Brasil persigue una “meta inalcanzable” y el objetivo actual de 3,25% para 2023 es un error.
Gestores de los fondos de cobertura más reconocidos de Brasil dijeron que el Gobierno no debería dudar en cambiar la meta de inflación, que se ha vuelto demasiado ambiciosa. Sus comentarios se hacen eco de críticas del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre la gran presión del país por reprimir los aumentos de los precios al consumidor.
Brasil persigue una “meta inalcanzable” y el objetivo actual de 3,25% para 2023 es un error, dijo Rogério Xavier, cofundador de SPX Capital. Xavier, que ayuda a administrar más de 76.000 millones de reales (US$14.500 millones) en activos, señaló que los precios al consumidor del país han cerrado el año por debajo del 3% solamente una vez desde que se adoptó el sistema de metas de inflación en 1999.
“El escenario que teníamos en 2020 cuando se estableció la meta actual no se ha materializado”, dijo Xavier en un evento esta semana. “No sé por qué hay tanto dogma” en torno a ese debate.
André Jakurski, veterano de la industria y socio fundador de JGP Asset Management, también defendió un cambio en la meta de inflación. Jakurski, quien advirtió que una “avalancha” de empresas podrían quebrar, dijo que la meta que persigue Brasil está “mal” y que las tasas de interés deberían ser más bajas.
Lula viene presionando públicamente para que las metas sean más altas, una forma de obligar a las autoridades de política monetaria a reducir la tasa de referencia Selic desde su máximo de seis años de 13,75%. El presidente del banco central, Roberto Campos Neto, ha defendido las metas de inflación, actualmente establecidas en 3,25% para 2023 y 3% para los próximos dos años, diciendo que elevarlas no ayudaría a bajar las tasas. Xavier estuvo de acuerdo y dijo que alterar los objetivos no necesariamente se traduciría en una Selic más baja.
El debate en torno a las metas de inflación ha comenzado no solo en Brasil, sino también en economías desarrolladas como Estados Unidos, donde economistas dicen que una meta del 2% podría ser demasiado agresiva. No hay consenso a la vista sobre el tema: el presidente de Banco BTG Pactual SA, André Esteves, advirtió sobre los peligros de tolerar una mayor inflación en un país con un pasado hiperinflacionario.
Luis Stuhlberger, que dirige Verde Asset Management, dijo que tener metas “irreales” no es bueno y que discutir el tema no debería ser un tabú. Pero al igual que Jakurski, destacó que el país necesita un marco fiscal creíble para garantizar que el gasto público no se descontrole.
“La clave es establecer una nueva regla fiscal”, dijo Jakurski. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, prometió presentar un nuevo plan fiscal en marzo.