Economía naranja, oportunidad de la industria creativa y cultural

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La Economía Naranja, también conocida como Economía Creativa, genera muchos ingresos económicos. Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el año 2005 fue el equivalente al 6,1% de la economía global. Pese a este potencial y a más de una década de su definición, la mayoría de los países, entre ellos el nuestro, no le dan la importancia que amerita.

Esta economía es generada por el valor de los bienes y servicios que se fundamentan en la propiedad intelectual: arquitectura; artes visuales, escénicas y culinarias; artesanías; cine; diseño; editorial; investigación y desarrollo; moda; música; publicidad; software; televisión; radio.

Con la finalidad de difundir los valores y la importancia de la Economía Naranja como una oportunidad para las industrias creativas y culturales, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) organizó hace poco un Foro Internacional, que tuvo como invitado especial al economista Matteo Grazzi, de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación del BID, quien expuso las amplias ventajas que tiene el país para explotar esta actividad económica.

El Foro, que responde a la estrategia de la CNC de impulsar el desarrollo de sectores competitivos en Bolivia, con un alto valor agregado y potencial exportador, especialmente de las industrias creativas y culturales, también sirvió para consolidar alianzas estratégicas entre los actores públicos y privados, para impulsar políticas públicas que fortalezcan y viabilicen potencialidades del sector.

En la oportunidad también se contó con la participación de invitados nacionales, como representantes del gobierno central, quienes expusieron sobre la “Economía Naranja y las cuentas públicas”, el Gobierno Municipal de La Paz, que se refirió a “la Economía Naranja en el municipio: Patrimonio y Manifestaciones Culturales”, y el economista Gonzalo Chávez.

Hace algunos años el BID ha publicado el e-book Economía Naranja: Innovaciones que no sabías que eran de América Latina, donde se señala que si la Economía Naranja fuera un país, sería la cuarta economía mundial con 4,3 billones de dólares detrás de Estados Unidos, China y Japón; la cuarta fuerza laboral con 144 millones de trabajadores y generando 646 mil millones de exportaciones.

El BID considera que la Economía Naranja es el motor del desarrollo basado en el talento de los latinoamericanos, sumado a la riqueza patrimonial y cultural que tiene la región.

Éstas son algunas de las cifras de la Economía Naranja: Casi 30 millones de personas están relacionadas con la actividad cultural, representa el 6% del PIB mundial, sus ingresos son de 2,25 billones de dólares, solo en el continente americano llega a 1,93 billones de dólares.  En Buenos Aires, uno de cada diez empleos lo genera la Economía Naranja. La compañía artística canadiense Cirque du Soleil, mueve al año 800 millones de dólares.  El Carnaval de Río, tuvo 850.000 visitantes que movieron 628 millones de dólares.  El arte culinario de Astrid y Gastón en Perú ha generado empleo y turismo innovando la cocina. Las ruinas de Macchupicchu en Cuzco, Perú atraen más de un millón de turistas al año. En otro ámbito, las ventas anuales de Netflix, la empresa comercial de streaming, (retrasmisión) multimedia, alcanzan a 3.600 millones de dólares, con 33 millones de suscriptores.

Estas cifras deben llamar la atención de Bolivia, que debe destinar sus mayores esfuerzos para desarrollar la Economía Naranja y de esta manera aprovechar su gran riqueza cultural, los múltiples centros turísticos y las multifacéticas expresiones artísticas que tiene a lo largo y ancho del territorio nacional. Se puede desarrollar mucho el sector turismo promocionando las ruinas de Tiahuanacu; Lago Titicaca; el Salar de Uyuni; las Misiones Jesuíticas en San José de Chiquitos; la festividad del Gran Poder, el Carnaval de Oruro. Se debe promover novedosamente las actividades culturales y turísticas para generar ingresos y aumentar el PIB, que permita el desarrollo de los bolivianos.

 

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Rolando Kempff Bacigalupo Ph.D Es Economista, licenciado en la U.M.S.A.,  con Post Grado; Doctorado Ph.D en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina  y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).