Leve aumento de reservas de gas en 0.51 TCF
Las reservas probadas de gas natural en Bolivia subieron de 9,94 trillones de pies cúbicos (TCF) en 2009 a 10,45 en 2013, según datos del estudio encargado a la firma canadiense GLJ Petroleum Consultants y cuyos resultados fueron dados a conocer ayer por el presidente Evo Morales. Con estas cifras, el país tiene asegurado el consumo interno y la exportación hasta 2025.
Tres expertos consultados por Los Tiempos coincidieron en calificar el estudio como “buena noticia”, pero a la vez consideraron que el incremento es “insuficiente”, tomando en cuenta que el país consume (gasto interno y exportación) un promedio de 0,75 TCF por año. Recomendaron invertir de forma urgente en más proyectos de exploración, desde el Estado y fomentando la iniciativa privada.
Según el informe, el incremento de las reservas de gas es de 5,13 por ciento y de petróleo 0,78 por ciento, pues subieron de 209,81 millones de barriles a 211,45 en el período del estudio. Asimismo, las reservas probables de gas bajaron de 3,71 TCF a 3,50, y las posibles, de 6,27 a 4,15.
El 18 de marzo pasado, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, dijo que estudios realizados por técnicos de esa empresa estatal determinaron que las reservas probadas de gas alcanzarían al menos a 11,2 TCF, aunque advirtió que ello debía estar corroborado por el estudio que realizó la firma canadiense.
Sobre el tema, los analistas en hidrocarburos Bernardo Prado y Hugo del Granado coincidieron en que los resultados del estudio de la consultora son “buenas noticias”, pero que a la vez presentan cifras “insuficientes” considerando que el consumo anual de Bolivia es de 0,75 TCF. En tanto que Álvaro Ríos, también experto en hidrocarburos, calculó, en una entrevista concedida a este medio hace dos semanas, que el país necesitaba descubrir un TCF por año si quería mantener el ritmo de oferta y demanda. Prado y Del Granado recordaron que el consumo promedio de Bolivia es actualmente de 0,75 TCF por año.
Sin embargo, Prado advirtió que se trata de una cifra que tiende a subir constantemente, pues en 2010 y 2011, el promedio era de sólo 0,5 TCF. Del Granado agregó que, por el otro lado, el consumo del primer semestre de 2014, había llegado a 0,4 TCF, por lo que perfectamente se puede concluir el año con 0,8 y coincidentemente con Ríos, calculó que un promedio ideal sería descubrir un TCF por año.
Según Del Granado, el Gobierno anuncia un incremento de 0,51 TCF cuando esa cifra es lo que el país requiere en medio año y que probablemente ya lo consumimos en 2014. Además, a partir de 2015 comenzarán a operar las grandes plantas, como la de urea en Bulo Bulo que demandarán mayor consumo de gas.
Los tres analistas consultados por este medio coincidieron en que lo fundamental ahora es invertir en exploración y no sólo el Gobierno, sino también las empresas privadas. Según Prado, el Gobierno debe pensar en atraer inversiones ofreciendo no sólo ventajas económicas, sino también seguridad jurídica, puesto que las empresas llegan al país haciendo una apuesta de ganar si encuentran reservas y perder si no las encuentran, “y no se puede venir a apostar”. “Creo que el Gobierno entendió que el cuello de botella son las inversiones en exploración y está dando vueltas para ver qué clase de incentivos se van a dar”, dijo.
“Hay que invertir más en exploración, pero no sólo YPFB. Tenemos que convertirnos en un país más amigable con las inversiones”, acotó Del Granado. Ríos, en tanto, dijo que ya no debe preocupar la búsqueda de mercados, sino de reservas.
La certificación fue realizada durante 2013 por la consultora canadiense GLJ Petroleum Consultants para actualizar la última cifra difundida en 2009 por la compañía estadounidense Ryder Scott, que entonces dio como resultado 9,94 billones de pies cúbicos (BCP). GLJ también certificó una reserva probada de petróleo de 211,45 millones de barriles, frente a los 209 millones computados en 2009.
Además, el Presidente Morales comentó que en 2005 la medición de las reservas de gas natural y petróleo se hizo “con especulaciones de las empresas petroleras” con el propósito, a su juicio, de conseguir impactos a nivel internacional, pero “no eran creíbles”.
De esa forma, aludió el hecho de que ese año en base a un estudio de la consultora estadounidense De Golyer & MacNaughton, Bolivia fue considerada como la segunda potencia de gas de Suramérica, después de Venezuela, con una supuesta reserva probada de 26,7 BCP.
Sin embargo, tras conocerse las cifras de 2009, Bolivia bajó varios puestos en la región y en consecuencia se dejó de hablar del país andino como una potencia en gas natural.
Morales afirmó hoy que las reservas bolivianas de gas permiten “sin mucho problema” abastecer el mercado interno, los proyectos de industrialización y las ventas a Brasil y Argentina hasta 2025.
Asimismo destacó que en este momento están en marcha 47 proyectos de exploración de hidrocarburos en Bolivia, donde hay una docena de empresas trasnacionales, entre ellas la española Repsol, la brasileña Petrobras, la británica British Gas y la francesa Total.
“En nuestra gestión hemos incorporado a dos de las empresas más grandes del mundo: Gazprom, de Rusia, y a YPF, de Argentina, que también están en la exploración”, sostuvo el mandatario.
Algunos analistas alertaron el año pasado de que si Bolivia no aumentaba sus reservas de gas de forma significativa al ritmo de consumo actual y con nuevos proyectos de industrialización, sufriría un déficit alrededor de 2017, lo cual rechazó el Gobierno.
En octubre pasado, la empresa estatal YPFB había calculado por su cuenta una cifra mayor de reservas de gas (11,2 BCP) a la notificada ahora por GLJ y además sostuvo que si todos los proyectos exploratorios en marcha dan resultados subirían a 42,7 BCP.