Una nueva era del tenis

Ha terminado el último Gran Slam del año con nuevos nombres en el podio de vencedores.

Hay quienes afirman que tras las dos semanas en las que se jugó el US Open una nueva camada de tenistas emergerá a las canchas como hace más de 10 años lo hizo la generación que está quedando atrás. Djokovic alejado este año de dos grandes han cambiado su carrera por su negativa a vacunarse. Roger Federer, el suizo de oro que regaló partidos brillantes y Rafael Nadal, dispuesto a las mejores reacciones y provocar emociones magistrales; una trilogía de jugadores que están por pasar a la historia después de haber regalado al mundo del deporte una sutil manera de jugar al tenis.

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Por el lado femenino ocurre lo mismo. La despedida de Serena Williams abre camino –igual que en el caso de los varones- a un grupo de brillantes raquetas que impulsan el tenis de otra manera. Rápida, elegante y espectacular.

Carlos Alcaraz, el campeón del US Open

ATP Tour

En el US Open 2022 las luces alumbraron nuevas caras y nuevos nombres, exhibiendo un tenis impresionantemente rápido y vibrante y capaz e durar 5 horas. Casi todos los últimos partidos se disputaron a 5 sets, un despliegue inigualable de fortaleza física y destreza emocional que configura la nueva era del tenis.

Carlos Alcaraz con apenas 19 años se ha convertido en el número 1 del Mundo al ganar el US Open.

Alcaraz se lanzó al suelo de la Arthur Ashe, como había hecho en sus partidos contra Cilic, Sinner y Tiafoe, pero esta vez de cara, para llorar de alegría. Acababa de entrar definitivamente en la historia del tenis. Había protagonizado antes hitos de precocidad que quizá sean recordados, aunque podrían ser superados en el futuro. Lo que nadie le podrá quitar es su primer título de Grand Slam y el logro por el que sueñan todos los jugadores, ser número uno del mundo.

Ambas cosas las consiguió de una tacada el murciano al ganar por 6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 en 3:20 al noruego Casper Ruud en la final del US Open, este 11 de septiembre, fecha aciaga para Nueva York y para todo el planeta, por el atentado de las Torres Gemelas en 2001, que para él será “muy especial”, que recordará “siempre” y que puede marcar el inicio de una nueva era.