La Comisión Económica para América Latina -CEPAL- y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-, entre otras autoridades económicas, han alertado sobre el alto endeudamiento de la región y el costo social que tiene para los países el creciente pago de intereses. Además, el organismo de Naciones Unidas aboga por una reestructuración de la deuda regional.
Según los diagnósticos de los organismos multilaterales, Latinoamérica enfrenta un desbalance entre los activos y los pasivos, que durante las últimas cinco décadas se ha acentuado, poniendo en aprietos su situación fiscal.
El BID realizó una medición, que incorpora datos desde 1970, según la cual los activos de las principales economías de la región alcanzaron en 2020 el 75% del Producto Interno Bruto. Las deudas llegaron a niveles del 125% del PIB.
Durante la pandemia la tendencia al creciente endeudamiento continuó, especialmente en el sector público, debido a las necesidades de los gobiernos de atender la emergencia por el Covid 19.
Al ser consultado sobre los riesgos e implicaciones del creciente endeudamiento y de una eventual crisis de pagos, el director de Desarrollo Económico de la CEPAL, Daniel Titelman, comentó que “no es solo un tema de si va a haber una crisis de deuda, esto depende de cada país. Hay países con distintos niveles de endeudamiento y distintas capacidades, pero el servicio de la deuda, el pago de los intereses está consumiendo muchísimos recursos y limita el espacio fiscal y la capacidad de los gobiernos de asignar recursos hacia educación e inversión social”.
Para el vocero de la Comisión, los altos costos de la deuda pública en América Latina no solo afectan los programas de asistencia, también impactan los planes de “inversión para enfrentar el cambio climático. Entonces, estamos en una situación en la que el alto nivel de endeudamiento y su elevado costo están generando una reducción muy significativa de la capacidad fiscal de nuestros países para realizar inversiones y gasto social”.
La informalidad y el bajo crecimiento económico
En el informe “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2023”, la CEPAL reveló que los países con más altos niveles de deuda pública como proporción del PIB son: Argentina, (85,4%), Brasil (73%), Panamá (59,4%), Costa Rica (58,2%) y Colombia (51,7%).
Estos mismos países también enfrentan altos niveles de informalidad laboral, lo que concuerda con la tesis del organismo sobre las limitantes que impone el alto endeudamiento, para financiar políticas públicas orientadas a la generación de empleos de calidad.
La Comisión dice que la informalidad en América Latina ronda el 50%, es decir, uno de cada dos trabajadores se encuentra en esa condición y considera que ese es uno de los mayores desafíos económicos que está frenando el crecimiento.
“La informalidad genera muchos problemas: está asociada a la baja productividad, a la falta de acceso a protección social y a la universalización de los sistemas de protección social y uno de los desafíos que tiene la región es cómo reducir la informalidad”, comentó Titelman.
Para el experto de la CEPAL, los países de la región deben implementar una batería de políticas laborales orientadas a reducir la informalidad, pero también a elevar el crecimiento económico, que permita mejorar la calidad de los trabajos.
De hecho, la CEPAL llama la atención sobre las estimaciones de crecimiento económico, que para América Latina apenas apuntan a una expansión del PIB de 1,5% para el 2024, mientras que las estimaciones de crecimiento de la economía mundial pronostican un 3%.