Argentina: Se paralizaron los proyectos energéticos y hay incertidumbre por privatizaciones
Las obras energéticas, en un sector clave para el ahorro de divisas internacionales y la generación de dólares durante 2024, se paralizaron a la espera del cambio de gobierno. Las inversiones para el desarrollo de infraestructura de gran envergadura cambiarán la lógica del mercado actual y se convertirán en iniciativas de las empresas, sin participación del Estado, lo que abrirá la puerta a una privatización del sistema energético argentino, desde su generación, pasando por el transporte, hasta el abastecimiento a industrias y casas particulares. Así es el plan que los futuros funcionarios les adelantaron a los grandes jugadores del sector.
Distintas fuentes, consultadas por PERFIL, confirmaron que los procesos licitatorios que estaban en distintos puntos de avance se frenaron, ante el resultado electoral que llevó a Javier Milei a la Presidencia de la Nación. El objetivo fue que “la decisión de continuidad” de los procesos en marcha “la tomaran las nuevas autoridades”. Por eso, luego del balotaje, quedó en stand by la licitación de la obra denominada Reversal del Norte, que había avanzado hasta la apertura de sobres y sólo restaba la firma de los contratos.
Fuentes empresarias afirmaron que el designado secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, les confirmó que el formato de las inversiones eludirá la participación del Estado como financista, por lo que reducirá las funciones de Energía Argentina S.A., hasta el momento clave para la articulación público-privada que logró conectar a Vaca Muerta con Salliqueló, con un ahorro de importaciones por USD421 millones. Al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) le falta el segundo tramo, que para la administración saliente también debería contar con inversiones totalmente privadas. El futuro funcionario no contestó las consultas de este medio.
El círculo rojo energético se sube al plan Milei
“Las empresas del sector podemos invertir, porque el negocio es redituable. Si se ponen en marcha las políticas de libre comercio, como planteó Milei, el escenario es ideal”, sostuvo una fuente de una de las petroleras que operan en el país. De ese modo, el negocio del transporte estará en manos totalmente privadas, quienes serán las encargadas de cobrar el peaje por el transporte del gas de Vaca Muerta.
En el mundo petrolero y gasífero existe fuerte expectativa por el crecimiento del sector. “Con seguridad jurídica y libre circulación de las divisas, los montos que se necesitan para desarrollar obras son accesibles. Si se le suma un paquete de reformas tributarias y laborales, entonces el interés crecería mucho más”, confesó otra fuente empresaria. Sin embargo, recuerdan las dificultades que atravesó la inversión durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, en donde se alentó la inversión privada, pero las dos licitaciones que se realizaron para el desarrollo del GPNK quedaron desiertas.
¿Y por qué la incertidumbre? Sucede que el gas que deberá viajar desde Neuquén hasta el norte del país tendrá como finalidad reemplazar el abastecimiento boliviano, cuyo contrato de entregas concluye en julio próximo. En esa región, el gas se utiliza con finalidad termoeléctrica, por lo que una interrupción se transformaría en cortes masivos de luz y una crisis productiva para las fábricas instaladas allí, ya que las centrales no son duales y sólo se abastecen de gas.
Una licitación en veremos
Sólo están en marcha dos obras que involucran la conexión del GNPK. El resto, ya se congelaron, aunque algunas tengan financiamiento firme e, incluso, acopio de caños para la continuidad. Este escenario ya generó incertidumbre entre las empresas que tenían planificado imprimirle ritmo a la construcción durante 2024, entre las que estaban BTU y la UTE entre Techint y SACDE, las dos ofertas que pulsaban por el primer capítulo de la reversión del gasoducto que llevará gas desde Vaca Muerta hasta el norte del país. Desde allí, la Argentina podrá venderle a Brasil y Chile.
El Reversal del Norte cuenta con un financiamiento de USD540 millones por parte de la CAF, de una obra que tiene como presupuesto total USD710 millones, siendo que los USD170 millones restantes surgen de un contrato de provisión con CAMMESA, la administradora de la energía mayorista. Aun cuando el gasto no afecta al Tesoro, las constructoras y compañías que están vinculadas con la obra temen que haya un nuevo cambio de reglas y se vuelva a foja cero con licitaciones y proyectos.
El fin de las obras públicas
Este martes, ENARSA anunció que el gasoducto Mercedes-Cardales, obra complementaria del GPNK, comenzó la fase de transporte de gas, “lo que permite un ahorro diario en verano de USD4 millones por día en sustitución de combustibles importados”. La obra consistió en la instalación de en un ducto de alta presión de 30 pulgadas de diámetro y 80 kilómetros de extensión, para transferir gas de Vaca Muerta desde el sistema troncal del sur al del norte. El abastecimiento del Gasoducto Mercedes-Cardales es posible a partir de los 11 millones de m3/día de gas que actualmente aporta el GPNK desde Vaca Muerta, a través del tramo “Tratayén-Salliqueló” y la ampliación del Loop de Ordoqui en el sistema de TGS.
Una vez terminada la Planta Compresora, actualmente en ejecución, el gasoducto Mercedes-Cardales “podrá transferir hasta 15 millones de m3/día desde TGS a TGN, permitiendo así la sustitución de USD6 millones diarios en promedio de combustibles líquidos para la generación termoeléctrica en Santa Fe y el norte de Buenos Aires”. “A través de esta obra, planificada por Energía Argentina, se brinda mayor flexibilidad a la transferencia entre los sistemas de transporte de alta presión operados por TGS y TGN en la zona de GBA, aportando confiabilidad en el suministro a los grandes centros urbanos y reduciendo la necesidad de gas natural importado”, señaló un comunicado de prensa.
Además de la de Mercedes, que estará lista para fines de enero, quedan en ejecución de obra dos plantas compresoras más, todo dentro del trazado del gasoducto que se inicia en Vaca Muerta. Una es la de Tratayén, Neuquén, y la otra es de Salliqueló, Buenos Aires, justamente las ciudades en donde se inicia y se termina el primer troncal del GPNK. Ambos estarán operativos en febrero, según las estimaciones oficiales.