Bolivia deja de exportar flores y productores salen a las fronteras
A enero de este año, Bolivia no tiene registros de exportaciones de flores superiores a un kilo, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los floricultores empezaron a salir a dos zonas fronterizas para vender su producto.
La falta de un sistema de transporte efectivo para ofertar precios competitivos al mercado externo, los golpes del cambio climático y las demoras en los trámites de autorizaciones del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), son los principales motivos para dejar de exportar, argumentan los productores.
El único departamento que aún reportaba ventas al exterior, a nivel nacional hasta el 2017, era Cochabamba. El año pasado sólo se envió 1.340 kilogramos de rosas y lluvia (ilusión) a Paraguay por un valor de 996 dólares. La venta sólo se realizó en febrero.
El 2016, también Cochabamba fue el único exportador de flores. Ese año se vendió 110 kilos de rosas a España por 769 dólares. El 2018, sólo hay un valor registrado de tres dólares por un volumen menor a un kilo.
José Luis Zanabria, un productor de la Asociación de Floricultores de Cochabamba (Asoflor) que se dedicaba a la exportación, informó que pese a que existen requerimientos de Estados Unidos y Paraguay no existen las condiciones de transporte para el producto.
Indicó que enviar un kilo de flores a través de las líneas aéreas del país a Paraguay cuesta alrededor de 2,70 dólares y significa varias escalas para su traslado. Ambos factores perjudican la competitividad del producto.
“Nosotros no estamos exportando. Cuando había el Lloyd teníamos clientes afuera y se perdió todo eso (…), ahora mandamos a las fronteras, ahí se logra vender. Mandamos a Villazón y a Cobija para Brasil y Argentina”, afirmó Zanabria.
Por su parte, el presidente de la Federación Departamental de Floricultores (Fedeflor), Florencio Aranibar, indicó que los trámites de certificación del Senasag duran hasta ocho meses para conseguir permisos temporales de exportación por 15 días.
Este medio intentó acceder a una versión del Senasag sobre este problema, pero el cuestionario enviado no fue respondido hasta el cierre de la edición.
“En el exterior hay mercados. Brasil es un gran mercado, Paraguay es otro mercado grande (…) No hay vuelos directos de Cochabamba a Paraguay, ni de Cochabamba a Brasil. Todo es Cochabamba a Santa Cruz, el manipuleo también es un problema para nosotros”, explicó Aranibar. Las flores que salían más al mercado externo eran: claveles, rosas y liliums.
En una declaración anterior, el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Javier Bellot, afirmó que el departamento tiene un gran potencial para vender flores en el exterior, pero que las condiciones de transporte no eran las óptimas.
Por otra parte, el sector sufrió problemas por las inundaciones que se reportaron a principios de año. Actualmente, los floricultores realizan un balance de la afectación por las lluvias para emitir un informe en abril.
996 dólares por ventas es lo que se registró en 2017 por la exportación de 1.340 kilos de flores, según datos del IBCE en base a reportes del INE.
LOS PRECIOS BAJAN EN EL MERCADO
El presidente de la Federación Departamental de Floricultores (Fedeflor), Florencio Aranibar, indicó que los precios de las flores en los mercados nacionales se desplomaron.
Como ejemplo mencionó que un paquete de rosas de 25 tallos se vende hasta en 10 bolivianos frente a los 20 que obtenían hace cuatro meses.
DATOS
Cochabamba concentra el 80% de la producción. Según la Fundación Valles, Cochabamba genera el 80 por ciento de la producción nacional de flores. Los municipios de Quillacollo, Vinto y Tiquipaya se destacan a nivel departamental.
Improvisan puestos de venta en las calles. La capital nacional de las flores no cuenta con mercados para que los floricultores ofrezcan sus productos en condiciones adecuadas de refrigeración, higiene y comodidad. Debido a ello, los productores se ven obligados a instalar puestos improvisados en las calles.
Denuncian abusos de la Intendencia. Los productores denunciaron que pese a una serie de acuerdos, constantemente enfrentan abusos por parte de funcionarios de la Intendencia que controlan las zonas donde venden sus flores.