tanta explosión de velocidad“, declaró en una ocasión Arango.

“No hay muchos jugadores que puedan anotar los goles que ella hace, y estoy hablando tanto de hombres como de mujeres”.

Por Venezuela

Tras su exhibición en los torneos internacionales, Castellanos se planteó el camino que seguiría su carrera. Primero terminar el colegio en Venezuela, luego la universidad y después triunfar en Europa.

Para ello tuvo que dejar su país y comenzar su vida adulta lejos de su casa.

“No fue difícil dejar a mi familia, pero sí lo fue un nuevo idioma”.

“Sólo sabía como decir hola y sí. Entendía más, pero era difícil comunicarme con mis compañeras y entrenadores. Ahora tengo más confianza y me encanta aquí”.

“A veces me reconocen y sean venezolanos o de otro país de latinoamericano me paran para una foto o hablar algo, pero considerando que son 45.000 estudiantes aquí no es mucho”, habla sobre su día a día.

Un aspecto de su fama que no le molesta, en especial si ayuda a dar una imagen diferente de su país.

“Tengo muchos mensajes que me dicen que siga trabajando y que estoy haciendo que mi país, mi familia y mucha gente se sientan orgullosos”, resaltó Castellanos.

“Todo lo que hago es pensando en la selección y en la gente de Venezuela”, dijo.

“Lo mejor de ser reconocida en el mundo es que estoy dejando el nombre de mi país en alto y que suena el nombre de Venezuela por cosas buenas”.

Si Castellanos merecía o no la nominación para la gala de la FIFA, es un debate que puede que no encuentre un punto medio.

Pero lo que parece no tener discusión es que la futbolista venezolana va en camino de convertirse en una de las mejores.