Gob. ofrece subir 0,67% el salario mínimo y congelar el básico

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Foto: Los Tiempos

El Gobierno ofreció a la Central Obrera Boliviana (COB) un aumento de 0,67% al salario mínimo nacional (SMN) y planteó congelar el haber básico para evitar un descalabro de la economía. Los trabajadores rechazan la propuesta y la califican como un insulto mientras que los empresarios ratificaron su postura de que por la crisis no debe haber ajuste este año.

De esa manera, el incremento sería de sólo 14 bolivianos y el nuevo SMN para este año alcanzará a  2.136,2 bolivianos. El año pasado no hubo aumento debido a la pandemia de coronavirus.

Además, la propuesta coincide con la  variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado en 2020 que  llegó a 0,67%, de acuerdo con el reporte de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó que se   planteó  un incremento únicamente al Salario Mínimo Nacional del 0,67% para la gestión 2021, con  el objetivo de reponer el poder adquisitivo de la clase trabajadora que recibe el mínimo nacional, además de garantizar la estabilidad laboral.

“Luego de realizar la evaluación, en el marco de las posibilidades financieras del Tesoro General de la Nación y del Estado, responsabilidad fiscal y estabilidad macroeconómica del país, el Ministerio de Economía -en representación del Gobierno nacional- propone un incremento al Salario Mínimo Nacional del 0,67%, velando por los salarios de los trabajadores que ganan el mínimo nacional y la estabilidad laboral de los mismos”, sostiene el acta de la reunión que tuvieron ayer autoridades del ministerio  y la  COB.

Ayer se instaló la mesa de negociación entre el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, los viceministros de Presupuesto, Zenón Mamani, y de Política Tributaria, Jhonny Morales, y los dirigentes de la COB representados por Milton Zelada, secretario de Finanzas de esta organización.

El secretario general de la Confederación de Fabriles de Bolivia, Vicente Pacosillo, informó que el sector rechaza la propuesta del Gobierno. “Nos han insultado con el 0,67% de incremento que proponen. Los fabriles somos el sector más afectado, ya que el promedio que un fabril percibe es de sólo 3.500 a 4.000 bolivianos y el 70% a 80% vive con el salario mínimo”, apuntó.

El ejecutivo de la Confederación de Maestros Rurales de Bolivia (CMRB), Andrés Huayta, que participó  en  la mesa económica, informó que el ministro Montenegro ofreció 0,5% de incremento en un principio. “Luego de un debate, se ofreció 0,67%, pero con ese ajuste ni siquiera se recupera el poder adquisitivo del salario”, precisó.

Por eso, sostuvo que los trabajadores han solicitado a la COB que pida una audiencia con el presidente del Estado, Luis Arce, para definir con la primera autoridad del país el incremento salarial.

Huayta indicó que el Ministro de Economía justificó el ofrecimiento de 0,67% debido a la delicada situación económica del país  que dejó el gobierno transitorio de Jeanine Añez.

“Indicaron que hubo muchos desvíos económicos y varios ministerios están en auditoría y cuando acabe ese trabajo seguramente se reflejará  qué ha pasado con las diferentes partidas presupuestarias”, puntualizó.

Montenegro explicó que cada porcentaje de incremento salarial generará una consecuencia en la economía. “Y  si acaso se dispone un mayor incremento salarial, generará un descalabro en la economía del país”, advirtió.

“Considerando la situación financiera de las empresas, del Tesoro General de la Nación y de las instituciones, y cuidando la sostenibilidad y estabilidad macroeconómica del país”, el Ministerio de Economía manifestó a los dirigentes sindicales que no se debe poner en riesgo la reactivación económica del país.

El presidente de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz), Pablo Camacho, señaló que no están de acuerdo con ningún tipo de ajuste salarial porque la pandemia y el contrabando asfixian a las empresas. “Hablar de incremento es irresponsable, porque la idea es preservar el empleo. Estamos arriesgando 10.000 empleos por cada punto de aumento al salario”, alertó.

En pandemia las industrias no dejaron de abastecer el mercado y no aumentaron los precios.  “Es importante tener claro  que la economía no crece. El PIB cayó en 9% el año pasado y la economía  recién va a  crecer en 2023 y 2024 a niveles de 2019”, dijo.

El gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jáuregui, ratificó que no debe existir aumento salarial este año porque aún persiste la crisis económica y sanitaria. “Si estuviéramos en un año normal se podría pensar en incremento. La inflación en 2020 fue de 0,67% y el poder adquisitivo se mantuvo estable”, subrayó.

Impacto en bonos

  • Ajuste El incremento del Salario Mínimo Nacional tiene un efecto directo en el cálculo de los bonos de antigüedad laboral, subsidio prenatal, de natalidad y lactancia, según normas vigentes.
  • Crisis En 2020, el país cerró con una tasa de desempleo del 8,4% debido a la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
  • Efecto De acuerdo con las cifras elaboradas por el Ministerio de Economía, la tasa de desempleo abierto urbano desestacionalizada durante   2020 se disparó a  12,6% en julio pasado, luego fue descendiendo y cerró con un índice de 8,4%. A  enero de este año el índice  llegó a  8%.

Sectores hotelero y gastronómico rechazan el ajuste de salarios

La Cámara Departamental de Hotelería de Santa Cruz (Cadehcruz) y la Cámara Gastronómica de Santa Cruz (Cadeg) expresaron  su rechazo “contundente” a la aprobación de un incremento salarial para este año. Advierten que puede contraer   un efecto contraproducente para la sostenibilidad de las empresas y el empleo.

“El sector de turismo a nivel nacional e internacional ha sido uno de los primeros en ser afectados por la pandemia, y será uno de los últimos en salir”, señala un comunicado conjunto de la Cadehcruz y de la Cadeg.

Citan que durante 2020 sólo se trabajó dos meses de manera regular. La cuarentena rígida, el cierre de fronteras, como también el cierre de actividades económicas afectaron negativamente el desenvolvimiento de la actividad turística. Además, la tendencia se mantiene negativa ante la incertidumbre.

En 2020, un 50% de los establecimientos hoteleros cerraron sus actividades, algunos de manera temporal y otros de forma definitiva.

Mientras que en el sector gastronómico un 41% tuvo que cerrar una o varias sucursales, evitando el cierre total para que el impacto no sea mayor.

Sin embargo, en ambos casos se procedió al pago de salarios, subsidios, seguros de salud, AFP, incluso estando la empresa cerrada.

“Hablar en estos momentos de incremento salarial es totalmente inoportuno. Esto sólo generaría mayor incertidumbre en el sector turístico”, consideran.

Advierten que, al incrementarse los salarios, no sólo se verán afectadas las empresas, sino que se corre el riesgo de llegar al cierre definitivo de las operaciones, afectando directamente a la estabilidad laboral de los trabajadores, que tanto cuesta mantener en momentos difíciles.