La Cámara Nacional de Industrias (CNI) cumplió 90 años con el desafío de reactivar la economía y fomentar la Alianza Público Privadas (APP)
No existe presente sin pasado, expliquemos qué es la CNI, cómo nace a la vida pública, con qué objetivos, cómo se visualizó su aporte al desarrollo de la industria nacional. ¿Quiénes contribuyeron para su surgimiento en qué circunstancias del país considerando que Bolivia siempre ha sido un escenario difícil para construir relaciones estables entre el sector estatal y el privado? Nuestra entidad nació el 28 de febrero de 1931, bajo el nombre de Sociedad de Fomento Industrial. Fueron 39 pioneros industriales, a la cabeza de Hugo Ernst, quienes fundaron lo que hoy es la Cámara Nacional de Industrias con el sueño de industrializar Bolivia. A lo largo de 90 años de vida institucional, la CNI contribuyó con profundo trabajo al desarrollo de Bolivia y fue protagonista de trascendentales y relevantes hitos de la historia del país.
La CNI ha contribuido a la generación de institucionalidad y a la economía del país a través de la formación de diferentes entidades y normas (leyes, decretos, resoluciones) en el marco del respeto al sistema de derecho, la formalidad y el impulso del desarrollo nacional como también a través de la defensa de la pro – piedad privada y la iniciativa privada. Por ejemplo, en su historia, la CNI participó en el diseño y concepción del ´Compro Boliviano´ motivado a partir del “Hecho en Bolivia” y la promoción de la cultura empresarial que son aportes que enorgullecen las últimas gestiones de la Cámara de Industrias, al igual que el Premio a la Ecoeficiencia, el Premio a la Responsabilidad Social Empresarial y el Premio a la Excelencia Empresarial.
La CNI contribuyó a la construcción del 85% del Hospital Obrero, la Escuela Industrial Pedro Domingo Murillo, el Banco Industrial S.A. (BISA), Infocal, Ibnorca y Fundempresa, entre otras entidades que tuvieron como seno a nuestra institución. Producto de nuestra intensa labor y aporte al desarrollo del país, la Cámara Nacional de Industrias fue galardonada con la Medalla en Honor al Mérito por la Asamblea Legislativa Nacional, la Medalla Prócer Pedro Domingo Murillo de la Alcaldía de La Paz, entre otras destacadas condecoraciones.
La coyuntura nacional Bolivia atraviesa una crisis profunda que no es ni entendida ni analizada en su verdadera dimensión, ¿cómo sortearon los difíciles momentos que estamos viviendo hace por lo menos dos años, somos un país de oportunidades todavía o es que estamos arrastrados a una dependencia que nos priva soñar con una industria potente, emergente, con capacidad de generar capacidades laborales tecnificadas, conocimiento tecnológico y emancipación industrial? En esta complicada conyuntura caótica y con falta de visión y liderazgos ¿cómo afrontan la crisis de valores y de potencialidades emergentes que permitan a la industria ser un interlocutor válido y propositivo para ser escuchado, ¿qué hace falta para lograrlo? Los efectos de la covid-19 sobre la industria es el contexto más adverso que ha experimentado el sector en las últimas décadas. La CNI, en su Informe Anual de Evaluación de la Industria – 2020, señaló que producto de los efectos de la Pandemia (a septiembre) se experimentó una caída de la tasa del crecimiento del PIB industrial de -11,9% cuando en 2019 se llegó a 3,19%, una reducción de 15 puntos porcentuales, la mayor crisis económica industrial de los últimos 40 años. Ante la crisis que experimenta el sector industrial y la economía nacional, la CNI en forma proactiva propuso al Gobierno siete medidas de aplicación en el corto plazo para reactivar la economía: 1) luchar contra el contrabando, 2) modernizar las normas laborales a la nueva normalidad y modalidades de trabajo, 3) reestructurar el sistema impositivo para reducir la carga fiscal en el sector industrial y aumentar su competitividad, 4) aperturar nuevos mercados (locales e internacionales), 5) reducir la tramitología y burocracia pública, 6) impulsar la compra de bienes y servicios Hecho en Bolivia y 7) crear un fondo de créditos y garantías estatales para las empresas.
El futuro
Los griegos eran capaces de razonar el pasado, pero en cuanto al futuro decían que lo descifraban escuchando el viento. Sin querer predecir el futuro y empeñados en salir adelante, ¿cuál es su propuesta para descompensar los desequilibrios para dorarle al país de capacidades económicas productivas, qué lugar ocupan los jóvenes y la oportunidad de talentos, ¿cómo se está preparando el sector industrial para salir delante en esta nueva normalidad? ¿Cómo piensan revertir la imagen del país poco atractivo a las inversiones en un escenario de tanta inestabilidad sumada a la pandemia que ha descalificado el trabajo y la competencia por la sobrevivencia se ha hecho cruda y hasta podría mermar el comercio informal? ¿Cuáles serán las consecuencias de una falta de reactivación del sector productivo? ¿Cuál es el lugar y aporte en el cambio tecnológico producto de la pandemia? El futuro de la CNI y el sector industrial ha sido delineado en su propuesta de Política Industrial 2020 -2030, donde se esbozan 27 propuestas de políticas públicas para alcanzar un coeficiente de industrialización superior al 25% con tasas de crecimiento superior al 7%. Se debe industrializar el país como un camino a la diversificación y a la sostenibilidad del crecimiento económico de Bolivia. Por ello, la estrategia de desarrollo que plantea la CNI como propuesta de Política Industrial recoge una batería de políticas públicas que hacen tanto a la macroeconomía, como a las respuestas específicas que requiere la industria nacional, así como al alineamiento de las políticas comercial y laboral. En el mundo se sucedieron diferentes revoluciones industriales desde la industria 1.0 del mundo de la máquina de vapor de Watt de fines del siglo XVIII, la industria 2.0 de la producción en serie de Ford, la industria 3.0 de la electrónica y el internet hasta la industria 4.0 de la robótica, los algoritmos, la inteligencia artificial, el data science y en puertas de la industria 5.0; empero, Bolivia pervive entre la primera y segunda revolución industrial en sus industrias pequeñas y medianas y entre la 3 y 4 revolución industrial en algunas de sus grandes industrias. De cara al 2030, la CNI impulsa el tránsito hacia la industria 4.0 que fortalezca la productividad, las cadenas de valor local y la inserción internacional con productos de alto valor agregado con el sello “Hecho en Bolivia”.
Alianza Público Privadas
¿Qué relación establecerán con el sector público, será posible construir una visión en la que ambos ganen y se beneficie el país? Los industriales consideramos que el rol del sector privado es invertir, producir, generar empleo y contribuir con sus impuestos para promover el desarrollo nacional; por su parte, planteamos que el rol del Estado es promover la iniciativa privada a través de la generación de institucionalidad, entorno macroeconómico estable y provisión de infraestructura de transportes y productiva. En este sentido, la CNI continuará con su labor de diálogo y coordinación con el sector público y privado para impulsar la industrialización y el desarrollo. En la “nueva normalidad” es capital para la reanimación de la economía la participación del sector público y privado, es una propuesta público – privado de “ganar – ganar” para el desarrollo.