Alcaraz, Djokovic, Sinner y Rune inician la ronda de semifinales en el césped del compacto escenario londinense.
La grama de Wimbledon luce fina, aunque en algunos lugares en los que los tenistas reafirman pisada ha brotado una perspectiva amarillenta, pero el rectángulo está tan reluciente como si nada pasara en este intempestivo verano londinense con lluvias y vientos que soplan fuerte. Este martes se han conocido a los cuatro jugadores, todos vestidos de impecable blanco obligatorio, que han hecho sentir a la grada por qué son los mejores.
El número uno de la ATP, el español Carlos Alcaraz (Carlitos para los comentaristas de la cadena ESPN) es uno de los semifinalistas. Al murciano se lo ha visto sólido, perdiendo algunos sets de arranque, pero imponiendo condiciones de gran jugador con sus 20 años de colección que le deparan un sólido posicionamiento en el tenis. Se deberá medir con la tormenta danesa de Rune.
El número dos de la ATP, el serbio Novak Djokovic se ha medido con altura después de ganar Roland Garros sabiendo sumar sin quebranto hasta lograrlo. El domingo dejó en el camino al más temible sacador del torneo, Hubert Hurkacz (26). Tras la victoria Nole dijo que se “sintió humillado” por la potencia del saque del polaco. Pasado el susto este martes acabó con el ruso Andréi Rublev (25) y se medirá el jueves con el histriónico Sinner.
El número ocho en la lista de la ATP, el italiano Jannik Sinner sigue una carrera desenfrenada sin medir a quien tiene al frente. Ha avanzado con una velocidad arrolladora y se convierte nuevamente en un candidato a la corona. Este martes ha dejado en el camino no precisamente de rosas al ruso Roman Safiulin y el jueves tendrá la prueba del año cuando se mida contra el de Belgrado.
El número 6 de la ATP, el dinamarqués Holger Rune (20) vuelve con el mismo ímpetu gladiador de siempre. El “chico malo” de la nueva generación de tenistas irradia una voluntad enorme que se parece a su carácter fuerte muy serio que no se reserva palabras, cuando hay que decir lo dice lo que le ha valido enemistades en el mundo tenístico. El danés se medirá con Alcaraz, un duelo que ha votado mucha expectativa y nervios.