Tragedia en Oruro

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A 15 días de la muerte de Kevin el único dolor es el recuerdo por la muerte de este niño de 14 años, alegre e inteligente como lo recuerdan sus familiares. Como lecciones de la tragedia cabe apenas indagar en las declaraciones y acciones de los involucrados. Por ejemplo, la Conmebol acabó siendo la más beneficiada con la tragedia. Cobró US $200.000 del Corinthians y el equipo boliviano San José tuvo que desembolsar US $ 10.000 para las arcas del ente del fútbol sudamericano.

La escuadra brasileña pagó esa multa por permitir que sus simpatizantes acudan a los estadios con peligrosos explosivos, mientras que San José erogó esa suma por la falta de control en el estadio antes del partido. Por otro lado, a modo de apalancar el acuerdo para que no pese en las arcas del equipo brasileño, la misma Conmebol levantó la sanción que pesaba contra el Corinthians que desde su próximo encuentro de la Copa Libertadores podrá jugar con el estadio lleno, evitando mayores pérdidas. Cuando se conoció de la muerte del hincha boliviano víctima de una bengala accionada desde la barra de los seguidores del Corinthians , la Conmebol había dispuesto que el cuadro brasileño jugaría el resto de sus partidos de local a puertas cerradas, situación que significaba una enorme pérdida para el club que dijo que había vendido más de 100.00 localidades en la modalidad pre venta para sus compromisos de la Libertadores.

San José ha pedido a la dirección del plantel brasileño la posibilidad de jugar un amistoso en Oruro para ayudar con la recaudación a la familia de Kevin, que por el momento ha recibido únicamente un monto de solidaridad del Club Bolívar. Por su parte, el Gobierno boliviano elaboró una ley de manera bastante rápida para instalar cámaras de seguridad en los estadios del país y prohibió el uso de fuegos artificiales en los escenarios deportivos. El ministro de Gobierno Carlos Romero a tiempo de promulgar la ley dijo que la práctica del deporte debe servir para alegrar a la gente y no generar dolor ni luto.

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