El corazón energético
Gran parte de su apretada agenda está dedicada a reuniones con profesionales y técnicos del sector hidrocarburos. Se han realizado foros y no hay uno solo del que no participe. El presidente Morales sabe que el boom de la economía sienta sus bases en los ingresos que el Estado Plurinacional percibe por las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) al que ahora convergen la Electricidad y Gas Licuado de Petróleo (GLP). Nadie desea el mal del vecino, por supuesto. Pero en esto hay una praxis de mercado que está más allá de las ideologías. Lo que requieren todos son ingresos. Y en este caso, el factor Brasil la salvaguarda para pasar la crisis del sector sin demasiadas grietas. El escándalo de la estatal del petróleo de Brasil (Petrobras), no podría haber llegado en mejor momento. El Gobierno lo sabe. La autosuficiencia energética que el gigante latinoamericano desarrollaba a todo vapor para dejar de depender de Bolivia, debe esperar hasta que Petrobras se recupere de las billonarias pérdidas provocadas por un sistema de fraudes que han puesto a la compañía al borde de la quiebra.
Esta dinámica abre grandes perspectivas para que Bolivia se convierta en el corazón energético de la región. Expertos de la Cámara de Exportación indicaron a dat0s que Brasil ha comenzado a demandar a Bolivia el máximo volumen de gas natural fijado por contrato y es casi seguro que requiera mayores volúmenes. Según datos oficiales citados por Cadex, desde este año hasta 2020, se prevé que Bolivia exporte 2,67 millones de toneladas métricas de gas licuado de petróleo (GLP) a Brasil, Argentina, Perú, Paraguay y Uruguay.
El gran desafió: abastecer el mercado interno y producir más
Mucho se ha criticado desde los frentes abiertos por la oposición de que Bolivia desacelerará su ritmo de crecimiento y que el Gobierno fija índices de crecimiento inalcanzables. Si hay algo que no deja de ser cierto es el gran contexto que se presenta en uno de sus grandes mercados de exportación y la apertura en otros centros de consumo. Los expertos dicen que este panorama debería obligar al Gobierno a abastecer el mercado de consumo interno para luego fijarse el incremento en los volúmenes de exportación. Abastecimiento del mercado interno y capacidad logística son las condiciones que la Cámara de Exportadores ve necesario cumplir antes de que el país comience con la exportación GLP a cinco países de Sudamérica, tal como anunció el Gobierno en días pasados.
En cuanto a la logística, técnicos de YPFB indicaron que la capacidad de la flota de exportación está siendo cuantificada para determinar si es suficiente para abastecer estos mercados. Los expertos dicen que Brasil y Argentina son territorios extensos en los que la dificultad logística estará en función a la capacidad de transporte y del destino final. Explican que si el punto de entrega queda distante de la frontera se tendría que incrementar unidades especializadas para transportar el producto mediante empresas que ingresen al territorio nacional para hacer el transporte a sus respectivos destinos.
El ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, confirmó que hay 1.200 toneladas de excedente de GLP generadas en la Planta Separadora de Líquidos de Gran Chaco “Carlos Villegas”. El precio de exportación variará en base a las negociaciones con cada país. Sánchez puso como ejemplo el caso de Perú, donde también se hará la distribución del energético, lo que supone recursos adicionales.
Incentivos para la exploración y los mercados para la electricidad
El Gobierno promete dar incentivos económicos a las petroleras privadas con el objetivo de acelerar las inversiones en exploración y explotación para el próximo quinquenio. La primera norma, la Ley de Incentivos, estará lista en dos meses y la Ley de Hidrocarburos hasta diciembre.
El presidente Morales afirmó que la meta para el 2020 es generar un Producto Interno Bruto (PIB) de US $50.000 millones y reiteró que Bolivia debe consolidarse como el corazón energético regional con la exportación de más de 30.000 megavatios de electricidad. Enfatizó que el siguiente paso es la industrialización de los hidrocarburos, que avanza con la planta separadora de líquidos de Río Grande y con la de Gran Chaco, que permitirán la exportación de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y de Gas Natural Licuado (GNL).
Planta Gran Chaco. La planta Gran Chaco “Carlos” Villegas está en capacidad de procesar 32,2 millones de metros cúbicos día (MMm3/d) de gas, para producir 2.247 toneladas métricas (TM) día de GLP y 3.144 TM día de etano, además de 1.044 barriles de isopentano y 1.658 barriles día de gasolina